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Mi camino al éxito

La historia de mi infancia

Mi historia de mi infancia:

¡Hola a todos! Ahora que ya me conocen, yo quiero contarles mi historia de mi infancia que fue muy feliz.

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Yo nací en Venezuela, la capital es Caracas. Allí tengo mi familia y también yo tengo amigos.

Durante parte de mi vida, a mí me gustaban “Las payasitas” y “Nifú Nifá”, les vi en mi cumpleaños: el siete de abril, con mi familia y mis padres, ¡ese día me lo pasé muy bien!

Yo bailaba flamenco y tenía un yate que se llama “Samanthamar“.

Mi vida era así en Venezuela: estudié en un colegio “Valle Abierto“ y pasó mucho tiempo hasta que me fui para Alicante en España.

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Allí fui a otro colegio que se llama “Voramar” y conocí a mi gordita, a mi Paru y a sus padres que yo les quiero mucho y son como mis tíos. Después, pasé al instituto “Cabo de las Huertas” y también conocí a mi Víctor e hice una pandilla en mi urbanización y salí a muchos sitios.

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Mi animal favorito son mis caballos y los tengo en mi finca en Venezuela.

Para acabar, me despido a todos con mucho amor.

¡Nos vemos pronto otra vez!

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Gestión

4 hábitos para mantener firmes tus proyectos

Hay muchos aspectos en la creación de un negocio y, aunque los buenos hábitos no son todo lo que uno necesita, es una necesidad significativa si vas a crear un cambio masivo en tu negocio y en tu vida. Ser dueño de un negocio emprendedor o pequeño es  duro y por eso, queremos compartir contigo estos 4 hábitos que han sido siempre los que han mantenido firmes nuestros proyectos.

 

1. Retira tus emociones de la ecuación.

Muchos empresarios se centran en cómo se sienten acerca de su negocio o en lo que quieren que suceda en vez de concentrarse en el trabajo. Todos nos enfrentamos a fallos al iniciar un negocio, sin importar si se trata de un pequeño error en una campaña de marketing o de una mala contratación de un miembro del equipo, y siempre es culpa de alguien (incluso propia). Sin embargo, debido a que la búsqueda de culpables es inútil, la sensación de malestar no ayuda, y la pérdida de confianza como resultado de errores no llevan a ninguna parte y ralentiza significativamente las tareas, es mejor centrarse en las soluciones o el trabajo a realizar y no en las emociones negativas que se derivan de ciertas situaciones.

Siempre que se me complica una situación me concentro en la tarea, no en lo que siento por ella. Menos tiempo dedicado a la reacción derivada significa más tiempo para centrarse en el trabajo.

 

2. Agenda las tareas, incluso dormir.

Uno de mis mayores hábitos ha sido, y sigue siendo, comprar tiempo para mí mismo. Soy un gran creyente de que las personas pierden mucho tiempo en los cambios entre actividades incluso a la hora de dormir. Aunque sé que el cuerpo necesita dormir, también sé que mediante la programación de todo rara vez se puedan retrasar las tareas. Eso incluye la programación de tu sueño. Fijar un tiempo para dormir y una hora de despertar todos los días es muy importante, y eso incluye estudiarse a uno mismo para saber cuánto realmente necesitamos dormir para funcionar de una manera óptima. Si tienes tareas para el día siguiente, intenta conseguir que se hagan una tras otra sin distracciones o tiempos extras en el medio.

Mucha gente que conozco apaga sus teléfonos cuando tiene una tarea pendiente pero comprueba sus actualizaciones en Facebook entre tareas, ¿qué sentido tiene eso? La realidad es que pueden esperar hasta más tarde para comprobar sus redes sociales.  Yo programo incluso el tiempo en mis redes sociales y mis webs. No te olvides que todos disponemos de las mismas veinticuatro horas al día.

 

3. Toma en serio tu propia palabra.

Todo el mundo sabe que cuando le doy mi palabra lo tomo muy en serio y me entregaré al máximo el 1000% de las veces. Está bien prometer cosas, así como el establecimiento de objetivos está bien, pero lo más importante es mantener tu palabra. Siempre escucho cosas de amigos o conocidos relacionadas con negocios como: “Voy a franquiciar este año, es el momento”, o de gente relacionada con el deporte contando sus próximos objetivos como: “Pondré todo el esfuerzo para lograr esta prueba deportiva”, e incluso promesas personales como “Mi próximo coche será un Porsche”. Y muchas veces los dos sabemos que eso no va a ocurrir.

