Categorías
Mi camino al éxito

Cuando no puedes hacer nada

En una de las últimas visitas de Anna, la psicóloga deportiva de The Gate a Madrid, le comenté:

“Anna, me ha dado un tirón en el hombro derecho, no puedo dibujar durante unos días. Tengo que guardar reposo.”

 

Con lo cual, no llegaba a mis objetivos diarios y ese plan tan perfectamente trazado de viñetas, horas, días… se me descuadraba.  

Y eso me producía mucha frustración.

Hasta incluso me hacía sentir mal, algo que estaba totalmente fuera de mi control… porque ya veis, ¿qué podía hacer yo aparte de descansar e ir al fisioterapeuta y que me mandara más descanso? No podía hacer absolutamente nada.

 

Sólo podía cambiar mi actitud.

Y pensar que descansar me vendría bien, aunque supusiera dos días de retraso y reajustar mi plan de trabajo. Y no os voy a engañar, tampoco es que estuviera demasiado contenta con eso. Tengo un nivel de responsabilidad y compromiso muy alto con mi trabajo.

 

Me di cuenta entonces, mirando a mi alrededor, que en la vida absolutamente todo tiene retrasos, imprevistos y reajustes, lo raro es la puntualidad o seguir el plan establecido milimétricamente. ¡Hasta el AVE tiene retrasos! Y que no puedes hacer nada, o fluyes o te obcecas y te estancas.

 

Así que no te frustres si te encuentras imprevistos y si el plan inicial falla o hay que cambiarlo, porque hay un 99% de probabilidades de que sea así. La frustración no te ayudará a avanzar nada.

 

Fluye, cambia, descansa, reajusta y avanza.

 

¡Felices vacaciones!

Categorías
The Gate History

El cambio es ley de vida

El cambio es ley de vida…

…pero sólo si uno quiere que así sea.

Alexei Tolstoi decía:

“Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”.

Como sabes, nuestro eslogan es: TRAIN YOUR CHANGE, porque consideramos que el cambio es fundamental para alcanzar el éxito. Una simple mejora ya es un cambio y esas mejoras pueden entrenarse, pueden practicarse, pueden afianzarse y pueden integrarse en nuestro funcionamiento formando parte de nosotros mismos.

Sin embargo, hay un paso fundamental previo al cambio: la intención de cambio.

 

En The Gate trabajamos directamente con las personas y sus habilidades por lo que no tenemos un producto o una herramienta externa que te haga mejorar tu rendimiento, eres tú y sólo tú el responsable de tu evolución. ¿Qué implica esto?

  1. Entender cómo estamos ahora mismo: si estamos en nuestro mejor momento, si estamos pasando un momento difícil, si estamos estancados o si notamos que necesitamos una herramienta particular para alcanzar lo que queremos.
  2. Aceptarlo.
  3. Entender que siempre hay posibilidad de mejora.
  4. Querer mejorar y hacer algo para que esa mejora tenga lugar.
  5. Entender que debemos trabajar para conseguirla, implicarnos, esforzarnos y perseverar.

 

A lo largo de nuestra experiencia nos hemos encontrado con diversos casos de personas que tienen necesidad de mejora pero no tienen ninguna intención de cambiar. Al principio nos sorprendía muchísimo, ¿cómo puede ser que alguien quiera mejorar y tenga tanta resistencia al cambio?

En los diferentes casos, hemos querido analizar la causa: ¿qué es lo que a esta persona le impide dar el paso? Y nos hemos dado cuenta de que las personas tienen sus barreras en distintas partes del proceso de cambio que hemos descrito antes.

Están las personas a las que se les hace difícil pararse a analizar cómo están, qué está pasando dentro de ellos o cuál es el motivo por el que hacen lo que hacen, piensan como piensan o se comportan como se comportan. Tanto si las cosas les van bien como si les van mal, les parece que siempre han sido así, que las cosas son como son y que ellos actúan en base a una personalidad establecida, con unas capacidades determinadas y sin posibilidad de cambio.

Por otro lado, están las personas a las que les cuesta aceptar cómo están y que, como decía Tolstoi, se dedican a cambiar las circunstancias externas o a esperar a que la situación cambie por sí sola sin pararse a evaluar su estado interno y qué pueden mejorar en sí mismos para funcionar de manera sobresaliente.

También están las personas que se conforman con su estado laboral, físico, mental o emocional y que no creen en que eso pueda cambiar de alguna forma. Si ese estado es bueno, porque ya han alcanzado su máximo y no puede ser mejor; y si ese estado es malo, porque lleva mucho tiempo siendo así y piensan que es muy difícil que cambie o mejore.

Nos hemos encontrado con personas que no tienen ninguna resistencia en las fases anteriores pero que, sin embargo, no saben qué pueden hacer para permitirse mejorar o ya han probado muchas cosas y están desencantados.

Y, por último, hay personas que no encuentran ningún tipo de dificultad hasta que se inicia el proceso de cambio. Una vez empezado el trabajo se dan cuenta de que, tanto las mejoras como la adquisición de habilidades nuevas implican esfuerzo, perseverancia y, sobre todo, compromiso consigo mismos, y quizás no estaban tan dispuestos a invertir tantos recursos en su bienestar.

 

Así que, para ti que estás leyendo esto, estés dentro de alguno de esos grupos o no, nuestro mensaje es que el cambio es ley de vida y siempre, siempre, es para mejor. Tú sabes como, están en ti todas las herramientas para conseguirlo, lo único que hacemos nosotros es recordarte como utilizarlas.

Todo tiempo futuro será mejor.

