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Mi camino al éxito

Confía en tu intuición

Después de encontrar algo que nos motive porque sí, y de superar la frustración, os voy a dar otro pequeño gran consejo que no es un secreto porque es el consejo más antigüo del mundo mundial. Es lo que te dice tu madre, tu jefe, tu amigo, tu no tan amigo; el equivalente al típico:

“tía/tío no te rayes”

Confía en tu intuición. Confía en ti mismo.

“-¿Y por qué? ¿Acaso soy yo mismo Einstein?

-No, no lo eres.

-Sinceramente, que birria de consejo.

-Espera, te voy a explicar por qué. Además el refranero español está muy “manío” y no por eso es menos sabio.”

 

Soy de las que piensan que los seres humanos somos mucho más sabios y tenemos mucho más potencial de lo que creemos, sólo que nos despistamos con el mundo y mirando hacia afuera, en Facebook e Instagram y en lo próximo que vamos a comprar.

Al igual que cuando miras a alguien e inconscientemente lees su lenguaje corporal y sabes que hay luz verde para tirarle la caña, en la vida real, creo que nos hemos olvidado de leer las señales. Incluso a veces, cuando inconscientemente lo hacemos y tenemos esas corazonadas e intuiciones, ¡muchas veces las ignoramos!, ya que pensamos que vienen como por arte de magia. ¿Cuántas veces hemos tenido “sensaciones” que luego hemos obviado? Y después… ¡ups!, al final tenía razón, y no me hice caso a mí mismo. Pues yo pienso que, muy en el fondo, “lo sabemos”.

En el camino de desarrollar nuestra idea o proyecto, primero y ante todo tienes que confiar en ti, en tu idea (la cual será “lo más top”) para desarrollarla. Porque si no confías tú en ella, ¿quién lo va a hacer? (esto es como el: “si no te quieres tú, ¿quién te va a querer?”).

 

Cuando quise romper con el camino establecido para mí que había trazado mi familia y mi herencia cultural (casarme a los 20 y tener muchos hijos chinos y un restaurante), ¿tuve algún referente o alguien que me guiara en mis pasos? No.

Confié. Confié en mi misma. 

En  lo que quería para mi vida. Confié en mi intuición, en que todo saldría bien. O en el caso contrario, que no viviría una vida que yo no había elegido.

¿Fue fácil?

No, me enfrentaba al desastre más absoluto con mi familia y todo lo que ello conllevaba,

 

 

Así que te propongo, como un buen propósito de año nuevo, confiar más en ti mismo/a y en tu intuición. Porque nadie sabe más de tu proyecto que tú mismo, nadie le va a poner más amor.

Y con esto, hasta el próximo post.

¡Felices fiestas y feliz año lleno de nuevos éxitos!

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Cuestión de tiempo

Nunca me han gustado en exceso los tópicos, pero voy a aprovechar para hablar de ellos ahora que se acercan fechas en las que todos tiramos de alguno.

Uno mira hacia atrás, hacia delante, y hace balance del año que está a punto de acabar pensando en todo lo nuevo que vendrá. Lo siento, pero para mí el 1 de enero es el día internacional de las promesas vacías.

1 de Enero: Día Internacional de las promesas vacías

Es en estos días cuando muchos de nosotros marcamos los sueños y retos que vamos a afrontar en el nuevo año: por fin vas a dejar ese trabajo estresante con el que no te sientes para nada identificado, esta vez vas a conseguir dejar de fumar y, por supuesto , empezarás a hacer deporte a menudo, solamente “pecarás” con la comida en ocasiones muy especiales (jamás a diario), ¿ y las cervecitas ? mmm…. bueno, una y de vez en cuando. Te suena ¿verdad ?

Esto me recuerda a la típica cajita de música donde una preciosa bailarina se mueve sobre sí misma al son de una dulce melodía. Puedes abrirla mil veces y siempre sonará la misma cancioncita.

Son muchos los que viven atrapados en esa pequeña caja sin darse cuenta de que una fecha solamente marca un día en el calendario. Por sí sola no vale nada, solamente tiene el valor que nosotros le damos. Año tras año se repiten los mismos augurios, esperamos que todo vaya a cambiar como por arte de magia y al final, una vez más, todo está en nuestras manos.

No deberíamos de obtener la motivación por el simple hecho de cambiar de año, ¿acaso no es suficiente motivación querer mejorar tu vida? ¿No deberías enfrentarte a los cambios cuando éstos te suponen un problema y no alargarlos en el tiempo? Entonces… ¿por qué esperamos con entusiasmo a finales de año para empezar esa ansiada “nueva vida”?