Es muy importante mantener tu palabra. Eso te dará credibilidad a ti mismo, a tus empleados, o a tu circulo de amistades. Convertirte en una persona de palabra te capacitará para mantener el enfoque y así ejecutar tus tareas basándote en principios realistas que te permitirán hacer un progreso real.

 

4. Preocuparse por impulsos, no por ingresos.

Cada negocio necesita ingresos para sobrevivir y crecer, pero muy pocos se dan cuenta de que lo que necesitan más y más cada año, para ir aún más lejos, es el impulso. Lo mismo puede decirse acerca de tu vida personal: mientras que ganar dinero puede ser grande, ver a distancia es aún mucho mejor.

He aprendido a lo largo de los años a no centrarme sólo en los ingresos sino a enfocarme en el crecimiento y otros parámetros relacionados con la evolución del negocio. En nuestro caso, a centrarme en el desarrollo de The Gate y en lo grande que nuestro equipo se había convertido.

Estos otros indicadores de crecimiento son a menudo ignorados por la mera razón de medir el incremento en función del dinero que se ha hecho. Mediante la creación de impulsos constantes, es mucho más fácil poder proyectar incluso cuando nuestra montaña rusa de ingresos está en el punto más bajo. Nuestro impulso nunca ha sido el dinero.

Recuerdo una charla con uno de los CMO mas importantes a día de hoy a nivel internacional que me decía:

A día de hoy podría estar ganando cientos de miles más de lo que estoy ganando ahora pero no es mi objetivo, llega un momento en el que el dinero no te mueve, te mueve la creación de valor en la empresa o empresas en las que estés trabajando.”

Estas 4 áreas de enfoque son clave y siempre han ayudado a generar ese cambio en la creación de empresas. Además, son sencillas y cuentan con un valor incalculable e intangible que sólo puedes percibir una vez trabajes con ellas.

 

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Mi camino al éxito

Las pasiones olvidadas

Cuando me comentaron los chicos de The Gate que escribiera sobre mi camino al éxito, lo primero que se me vino a la cabeza es:

“¿Qué me ha hecho a mí alcanzar el éxito?”

Y la respuesta fue clara, lo que me ha hecho alcanzar mi éxito fue conectar con mis pasiones, con lo que verdaderamente me motiva y enriquece, y con lo que, tiempo atrás, había olvidado.

 

Las pasiones olvidadas

Un buen regalo para un niño pequeño era, y sigue siendo, el libro de colorear y las ceras Carioca (o algún otro artículo para que la ropa no se manche); incluso ahora mismo los libros de colorear para adultos se están poniendo de moda. No hay casi ningún niño al que no le guste pintar, dibujar o colorear, pero con el paso de los años la mayoría de los niños dejan de pintar, ¿por qué?

Recuerdo que en mis primeras clases de plástica me decían los profesores: “no puedes salirte de la raya” o había que colorear un Belén y la toga de la virgen María cuanto más rosa o rojo fuera, mejor. De repente algo tan libre y tan sentido para mí, tenía reglas. Unas reglas que la mayoría de las veces, no me gustaba seguir y que para más inri, cada año iban a más, que si la perspectiva, la proporción, que si el dibujo no era fiel al modelo… Plástica se convirtió en una asignatura que aborrecía. Y que en lugar de cultivar mi pasión, me alejaba de ella.

No obstante, seguí dibujando como hobby pero a la hora de la verdad, a la hora de elegir una profesión pensé: ¿pero a dónde voy dibujando? ¿a morirme de hambre? Tampoco veía útil ni con demasiadas salidas estudiar la carrera de bellas artes y elegí el diseño gráfico, que no estaba desligado totalmente del mundo artístico. Sin embargo, en ese camino para ser una ciudadana con empleo, se me olvidó que amaba pintar.

La mayoría de los niños dejan de pintar porque no le ven utilidad ninguna, como no van a convertirse en el próximo Picasso, se olvidan del mero hecho de pintar por placer, por expresarse… Pero ¿se olvidan ellos? ¿O la sociedad les hace olvidar?

