Categorías
Gestión

3 pasos para tomar el control de tu vida

RPM es una estrategia de planificación para maximizar los resultados en tu vida y aumentar tu sentimiento de logro y alegría.

Y para hacer eso tenemos que cambiar nuestro enfoque de la pregunta: “¿Qué tengo que hacer?“, a la pregunta: “¿Cuál es el resultado que quiero?

 

¿Qué quiero? ¿Qué es lo más importante para mí? ¿Con qué resultado me comprometo? ¿Qué resultado estoy comprometido a lograr? Este cambio va a alterar completamente cómo respondes a las cosas en tu vida porque va a cambiar tu actitud sobre todo lo que llama tu atención: ya sea por miedo, por falta de disciplina o por que pueda darte placer en el momento.

 

Aquí van las 3 claves para redirigir nuestro enfoque.

1· Cuando nuestro foco no está en nuestro objetivo o nuestro bienestar/beneficio a largo plazo, muchas veces caemos en empezar a fantasear con lo que no tenemos o lo que nos falta. “Si tuviera aquello, no tendría que estar haciendo esto en este momento y podría estar…“. Ese cambio de atención en lugar de producirnos alegría nos produce dolor.

2· ¿Cuál es la segunda cosa que captura nuestro enfoque cuando no prestamos atención? Lo que nos da placer. “¿Sabes qué? Estoy tan estresado… ese chocolate tiene una pinta…, o voy a tomar mi café allí, o mi súper mokka con nata y me voy a escapar durante unos minutos, porque me lo merezco.” Porque el foco está en cómo sentirse bien y no en cómo no sentirse mal.

3· ¿Y cuál es la tercera cosa que capta tu atención? La demanda de la gente. ¿De dónde vienen hoy las demandas? ¿De otras personas cara a cara? Antes, podíamos usar excusas para evitar las demandas de la gente, ¿no? “Ok, sé que estás bajando por el ascensor así que yo voy por las escaleras; u ok, sé que van a comer ahora, así que yo voy en otro momento”. ¿Cuántas personas han jugado a este tipo de juego en algún momento de sus vidas? Sin embargo, ya no funciona. Te envían correos electrónicos, mensajes de texto… Las demandas de atención están en todas partes ya que hay varias oportunidades para que esto ocurra, tan simple como levantar el teléfono y llamarte. ¿Y dónde está el teléfono? ¡En tu bolsillo! Y por cierto, si no estás  te dejan un mensaje de voz. Piensa en ello. No necesariamente hay más demandas sino que estamos más accesibles a ellas. Y si no tienes claro dónde colocar tu foco vas a formar parte de los planes de los demás.

Y te preguntas: “¿por qué estoy tan estresado?”.

¿Dónde está tu foco? ¿Tienes el control de tu vida?