Categorías
Novedades Psicologia

Lo que tus valores te enseñan

Todos funcionamos con cierta manera de entender lo que está bien y lo que está mal, lo que es bueno y lo que es malo, o lo que es peligroso o seguro, pero pocos nos preguntamos por qué pensamos de esa manera o hacemos lo que hacemos.

La mayoría de nosotros estamos en “piloto automático”, avanzando en nuestro día a día y haciendo las cosas según nos han enseñado nuestros padres, compañeros y la sociedad.

Lo que realmente te mueve son TUS VALORES.

 

¿Qué son los valores?

Los valores son una representación interna (una foto, un sentimiento o un sonido) de lo que se codifica en tu mente (casi siempre de manera inconsciente) como las cosas más importantes para ti en determinada área de tu vida.

En psicología, los valores se localizan a un nivel más profundo incluso que las creencias, de hecho, están “impresos” en ti mucho antes que tus creencias y te programan desde pequeño. Se dice que esto sucede entre los 0 y los 3 años, es decir, que a los 3 años tus valores ya están programados.

Hay 3 fases para el desarrollo de tus valores, según Morris Massey:

  • El periodo de impresión (0-7 años): Como una esponja, absorbemos todo los ue vemos, oímos, olemos, saboreamos, tocamos y sentimos.
  • El periodo de modelado (8-13 años): Adoptamos las características de la persona a la que más admiramos o en la que nos queremos convertir. Copiamos a otras personas y probamos distintas maneras de ser.
  • El periodo de socialización (14-21 años): Intentamos determinar dónde encajamos en la sociedad. A medida que vamos desarrollando nuestra individualidad, empezamos a cuestionarnos la programación y las normas anteriores.

Entre los 20 y los 30 años desarrollamos la persona que presentamos al mundo exterior. Esto explica por qué mucha gente no se dedica a lo que estudiaron en la universidad o ni siquiera acaban su carrera universitaria, porque la eligieron con 18 años y ya no se corresponde con quiénes son hoy en día.

Cada uno de estos periodos es clave para desarrollar nuestro conjunto de valores (lo que valoramos como lo más importante para nosotros), y a partir de esos valores, se desarrollan nuestras creencias o convicciones de lo que consideramos verdadero.

 

La importancia de conocer tus valores.

Conocer tus valores es clave para determinar lo que haces con tu tiempo y cómo valores el tiempo invertido. En lo más profundo de tu ser, tus valores te conducen a invertir tu tiempo en cosas que apoyen lo que es más importante para ti; hasta que no conozcas cuáles son tus valores, esto pasa de manera inconsciente.

Tus 5 valores principales son los que más influyen en cómo vives tu vida (aunque tienes más). Convertirte en alguien que conoce sus valores te permitirá tomar mejores decisiones y establecer mejores objetivos.

Puedes conocer más acerca de tus valores aquí.

 

Tus valores deben concordar con tus objetivos y viceversa.

Es importante que tus valores estén alineados con tus objetivos y viceversa, si no se apoyan directamente los unos a los otros, te encontrarás con conflictos internos continuamente.

Si valoras como importante la abundancia económica en los negocios y aceptas un trabajo asalariado que no concuerda con el estilo de vida que quieres, siempre estarás frustrado y sintiendo que vives en conflicto.

Si valoras como importante una comunicación abierta en una relación y la persona con la que compartes tu vida no se abre y no se comunica, habrá conflicto.

Coordinar tus decisiones para apoyar tanto tus valores como tus propósitos te ayudará a conseguir las cosas que quieres conseguir en la vida y esto es algo que, la mayoría de las veces, está bajo tu control.

Otra forma de conflicto de valores se da cuando tienes dos valores que son positivos pero que compiten el uno contra el otro.

Valores el dinero y la libertad en tu carrera profesional. Para ganar más dinero, trabajas más y más, pero tu libertad empieza a coartarse y grita: “¡Ey! ¿Y yo?”. Dándote cuenta del desequilibrio, empiezas a hacer cosas que te aportan más libertad como tener más tiempo libre y vacaciones, y trabajar menos. Cuando tu valor por el dinero no se alcanza, empieza a gritar: “¡Ey! ¿Y yo?”. Y este ir y venir se convierte  en un ciclo.

Este tipo de conflicto requiere que armonices tu vida equilibrando tus distintos valores. Necesitas hacer compromisos contigo mismo y aceptar que puede que haya periodos de ajuste antes de ese periodo de equilibrio feliz.

Empieza escribiendo tus valores principales de cada área fundamental de tu vida y empezarás a encontrarte en el camino de alinear tus objetivos con lo que es verdaderamente importante para ti. Vivir este tipo de vida equilibrada te traerá nuevas alegrías, nuevas experiencias y nuevas satisfacciones.