Y yo me pregunto ¿desde cuando el motivo principal para hacer algo es que tenga algún fin?. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? Porque te hace feliz, sin reglas, sin juicios de si está bien o mal la manera en que lo haces…

Si estás en un punto de tu vida en que todavía no encontraste tu vocación, quizás hay que mirar atrás.

Dicen que el primer amor nunca se olvida, soy de las que opina que las grandes pasiones tampoco, solo que las tenemos guardadas en una cajita, en letargo, a la espera de que las volvamos a encontrar.

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Psicologia

¿Cómo mantener la agilidad mental y el aprendizaje continuo?

Cuando alcanzamos la edad adulta y acabamos nuestro periodo de formación o lo más conocido como “época de estudiante”, solemos tener cierto rechazo a seguir formándonos.

“¿Libros otra vez?”

“¡Llevo toda la vida detrás de un escritorio!”

“Ahora me toca centrarme en lo laboral.”

“¡Necesito más experiencia y menos teoría!”

“Es hora de pasar a la práctica.”

Estas son el tipo de frases que solemos expresar cuando pensamos en seguir relacionándonos con la formación o los estudios pero… Tanto en un equipo de trabajo como a nivel individual, si se quiere alcanzar el éxito profesional o el alto rendimiento, los niveles de agilidad mental, de aprendizaje y de creatividad deben mantenerse siempre en lo más alto.

¿Es posible lograr mantener los niveles de agilidad mental y aprendizaje?

La respuesta es clara y contundente: ¡SÍ!, y debe hacerse.

La eficacia de un individuo o grupo de individuos de alto rendimiento depende de si es posible mantener esos niveles y de conseguir que esos niveles sean consistentes con los objetivos personales o de la organización.

Richard Hackmann, en su libro “Leading teams”, afirma que: la efectividad de un equipo que genera productos o servicios que agradan a sus clientes aumenta con el tiempo sólo cuando los miembros de ese equipo tienen la capacidad de seguir aprendiendo de forma individual.

 

¿Cómo estimulamos esa capacidad de aprendizaje continuo?

1. Haz deporte.

La actividad física favorece a la generación de nuevas neuronas en el hipocampo y eso se traduce directamente en una mejor memoria.

Además, los beneficios del deporte ¡se acumulan! Lo que significa que, al reducir los niveles de estrés con la actividad aeróbica, nuestro cerebro se va “limpiando” y la información fluye con mayor velocidad.

 

2. Come bien.

Es de sobra conocido que los hábitos alimenticios influyen en la forma en la que nuestro cerebro se desarrolla y una mala alimentación, definitivamente, afecta a sus funciones.

Además, el riesgo cardiovascular (íntimamente relacionado con la alimentación) también está relacionado con la pérdida de volumen cerebral, así que alimentarnos de manera saludable tiene más beneficios de los que se ven a simple vista.

 

3. Lee.

La lectura de ocio o entretenimiento es una actividad súper completa. No es necesario leer cosas relacionadas con nuestro trabajo o nuestra área profesional para mantenernos activos mentalmente en el entorno laboral y mejorar nuestras capacidades, con leer algo que nos guste y nos resulte entretenido es suficiente.

Leer aumenta nuestra capacidad de comprensión, nuestra capacidad de pensamiento, nuestra creatividad y nuestra capacidad para innovar.

 

4. Relájate.

Como se ha mencionado antes, reducir los niveles de estrés ayuda mucho a mejorar la memoria, la autoconciencia y la empatía.

Podéis ver algunas maneras de reinicar la mente y relajarla en este post de nuestro blog.

 

5. Cambia hábitos.

Hacer cosas complicadas o que no estamos habituados a hacer despierta partes de nuestro cerebro que no utilizamos constantemente. Una manera muy sencilla de hacerlo es intentar utilizar la mano contraria a la que utilizamos normalmente para ducharnos, comer ¡o incluso escribir!

 

¿Qué te parecen estos 5 consejos para mantener tu agilidad mental?

¡Pruébalos! Verás cuántos beneficios tienen y cómo van a mejorar tu rendimiento. Además, mantenerse activo intelectualmente no sólo significa sentarse a “empollar”, ¿a que no?

