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¿Cómo mantener la agilidad mental y el aprendizaje continuo?

Cuando alcanzamos la edad adulta y acabamos nuestro periodo de formación o lo más conocido como “época de estudiante”, solemos tener cierto rechazo a seguir formándonos.

“¿Libros otra vez?”

“¡Llevo toda la vida detrás de un escritorio!”

“Ahora me toca centrarme en lo laboral.”

“¡Necesito más experiencia y menos teoría!”

“Es hora de pasar a la práctica.”

Estas son el tipo de frases que solemos expresar cuando pensamos en seguir relacionándonos con la formación o los estudios pero… Tanto en un equipo de trabajo como a nivel individual, si se quiere alcanzar el éxito profesional o el alto rendimiento, los niveles de agilidad mental, de aprendizaje y de creatividad deben mantenerse siempre en lo más alto.

¿Es posible lograr mantener los niveles de agilidad mental y aprendizaje?

La respuesta es clara y contundente: ¡SÍ!, y debe hacerse.

La eficacia de un individuo o grupo de individuos de alto rendimiento depende de si es posible mantener esos niveles y de conseguir que esos niveles sean consistentes con los objetivos personales o de la organización.

Richard Hackmann, en su libro “Leading teams”, afirma que: la efectividad de un equipo que genera productos o servicios que agradan a sus clientes aumenta con el tiempo sólo cuando los miembros de ese equipo tienen la capacidad de seguir aprendiendo de forma individual.

 

¿Cómo estimulamos esa capacidad de aprendizaje continuo?

1. Haz deporte.

La actividad física favorece a la generación de nuevas neuronas en el hipocampo y eso se traduce directamente en una mejor memoria.

Además, los beneficios del deporte ¡se acumulan! Lo que significa que, al reducir los niveles de estrés con la actividad aeróbica, nuestro cerebro se va “limpiando” y la información fluye con mayor velocidad.

 

2. Come bien.

Es de sobra conocido que los hábitos alimenticios influyen en la forma en la que nuestro cerebro se desarrolla y una mala alimentación, definitivamente, afecta a sus funciones.

Además, el riesgo cardiovascular (íntimamente relacionado con la alimentación) también está relacionado con la pérdida de volumen cerebral, así que alimentarnos de manera saludable tiene más beneficios de los que se ven a simple vista.

 

3. Lee.

La lectura de ocio o entretenimiento es una actividad súper completa. No es necesario leer cosas relacionadas con nuestro trabajo o nuestra área profesional para mantenernos activos mentalmente en el entorno laboral y mejorar nuestras capacidades, con leer algo que nos guste y nos resulte entretenido es suficiente.

Leer aumenta nuestra capacidad de comprensión, nuestra capacidad de pensamiento, nuestra creatividad y nuestra capacidad para innovar.

 

4. Relájate.

Como se ha mencionado antes, reducir los niveles de estrés ayuda mucho a mejorar la memoria, la autoconciencia y la empatía.

Podéis ver algunas maneras de reinicar la mente y relajarla en este post de nuestro blog.

 

5. Cambia hábitos.

Hacer cosas complicadas o que no estamos habituados a hacer despierta partes de nuestro cerebro que no utilizamos constantemente. Una manera muy sencilla de hacerlo es intentar utilizar la mano contraria a la que utilizamos normalmente para ducharnos, comer ¡o incluso escribir!

 

¿Qué te parecen estos 5 consejos para mantener tu agilidad mental?

¡Pruébalos! Verás cuántos beneficios tienen y cómo van a mejorar tu rendimiento. Además, mantenerse activo intelectualmente no sólo significa sentarse a “empollar”, ¿a que no?

 

 

 

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