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Todos deseamos cambios para seguir construyendo nuestra propia ruta hacia el “éxito” y me parece genial que marques el primer día del año como fecha para emprender nuevos retos, pero me parecería igual de bien que hicieses lo mismo a partir de mañana, hoy mismo o dentro de una semana, simplemente hazlo cuando estés realmente preparado. Lo difícil no es marcar un inicio, lo difícil es llegar al final, hacer que tus palabras se conviertan en hechos y no se las lleve el viento. Al fin y al cabo no es el fin del mundo, es el inicio de uno nuevo.

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El hombre nace bueno

El hombre nace bueno y es la sociedad quien lo corrompe. -Jean Jacques Rousseau

Hoy quiero hablaros de José Molina. Un triatleta de 45 años, casado y con dos hijos, que padece fibromialgia*.

¿Cómo es un día normal en la vida de José Molina?

José se levanta a las 5:15h de la mañana y se va a trabajar hasta las 14h en el mejor de los casos. Debe estar disponible las 24h del día por si hay alguna avería. Cuando llega a casa colabora con las labores del hogar, aunque menos de lo que le gustaría pero hay días que está muy cansado. También lleva a los niños a las actividades extraescolares: A Noah a Hip-Hop y a Hugo a escalada. Y además entrena 6 días a la semana.

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Como veis, su rutina es la de cualquiera de nosotros. Salvo por los achaques que le llegan sin avisar y que la interrumpen.

José describe la fibromialgia como un dolor continuo durante todo el día y todos los días. Los síntomas son cansancio, falta de concentración, no poder conciliar el sueño, colon irritable… se sabe que lo tienes por descarte de otras cosas. Y en muchos casos, el diagnóstico médico es que “te faltan vitaminas” y vuelve a tu casa a reposar. Es frustrante no saber qué te está pasando y estar así durante años.

Lo primero que se plantea uno cuando escucha a José hablar es cómo es posible ser triatleta y entrenar con la fatiga e incluso con la incertidumbre de no saber cuándo van a venir los dolores. Pero nuestro protagonista y su mujer lo tienen claro: “¿qué vamos a hacer? ¿Vivir con miedo?”. José se siente vivo cuando se sube a la bicicleta, cuando se pone su neopreno y le envuelve esa sensación de superhéroe. Correr es quizás la disciplina más complicada pero aún así ha logrado ¡terminar un Triatlón Olímpico!

Los hijos de José desconocen la enfermedad. Tienen 8 y 11 años y viven su día a día orgullosos de las hazañas de su padre sin saber realmente la magnitud de sus proezas… En este punto es quizás, cuando me senté con José a hablar de su historia, donde más discrepaba con él. Que vaya por delante que no tengo hijos y el instinto maternal lo tengo poco desarrollado, pero sí creo en la independencia de los niños, en darles alas para volar y en no quitarles la curiosidad por las cosas. Mi opinión es que no debe haber secretos en casa, aunque lo hagamos para “salvarles” de la agonía o, como decía José, para que no dejen de pedirle cosas y que quieran jugar con él. Pero yo creo que en el día a día ellos lo verán, admirarán a su padre por lo que ha conseguido, valorarán aún más sus gestos y aunque no los tratemos como adultos, deben conocer la realidad de las cosas y saber de qué está hecho este mundo y crezcan con la pretensión de cambiarlo sin ser corrompidos. Igual suena a utopía pero nunca hay que perder la esperanza de que alguna generación vendrá con las manos limpias, los oídos dispuestos a escuchar y que prefiera dialogar a usar la violencia.

La última pregunta y más difícil de hacerle a José, debido al temor de la que creía que iba a ser su respuesta, fue si se curaría algún día.  Efectivamente, la fibromialgia no tiene cura, es una enfermedad crónica y solo hay paliativos. José dejó de tomarse la medicación hace tiempo y solo ingiere un analgésico cuando el dolor es terrible. Prefiere dejar los vuelos para cuando llegue el final y hoy por hoy elige sentirse vivo.

A día de hoy José sigue cruzando metas, poniéndose retos y no dejando que ni la enfermedad ni nadie le diga que pare. ¡¡Adelante José!!