 

 

 

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Mi camino al éxito

Empezando por el principio

Como digo en el título, empecemos por el principio…
¡UF! Llega el primer día, el día en el que uno se estrena como blogger y tiene tantas cosas que contar que no sabe ni por dónde empezar. Es por eso que haré lo mas sencillo y hablaré de mí mismo en esta primera entrada para que me conozcáis un poquito mejor y podáis haceros una vaga idea de lo que hablaré en los próximos posts.

Estilo de vida.

Siempre he creído llevar un estilo de vida saludable, el estilo de vida que todo el mundo ensalzaría como modelo a seguir: ¡me encanta el deporte y la nutrición! Fútbol, ciclismo, natación, frontón, largas caminatas, ensaladas sin sal, pechugas de pollo sin piel, productos light, suplementación y un largo etc. Todo ello a la vez y entremezclado a diario durante muchos años en mi vida convencidísimo, obviamente, de que hacía lo correcto. ¿Cómo alguien podía comerse el tocino del jamón serrano? ¡Qué asco! Nada más lejos de la realidad…
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Con 14 años me apunté por primera vez en el gimnasio y me enganché de inmediato, supongo que por esa sensación que se quedaba en mi cuerpo despúes de entrenar y por ese distintivo que tiene el que un chico de esa edad levantase pesas, cuando lo normal sería que andase metido en o preocupado por otros menesteres. Nunca me ha gustado ser uno +, actuar como uno +, o no tener iniciativa propia.
“Sé la excepción, no la regla.”

¡CAOS!

Una vida caótica marcó mi juventud: demasiado maduro para unas cosas y demasiado infantil para otras, el término medio se había perdido.
Eso sí, el deporte y la nutrición me ayudaron a mantener la disciplina en algunos aspectos de mi vida. Nunca falté a una sesión de entrenamiento y nunca comí algo que no estaba planeado; mi cerebro sólo pensaba en la composición de cada alimento que me metía en la boca y en qué beneficios iba a obtener después de cada sesión programada de entrenamiento. Comer siete veces al día era lo normal, y las molestias y el dolor tampoco faltaban a su cita diaria con mi cuerpo.
En principio, cumplía perfectamente con los requisitos que se deben cumplir para llegar a ser un gran deportista, ¿verdad? Si no faltaba a un entrenamiento y no me saltaba una comida… ¿entonces? ¿Dónde estaba el fallo?
“Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”-Albert Einstein.
Me encanta esa frase y me hizo pensar que quizá no estaba andando por el camino correcto y que quizás un cambio era lo más necesario.

Nuevos horizontes.

Mucho ha cambiado mi forma de ver las cosas en los últimos años y poco a poco me he alejado de esas creencias populares que han creado un estilo de vida sedentario y poco saludable: tanto en un extremo como en otro, porque muchos tópicos y mitos acechan también al mundo del deporte y de la salud.
Tener los medios para mantenernos física y psicológicamente estables siguiendo las pautas que nos han marcado o están comúnmente establecidas solo nos llevarán al fracaso, y es por eso por lo que decidí colaborar con el blog de The Gate.
Quiero intentar concienciar a la gente a cambiar sus hábitos y alejarse de los tópicos absurdos que abundan hoy en día en este campo, a la vez que cuento cómo lo logré yo: con mis fallos y mis aciertos. Al fin y al cabo TODOS podemos ser mejores de lo que somos porque únicamente deberíamos vivir en una competición constante con nosotros mismos.

No mires a los demás, tú eres tú y no él.

Simplemente trata de ser mejor que la versión anterior de ti mismo.

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Gestión

¡Uf! ¡Qué estrés!

Hemos escuchado hablar de estrés muchas veces, en diferentes contextos y utilizado por personas muy distintas. Además, siempre es utilizado en un ambiente negativo, cuando se ha llegado al límite o cuando hay mucha sobrecarga pero, ¿te has planteado alguna vez que si existe es porque es útil?

Aprendamos a entender al estrés. Es un incomprendido que no siempre es malo.

Entendemos el estrés, en términos generales, como algo así como una respuesta a cualquier tipo de demanda de nuestra mente, de nuestras emociones o de nuestro cuerpo físico, o incluso las tres. Pero no es tan negativo como lo tenemos conceptualizado, en realidad es un mecanismo de supervivencia: nos ayuda a luchar contra el viento o cuando nos enfrentamos a cualquier “demanda”.