¿Quieres conseguirlo?

 

Categorías
Novedades The Gate History

Pero… ¿qué es The Gate?

¡Estrenamos sección!

Y lo hacemos porque hemos visto la necesidad.

La necesidad de contar, la necesidad de expresarnos, la necesidad de informar y, sobre todo, la necesidad de conectar contigo.

Desde el inicio de nuestro proyecto nos hemos encontrado con diversos desafíos (como toda persona que quiere alcanzar un objetivo), pero el que más energía nos ha exigido ha sido el reto de explicar qué hacemos.

 

¿Por qué?

Os preguntaréis cuál es la dificultad si nosotros tenemos claro a qué nos dedicamos, ¿no? Obviamente, el obstáculo no reside ahí, reside en encontrar el lenguaje y la manera de explicar algo innovador, nuevo, intangible y que no se ha hecho antes (tal y como nosotros lo hacemos).

Es por eso que, tras darle muchas vueltas, decidimos explicar nuestra actividad profesional contándote qué hacemos: contándote nuestro día a día, nuestros eventos, nuestras actividades, nuestras experiencias, nuestros participantes y, por encima de todo, nuestros aprendizajes, nuestros errores y nuestros éxitos.

 

¿Cómo?

Lo haremos con una frecuencia semanal pero no será a modo de diario (eso sería extremadamente aburrido y probablemente no te interesaría para nada).

Según lo que nos vaya surgiendo en el desarrollo de nuestras actividades, conectaremos los acontecimientos con lecciones pasadas, con hechos parecidos o, simplemente, con reflexiones o cambios de planes futuros.

 

¿Para qué?

Buena pregunta.

El objetivo principal de este nuevo apartado en el blog es que nos conozcas mejor, veas la utilidad de lo que tenemos para ofrecerte y que puedas llegar a cambiar tu vida funcionando mejor y alcanzando tu alto rendimiento.

Otra de las cosas que queremos conseguir con esto es plasmar, incluso para nosotros mismos, la revolución que supone nuestro proyecto para la manera de entender la actividad física, el bienestar y la tranquilidad mental y la manera de funcionar en el trabajo, en el deporte y en la vida personal.

¿Somos osados al hablar de revolución? No es nuestra intención. Según la R.A.E. una revolución es:

Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.

Y eso, precisamente, es lo que queremos: cambiar rápida y profundamente la manera en la que funcionamos los individuos. Y, ¿por qué estamos en disposición de realizar ese cambio? Porque nuestras herramientas son las mismas que las tuyas (nada externo, nada tecnológico, nada extravagante): nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro comportamiento; simplemente, hemos encontrado una manera de combinarlas y hacerlas funcionar que nos acerca a la mejor versión de nosotros mismos.

¿Quieres conseguirlo?

 

Bienvenido a The Gate History.

 

Categorías
Mi camino al éxito

¿Operación bikini?

¡Ya está aquí!

No te da tiempo a lograr aquello que te propusiste hace meses cuando todavía veías el verano demasiado lejos, has pasado de llevar gruesos abrigos de invierno a unas camisetas que apenas cubren el torso de tu cuerpo y no te has dado ni cuenta de ello.

Grises nubes se han convertido en grandes claros donde brilla el sol al que tanto echabas de menos. El mismo que ahora marchita a todo aquel que no se ponga a cubierto en una largo día veraniego, ¿cómo ha sido tan rápido este cambio ? ¿Qué ha pasado? Pensaba que me daría tiempo…

¡Error!

Año tras año tropiezas con la misma piedra.

Te propusiste perder 5 o 6 kilos y esculpir tu cuerpo durante los duros meses de invierno en el gimnasio, querías llegar a las vacaciones en mejor forma que nunca pero la realidad te vuelve a golpear un año más.

No has hecho los deberes y te presentas al examen final sabiendo que no vas a aprobar. Entonces recuerdas aquel anuncio de la tele que te prometía bajar 8 kilos sin realizar ningún esfuerzo. Con eso y la rutina de 3 semanas de la revista que leíste el otro día mientras esperabas tu turno en la peluquería ¡tienes el éxito garantizado!

Otra cantinela más que suena en tu cabeza… y esta tampoco es nueva. Pero vuelves a pensar que no es tan malo, que “la dieta de la alcachofa o del espárrago” no está tan mal y la rutina para “machacas” de tres semanas este año sí que va a funcionar.

“Le toca hacerlo, me lo debe… al fin y al cabo 15 días a base de caldo y poco más y algo de cardio son un gran sacrificio y merecen recompensa. Sí, este año sí…”.

¡Pum! El plan B tampoco te ha funcionado y ya van… tropecientos años que repites lo mismo.

“Este será el último año, al que viene seguro que lo consigo, lo haré bien desde el principio, acabo las vacaciones y me pongo a tope”.

Blablabla…

Por desgracia, esto es lo que le pasa a la inmensa mayoría de las personas que creen que los resultados en esta vida dependen de tu actitud durante unos cuantos días. Y si no ven resultado, la frustración entierra cualquier deseo de cambio y de futuro esfuerzo. ¿Por qué debería de cambiarte la vida en 15 días si los otros 350 restantes no has hecho nada para ello?

Si quieres hacer las cosas bien: no desesperes. Tómate tu tiempo, sé consecuente con tus actos y genera hábitos que te conduzcan a tus objetivos. Las cosas rápido y corriendo no suelen llevar a buen puerto.

Como bien decía Plutarco:

“Lo que hagas sin esfuerzo y con presteza, durar no puede ni tener belleza”