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by Kelly Sikkema on Unsplash

Categorías
Psicologia

La gran mentira de LUCHAR por conseguir los sueños

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de: “lucha”, “sé fuerte”, “pelea”? Y… ¿cuántas veces nos ha servido realmente para conseguir nuestros objetivos?

Últimamente, cada vez lo escucho más y cada vez constato lo inútil que es. ¿Y si lo que realmente nos aproxima a nuestros objetivos va en contra de todo lo que nos han enseñado? Puede sonar revolucionario, pero no lo es porque alcanzar nuestros sueños puede ser fácil e incluso ¡podemos disfrutar del proceso! Sin estrés, sin tensión, sin sufrimiento, sin decepción…

Es cierto que existe un “libro de reglas” para ser exitoso en la vida y si lo seguimos de manera estricta, trabajamos duro, no levantamos la cabeza y nos enfrentamos al estrés, seguro que conseguiremos algo bueno… algún día… ¿no?

¿Y si esa no es la mejor opción? Puede que no funcione para todos y cada uno de nosotros y que hayan mejores opciones. Efectivamente, las hay, y cuando empecemos a vivir de esa manera nuestro mundo se expandirá y podremos apreciar todo lo maravilloso del proceso, del camino hacia nuestros sueños.

Dicen que una manera excelente de afrontar este mundo de sufrimiento y estrés es acostumbrándonos a él, aceptando que existe y tratando de que no nos afecte pero… ¿de verdad necesitamos vivir con estrés para poder acostumbrarnos a él y que deje de afectarnos? Si existen maneras de sentirnos genial y vivir una vida estupenda, ¡vamos a hacerlo!

¿Es mucho pedir? ¿Parece difícil? ¡No lo es!

 

Accede a ti mismo.

Todo lo que necesitas para llevar este estilo de vida más fluido está en ti, empieza por hacer estos pequeños cambios:

  • Cómo te mueves es cómo eres. Muévete con facilidad, sin prisa, el mundo está para que lo recorras y no hay lugares prohibidos. ¡Recorre tu vida!
  • Utiliza lo que necesitas. Y pon en reposo los recursos que no te hacen falta (personales y materiales).
  • Ejecuta las tareas simples con la menor cantidad de esfuerzo necesario. Agotar recursos en tareas que no los requieren es gastar energía que no va a volver.

Y todo cambiará, tu cuerpo empezará a funcionar mejor y tu mente se volverá más calmada y clara. Tendrás acceso a ti mismo al completo, no solo a una parte (la otra parte se quedaba bloqueada en la tensión, el estrés o el miedo), y las cosas empezarán a ir bien, luego muy bien y luego genial.

“No pain, no gain”

O lo que es lo mismo, “sin dolor, no hay ganancia” o “quien algo quiere, algo le cuesta”. Como adultos, cuanto más ocupados estemos y más estresados con todo lo que llevamos encima, más caemos en la tentación de pensar que todo eso es una señal de éxito. Parece que la falta de sueño es algo a lo que aspirar y que luchar contra los obstáculos todo el día, todos los días es señal de que los estamos venciendo.

 

Cambiando de mentalidad

El primer paso hacia una nueva estructura mental es empezar a suavizar los procesos. Coger más, hacer más, ver más y conseguir más, todo con menos esfuerzo. Cómo nos sentimos cuando llegamos donde queremos depende de cómo nos sintamos a lo largo del camino. Si el desarrollo de las tareas para alcanzar nuestros objetivos es duro, agobiante y estresante, cuando alcancemos la meta nos sentiremos agobiados y estresados, bien con la siguiente meta, o bien con el resultado de la primera. Mientras que si el proceso ha sido exigente pero hemos ejecutado los esfuerzos de manera natural, sin preocupación, sin presión y disfrutando, nos sentiremos más que satisfechos al llegar al final.

Creer en ti es fundamental. Cuando hay falta de convicción hay estrés, tensión, juicios y básicamente actuamos de manera alborotada para conseguir las cosas que creemos que queremos. En el momento en que damos el paso hacia la fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades naturales, todos los procesos empiezan a suavizarse.

Confía en que tu cuerpo hará lo que tiene que hacer sin necesidad de que lo tenses. Confía en que tu mente hará lo que necesites sin que la estreses. Conviértete en un “alma libre” y deja que fluya la energía, no la bloquees con tensión extra y estrés.

Te desbloquearás y te convertirás en alguien totalmente capaz y sin límites cuando te liberes del estrés y aprendas a moverte en armonía contigo mismo.

¿Quieres conseguirlo?