 

No es necesariamente algo malo, ya que necesitamos un cierto nivel de estrés para hacer que nos ocupemos de nuestra vida diaria.

 

Pero el estrés no debe durar por mucho tiempo y, si lo hace, es cuando se convierte en algo perjudicial para la salud: cuando es algo cotidiano.

Como empresario/emprendedor, siempre te enfrentas al estrés (ya que la toma y gestión de riesgos es parte de tu trabajo), por lo que hay que ser capaces de gestionar y tratar con él para evitar la descomposición.

Tu objetivo debe ser reducir los factores de estrés (lo que causa el estrés, ya que puede haber personas, lugares, cosas, etc) y centrarte en la planificación e implementación de respuestas a esos factores.

He aquí una de las técnicas de control de estrés que utilizamos en nuestra metodología, y que ya será conocida por muchos.

Pregúntate: “¿Qué es lo peor que puede pasar?”

Lo primero que se nos viene a la cabeza (y al cuerpo), -a nosotros y a todo el mundo- es el miedo, tanto el miedo al éxito como el miedo al fracaso. Lo que puede hacer que nos neguemos a vivir nuestros sueños por no saber si podremos continuar hasta el final.

Al hacernos la pregunta anterior, nos permitimos plantearnos si realmente podemos hacer frente a eso “tan terrible” que nos puede pasar y, si es así, seguir adelante y hacer lo que queremos hacer. Muchas veces pensamos que el fracaso no le ocurre a todo el mundo y eso es ¡mentira! El que no ha fallado es el que no ha nacido aún.

 

EL PLAN:

1. ¡PARA!

Cuando el estrés causado por la abrumadora carga de trabajo, estudios, clientes, personal, etc. comienza a cargar sobre ti, es el momento de parar e intentar averiguar cómo responder a ese tipo de problemas, poniendo en marcha una actividad que resuelva esos problemas y fijándola con fecha y hora para conseguir solucionarlos.

2. No pierdas el foco.

La disciplina también entra en juego aquí porque es una manera muy inteligente para manejar el estrés. Si estamos comprometidos con nuestra meta/objetivo, seremos disciplinados con los pasos a dar hasta alcanzarla y los llevaremos a cabo independientemente de lo que esté sucediendo alrededor (aunque en el momento pueda parecer muy estresante). Sí, puede haber circunstancias imprevistas, pero tu mente y tu corazón estarán en tu objetivo y tendrás fuerza para tratar esas circunstancias.

3. Lo que dices toma forma.

Las palabras tienen poder: hay mucha relación entre lo que uno dice y lo que finalmente se convierte en realidad. Sabiendo esto, la mejor cosa que puedes hacer siempre es utilizar palabras a tu favor.

Hablando de estrés concretamente, los comentarios positivos hacia ti mismo pueden ayudarte a combatirlo porque es una manera de recordarte que eres capaz de gestionarlo, ¡recuerda que sólo es una llamada a la acción!

Es por ello que es recomendable tener una misión personal y/o una lista de objetivos que te leas a ti mismo con el objetivo de reforzar tu resolución para hacer aún más.

“A veces se gana, a veces se aprende”- John Maxwell.

4. Enfócate en lo que te ayuda.

Muchas personas se preguntan: “¿cómo pensar en positivo cuando nos enfrentamos a una situación de estrés?, ¡ni siquiera puedo pensar con claridad!”

Y tienen razón, pensar en positivo no es la solución a todos los problemas y menos cuando ya tenemos la situación complicada pisándonos los talones. Sin embargo, uno no se prepara para la batalla en el campo de batalla, ¿verdad? Ni se prepara para la batalla el día en que tus “enemigos” están viniendo a por ti.

Cambiar la estructura de tu pensamiento es una carrera de fondo: comienza por quitar esas cosas negativas que te rondan el pensamiento hoy, y así podrás enfocarte en lo que es verdaderamente importante (y positivo): el alcance de tu meta.

Las palabras que pronuncias durante una situación de estrés son las que se han alojado en tu mente, incluso antes de que llegara ese factor estresante. ¿Por qué no alimentar la mente con mensajes que nos ayuden?

5. Busca apoyo.

Tener un mentor o un socio de responsabilidades puede aliviarnos mucha carga, la importancia de la comunicación durante la crisis o el estrés no puede ser subestimada.

