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Mi camino al éxito

Compañerismo

Los triatlones por equipos, la auténtica prueba de compañerismo.

Es el momento de dejar de lado los tiempos y centrarse en el trabajo en equipo. No importa qué marca hagas o qué objetivo te propongas, tan solo que eres la parte de un todo y que la suma de las partes llegará más lejos que la forma individual.

Las pruebas por equipos son, en mi opinión, de las mejores y más satisfactorias que te ofrece el triatlón. En ella se sacrifica el talento individual y se apuesta por un objetivo común.

El pasado domingo tuvo lugar la prueba de triatlones por equipos de El Prat, Barcelona.

Era mi segundo año participando y, probablemente, ya sea una cita anual obligatoria. Muchos compañeros de equipo formamos grupos de 4-5 personas para participar y pasarlo en grande. Este año había algo que todavía me motivaba más: mi hermano competiría a mi lado.

Javi ha participado en un par de triatlones y se motiva para entrenar y competir principalmente cuando llega el verano. En esta ocasión, aún siendo 30 de abril, nos sorprendió la lluvia, el frío y, como consecuencia de la climatología, la eliminación del tramo de agua. No era un buen día para competir pero habíamos hablado mucho de esa carrera y yo tenía muy buen recuerdo de la edición pasada. Seríamos el equipo más sonriente de la competición, formado, a diferencia de la mayoría de mixtos, por todo mujeres (5 en concreto) y un único hombre.

No todos conocíamos el nivel del resto del equipo pero tampoco preguntamos. Tiraríamos unos de otros en cada tramo. Nos esforzaríamos en la disciplina que más nos costaba y ayudaríamos a los compañeros en la que fuéramos más fuertes. Ese era el único plan: salir juntos, hacerlo juntos y llegar de la mano.

Fue un día redondo a pesar de los obstáculos. No miramos el reloj y no presionamos a quien se quedaba atrás, le ofrecíamos la mano. Nos vestimos con los colores corporativos del equipo pero no estábamos preparados para congelarnos en la cola de espera para salir a competir (en los triatlones por equipos la salida es por grupos a cada minuto), así que nos pusimos cada uno los complementos que consideramos, siendo éstos de lo más variopintos y con los que finalmente competiríamos hasta el tramo del running donde ya teníamos la temperatura corporal suficientemente alta como para quitárnoslos. Y así es como fuimos el único equipo dominguero, multicolor… que priorizaba el humor a la competición.

Para mí no fue solo un logro colectivo, también supuso un logro individual: compartir con mi hermano una forma de vida que llevo practicando casi 4 años y que desde que vino a verme finalizar mi primera prueba, supo que aquello también le gustaría y que tenía las cualidades necesarias para practicarlo. No hay mayor orgullo para una hermana que finalizar una prueba deportiva junto a su hermano y más aún cuando se le dibuja una sonrisa de satisfacción nada más cruzar la meta que en pocas ocasiones una tiene la oportunidad de ver. No es el circuito del Triatlón de El Prat, es lo que te provoca cuando lo preparas, te inscribes y lo compartes.

Ahora, a revisar el calendario y convencer de nuevo a mi hermano para que lo hagamos juntos.

@helarte_barry