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@helarte_barry  @helartedeltriatlon 

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Psicologia

La gran mentira de LUCHAR por conseguir los sueños

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de: “lucha”, “sé fuerte”, “pelea”? Y… ¿cuántas veces nos ha servido realmente para conseguir nuestros objetivos?

Últimamente, cada vez lo escucho más y cada vez constato lo inútil que es. ¿Y si lo que realmente nos aproxima a nuestros objetivos va en contra de todo lo que nos han enseñado? Puede sonar revolucionario, pero no lo es porque alcanzar nuestros sueños puede ser fácil e incluso ¡podemos disfrutar del proceso! Sin estrés, sin tensión, sin sufrimiento, sin decepción…

Es cierto que existe un “libro de reglas” para ser exitoso en la vida y si lo seguimos de manera estricta, trabajamos duro, no levantamos la cabeza y nos enfrentamos al estrés, seguro que conseguiremos algo bueno… algún día… ¿no?

¿Y si esa no es la mejor opción? Puede que no funcione para todos y cada uno de nosotros y que hayan mejores opciones. Efectivamente, las hay, y cuando empecemos a vivir de esa manera nuestro mundo se expandirá y podremos apreciar todo lo maravilloso del proceso, del camino hacia nuestros sueños.

Dicen que una manera excelente de afrontar este mundo de sufrimiento y estrés es acostumbrándonos a él, aceptando que existe y tratando de que no nos afecte pero… ¿de verdad necesitamos vivir con estrés para poder acostumbrarnos a él y que deje de afectarnos? Si existen maneras de sentirnos genial y vivir una vida estupenda, ¡vamos a hacerlo!

¿Es mucho pedir? ¿Parece difícil? ¡No lo es!

 

Accede a ti mismo.

Todo lo que necesitas para llevar este estilo de vida más fluido está en ti, empieza por hacer estos pequeños cambios:

  • Cómo te mueves es cómo eres. Muévete con facilidad, sin prisa, el mundo está para que lo recorras y no hay lugares prohibidos. ¡Recorre tu vida!
  • Utiliza lo que necesitas. Y pon en reposo los recursos que no te hacen falta (personales y materiales).
  • Ejecuta las tareas simples con la menor cantidad de esfuerzo necesario. Agotar recursos en tareas que no los requieren es gastar energía que no va a volver.

Y todo cambiará, tu cuerpo empezará a funcionar mejor y tu mente se volverá más calmada y clara. Tendrás acceso a ti mismo al completo, no solo a una parte (la otra parte se quedaba bloqueada en la tensión, el estrés o el miedo), y las cosas empezarán a ir bien, luego muy bien y luego genial.

“No pain, no gain”

O lo que es lo mismo, “sin dolor, no hay ganancia” o “quien algo quiere, algo le cuesta”. Como adultos, cuanto más ocupados estemos y más estresados con todo lo que llevamos encima, más caemos en la tentación de pensar que todo eso es una señal de éxito. Parece que la falta de sueño es algo a lo que aspirar y que luchar contra los obstáculos todo el día, todos los días es señal de que los estamos venciendo.

 

Cambiando de mentalidad

El primer paso hacia una nueva estructura mental es empezar a suavizar los procesos. Coger más, hacer más, ver más y conseguir más, todo con menos esfuerzo. Cómo nos sentimos cuando llegamos donde queremos depende de cómo nos sintamos a lo largo del camino. Si el desarrollo de las tareas para alcanzar nuestros objetivos es duro, agobiante y estresante, cuando alcancemos la meta nos sentiremos agobiados y estresados, bien con la siguiente meta, o bien con el resultado de la primera. Mientras que si el proceso ha sido exigente pero hemos ejecutado los esfuerzos de manera natural, sin preocupación, sin presión y disfrutando, nos sentiremos más que satisfechos al llegar al final.

Creer en ti es fundamental. Cuando hay falta de convicción hay estrés, tensión, juicios y básicamente actuamos de manera alborotada para conseguir las cosas que creemos que queremos. En el momento en que damos el paso hacia la fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades naturales, todos los procesos empiezan a suavizarse.

Confía en que tu cuerpo hará lo que tiene que hacer sin necesidad de que lo tenses. Confía en que tu mente hará lo que necesites sin que la estreses. Conviértete en un “alma libre” y deja que fluya la energía, no la bloquees con tensión extra y estrés.

Te desbloquearás y te convertirás en alguien totalmente capaz y sin límites cuando te liberes del estrés y aprendas a moverte en armonía contigo mismo.

¿Quieres conseguirlo?