Esta comunicación puede llegar a ser mucho más importante cuando tenemos la oportunidad de hablar con una persona con más experiencia o que puede ofrecernos un recurso del que nosotros no disponemos. No siempre tenemos la respuesta a todas las preguntas y ¡ojo! tampoco debemos tenerla, ni siquiera cuando estamos hablando de gestionar nuestro propio estrés.

“Un problema compartido es un problema medio resuelto.”

 

¿Qué te parecen estas 5 claves para manejar el estrés? ¿Quieres conseguirlo?

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Mi camino al éxito

¡Ey, deportista!

¡Iniciamos mi sección!

Y aquí el protagonista será el espectador. ¡Sí, tú, deportista!

Muchos me conoceréis por @helarte_barry, una runner y triatleta principiante, aficionada a la escritura. Tengo mucha curiosidad por los pequeños detalles que suelen pasar inadvertidos ante la mirada del siglo XXI: egocéntrica, dispersa, acomodada… Busco grandes historias que sacar a la luz. No me interesa el más rápido, sino el que supo enfrentarse a un cambio.

“Si haces lo que siempre has hecho, nunca llegaras más allá de donde siempre has llegado”.

En mi sección os hablaré de triatletas, corredores, nadadores… amateurs que decidieron engancharse a las endorfinas que provoca una vida saludable y activa por alguna razón. Esto les cambió la vida y hoy son, sencillamente, felices. Al ser mi primer post considero adecuado hablaros sobre mí, como ejemplo para los futuros protagonistas de mi sección.

El viernes cumplí los 30 y para celebrarlo uní mis dos grandes pasiones: correr y viajar. Este domingo competí en los 20km de Paris después de que el sábado alcanzáramos nuestro objetivo de llegar a los 40.000 pasos; 41km de turisteo por una de las ciudades europeas más bonitas. ¿La ciudad del amor? No lo sé. Para mí la ciudad que me devolvió la ilusión. ¡¡La ilusión de volver a correr largas distancias!!

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Me calcé mis primeras deportivas hace 9 años en un mes de agosto y a mediodía, el único momento disponible que tenía. Recuperé el sentido del humor que había perdido cuando dejé el deporte 3 años antes. Me enganche más incluso que al chocolate. Salía a mediodía y empecé a doblar por las noches. No había fin. Empecé por correr carreras de 10k y rápidamente me obsesioné por bajar tiempos y subir kilómetros. Lo conseguí y a una velocidad de infarto. Las medias maratones eran adrenalina pura. Pero nadie me enseñó a gestionar la frustración. Nadie me dijo que cuanto más rápido subes más dura es la caída. Los entrenos empezaban a ser duros. No lograba recuperar mis tiempos. Me había sobreentrenado y no quería verlo. ¿Parar? Era una droga que me hacia desinhibirme. Ahora sonreía a los problemas, ¿cómo iba a volver a un estado sedentario que me perjudicaba emocional y racionalmente? Pues no quedó más remedio…

Fue un parón deportivo pero sobretodo mental. Estuve activa durante la recuperación y, con esfuerzo, conseguí racionalizar los entrenos a mi vuelta. Busqué un estado anímico equilibrado que no me inyectara tanta sobredosis de adrenalina para luego arrebatármela sin previo aviso. Conseguí entonces hacer ¡mi primera maratón en 2014! Desde entonces me he lesionado muchas veces y en una de ellas fue cuando me inicié en el triatlón. Ahora busco alternativas pero no dejo que el running sea una dependencia ni que el descanso me consuma.

París ha sido mi aspirina definitiva. Seguiré compitiendo en carreras nacionales y procuraré dar lo mejor de mi misma, pero mi meta (siempre debemos tener una) será llenar mi pasaporte de sellos de ciudades en las que competir. Prefiero disfrutar de una carrera con la mirada puesta en el paisaje, en el “allez, allez!” de su gente, el recorrido y la persona que me acompaña, a ofuscarme con el movimiento imparable de las manecillas del reloj.

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Mi camino al éxito

Yo soy…

¡Hola!

Yo estoy muy contenta de empezar a escribir en el blog de The Gate y quiero dar las gracias a todo el equipo por publicar mi blog y mis cosas.

Hoy quiero presentarme porque creo que no me conocéis y antes de contar más cosas prefiero presentarme.

Yo soy Samantha Rosario Muñoz Santaella y tengo Síndrome de Down.

Yo hago feliz a la gente y también me lo paso muy bien con mis amigos y me río mucho cuando yo salgo a muchos sitios.

Yo soy inteligente y simpática con todo el mundo, trabajo en un centro comercial de Alicante, en un hipermercado, mi departamento es textil: ropa de adultos . Yo entro a las doce hasta las tres de la tarde.

Y ya está, yo soy así como una persona adulta con veintisiete años y me despido con mucho besos y abrazos a todos.

 

Voy a seguir escribiendo mucho más, espero que leáis todo mi blog. ¡Gracias!

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Gestión

¿Si tuviera que hacerlo todo de nuevo, podría?

Si tuviéramos que empezar nuestra vida adulta de cero otra vez: sin recursos, sin dinero, sin conexiones, ¿podríamos?

Sí, creo que podríamos hacerlo. Pero sería completamente diferente.

Si somos honestos con nosotros mismos, yo me incluyo el primero, nos hemos acostumbrado a tener la oportunidad de comprar cosas por internet y despreocuparnos; llegué a sentirme tan cómodo con estas facilidades, que hubo una época en la que prácticamente lo hacía todo vía web.

Y como con ese ejemplo, con todo. A medida que va pasando el tiempo, nos vamos acomodando en la rutina, en las costumbres e incluso financieramente, como ya tenemos las necesidades básicas cubiertas… Sin embargo, llega un punto en el que esa comodidad deja de ser cómoda: nos falta algo, una novedad, algo por lo que ilusionarnos y es cuando nos planteamos volver a empezar, pero…

¿Tu crees que podrías hacerlo? Si tuvieras que empezar todo de nuevo como hiciste a los 20 años, sin dinero y sin conexiones, ¿podrías hacerlo?

Y si te hicieras esa pregunta dentro de 10 años, cuando te sientas más cómodo y más establecido ¿podrías empezar de nuevo? Pregúntale a tus padres o imagina qué cara pondrían sólo de pensar en ello.

Yo personalmente, cuando pienso en las personas que tienen que empezar de nuevo, siento una profunda admiración y no lo digo por decir, hablo con fundamento ya que en mi familia ha pasado mas de una vez.

Es por ello, que me he dedicado a involucrarme aún más con este tema, intentando sacar cada vivencia para, desde la experiencia, tomar conciencia de lo difícil que se puede llegar a poner la situación, y de cómo no perder el control, sino tomar las riendas de los acontecimientos y planificar desde cero una vez más sin cometer errores o, simplemente, mitigando más riesgos para que el camino sea más firme.

En este proceso de aprendizaje propio, he descubierto algo especialmente doloroso y es que la mayoría de las personas con las que me he reunido habían sido los mejores por un momento y han tenido que volver a empezar. Han tenido que bajar el ritmo, renunciar a comodidades y reducir el nivel de vida, y no todo el mundo es capaz de hacerlo. Renunciar a ciertos lujos no es lo más grave, lo que más me sorprende de estos casos es que la coincidencia de la gente de haber perdido sus bienes es habitual, pero es que además uno pierde su estado, pierde su identidad.

Esto me lleva a hacer un paralelismo con el deporte y, a su vez, con nuestros tres pilares fundamentales de la metodología de The Gate to success.

¿Qué tan difícil es superar una lesión en tu mejor momento de forma física?

¿Qué tan difícil es empezar nuevamente un proyecto cuando ya has fracasado en tu primer intento?

¿Qué tan difícil es recuperar la ilusión después de una pérdida importante?

La conclusión que extraigo se resume en una pregunta, no es que debamos temer las pérdidas de lo material o de las comodidades con las que contamos, debemos prepararnos para no perdernos a nosotros mismos:

¿Cómo no perder mi identidad después de encontrarme en el punto más bajo?

 

Esta reflexión es el comienzo de una serie de 4 posts donde hablaré en profundidad sobre cómo transformar en experiencias positivas, llenas de aprendizajes y lecciones, las situaciones no tan agradables en las 3 áreas fundamentales de nuestra vida: la profesional, la personal y la de actividad física.

¿Te animas a seguirlas?

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Gestión Psicologia

5 razones para no abandonar tu lista de tareas

Si comparamos las maravillosas aplicaciones de nuestro smartphone para organizarnos con una lista de tareas pendientes escrita a mano, ésta última puede parecer algo arcaica, ¡pero no es así! Esta famosa lista tiene un propósito y un valor.

Da lo mismo si eres amo de casa, emprendedor, trabajador por cuenta ajena o incluso jubilado, la lista de tareas puede ser una herramienta esencial si la usamos correctamente. Una lista de tareas en papel, que hoy en día puede ser considerada hasta vintage, puede ayudarnos a empezar cada mañana con un propósito o a crear un nuevo hábito. Aquí tienes 5 razones por las que deberías volver a utilizarla.

 

Amanece con un propósito

Una vez que tu rutina mañanera de aseo, desayunos y puesta a punto está completa, es muy fácil que pierdas el foco con respecto al día que tienes por delante porque solemos dejarnos llevar por los hábitos que ya tenemos integrados. Cada día puede sorprenderte con un nuevo set de retos o imprevistos que hacen que tus objetivos personales se pierdan en el camino.

Si escribes una lista de tareas la noche de antes, te despertarás con la lista “fresquita” en tu mente. Este nuevo ritual nocturno puede generar ilusión y ayudarte a mantener el rumbo, además, la celebración proveniente de cada pequeño check✓ en tu lista es genial.

 

Dirige tu cerebro

Independientemente de tu personalidad o tus hábitos, todos vivimos en un mundo extremadamente cambiante y en continuo movimiento, lo cual puede distraernos fácilmente.

Hay tanto que ver, observar y hacer en nuestra sociedad que nuestros cerebros han de hacer un gran esfuerzo para mantenerse centrados y concentrados. ¡Vuelve a tu lista de tareas cuando te sientas saturado o distraído!

En el proceso de decidir qué hacer después, revisa tu lista. ¿Está todo completado? Si es así, puedes añadir una o dos tareas más a la lista, si no, ¡es tiempo de volver a la acción!

 

Crea un nuevo hábito saludable

Es probable que te hayas decidido a añadir un nuevo hábito saludable a tu rutina diaria. Esto puede ser especialmente difícil si ya te encuentras ocupado con el trabajo, la familia y los amigos. Al final del día, cuando ya te has calmado y bajado el ritmo, es cuando finalmente te centras en ti mismo únicamente para acordarte de todas esos planes que te has saltado o has olvidado.

Añade tu nueva actividad o tu nuevo objetivo a tu lista de tareas y déjala ahí hasta que se haya convertido en un hábito. Marca tu calendario durante 21 días añadiendo esta nueva rutina a tu lista diaria durante todo ese tiempo. Después de ese ciclo de 3 semanas, comprueba y analízate y te darás cuenta de que esa nueva actividad ¡está integrada en tu rutina!

 

Reduce tu ansiedad

La ansiedad es habitualmente una señal que te informa de que algo te preocupa acerca de tu futuro; tu mente puede sentir que hay demasiado por hacer en un periodo de tiempo muy corto. ¿Cómo hacer para lograr que todo esté hecho? La lista de tareas puede parecer larguísima en tu cabeza pero puedes reducir esa ansiedad anotando únicamente entre 3 y 5 ítems.

Limitar tu lista de tareas te protegerá de sentirte sobrepasado y, una vez hayas completado esas 3-5 actividades, te darás cuenta de cuánto has conseguido.

 

Manifiesto

Escribir tus objetivos es una manera de aclararlos en tu cabeza y de darles importancia. Tu escritura y tu letra son únicas, tienen una belleza y una energía propias que solo tú puedes generar, por lo que es como si al escribir esas palabras hicieras un manifiesto o un acuerdo firme contigo mismo.

Nuestros smartphones son muy útiles pero aférrate a los bolis y a las libretas también. Si se te ha olvidado tu lista en casa ¡no pasa nada!, anota todo en tu teléfono móvil pero no olvides trasladarlo luego al papel. Toma notas a lo largo del día para ir minimizando tu lista de tareas y, cuando llegues a casa por la noche, cuando ya esté todo más tranquilo, prioriza dichas tareas para organizar el día siguiente.

 

¿Qué te parecen estos 5 beneficios de utilizar una lista de tareas? ¿Quieres probar?