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Maneras de mejorar tu felicidad en el trabajo

Los adultos pasamos la mayor parte del tiempo que estamos despiertos en el trabajo. Considerando que menos de un 50% de la gente está satisfecha con su trabajo, entendemos que la gente está más estresada, más quemada y más infeliz que nunca, ¿no?

Si vas a pasar de 30 a 50 horas semanales en el trabajo, ¿por qué no disfrutarlo lo máximo posible? Afortunadamente, la ciencia nos ha proporcionado información muy útil para que mejoremos nuestra felicidad en el trabajo.

Empleo, carrera o vocación.

Puedes ver el trabajo de 3 maneras:

  • Si ves tu trabajo como un empleo, principalmente estás motivado por el dinero lo que quiere decir que el trabajo significa que te paguen a final de mes.
  • Si ves tu trabajo como una “carrera profesional”, disfrutas del trabjo pero estás motivado por la posibilidad de avanzar. Quieres ascender y ves tu trabajo como el paso previo a algo mejor.
  • Si ves tu trabjo como una vocación, sientes que tu trabajo va en línea con tus valores y, de alguna manera, contribuyes a que el mundo sea mejor. (Puedes saber más sobre esto con este eBook).

Una vez has identificado qué tipo de trabajo estás haciendo, puedes sentirte más aliviado porque tendrás claro el objetivo. Por ejemplo:

Si reconoces que tu trabajo es una cosa temporal que te ayuda a pagar facturas (empleo), te sentirás mejor con el hecho de que no te encanta, de hecho, valorarás el trabajo como lo que es en lugar de sentirte presionado para adorarlo si no te satisface a un nivel más profundo.

Los siguientes pasos sirven para cualquiera de las tres opciones de trabajo y pueden mejorar, no solo tu felicidad en el trabajo, sino también tu satisfacción en general.

 

Dale significado.

Tienes el poder sobre cómo ves tu trabajo, si crees que es aburrido e insignificante, entonces te aburrirás y te sentirás insignificante. Sin embargo, puedes reformular tu trabajo poniéndolo en contexto: ¿qué servicios ofrece a la sociedad? ¿Qué benficios aporta al mundo?

Haciendo esto encontrarás mayor satisfacción y agradecimiento por tus esfuerzos.

 

Aplica tus talentos.

Las personas felices son las que utilizan sus talentos en todas las áreas de su vida. Si sientes que tu trabajo no despierta de manera natural tus talentos o fortalezas, piensa maneras creativas de integrar tus capacidades en tu día a día laboral.

 

Fomenta las relaciones.

Tener relaciones saludables es uno de los mayores indicadores de felicidad. Conecta con tus compañeros y mejorarás tu estado de ánimo. No se trata necesariamente de socializar con ellos fuera del trabajo, simplemente se trata de estar dispuesto a relacionarte para crear un ambiente de oficina o puesto de trabajo más agradable y disfrutable.

 

Alaba.

Existe una correlación altísima entre sentirse valorado y sentirse satisfecho con el trabajo. Si eres el jefe, podrás ganar confianza, lealtad y compromiso por parte de tus empleados simplemente alabando regularmente su trabajo. Si eres empleado, ofrece gratitud y alabanzas a tus compañeros y jefes. Cuando nos sentimos apreciados aumenta nuestra productividad, nuestra creatividad y nuestro bienestar.

 

Personaliza tu espacio.

Parece obvio pero rodearte de belleza y recuerdos personales afecta a tu estado de ánimo. Ponte fotos de tus seres queridos, arte que te inspire e imágenes que te hagan sentir bien. Haz de tu espacio un sitio en el que quieres pasar tiempo, en el que quieres estar.

 

Haz descansos y utiliza tu tiempo para comer.

Hacer descansos durante tu jornada laboral te da energía y mejora tu perspectiva. Incluso hay estudios que demuestran que dedicar esos descansos a otras actividades beneficiosas para la salud como el deporte, mejora la satisfacción laboral, la gestión del tiempo, la productividad y reduce el estrés.

 

O ¡cambia de trabajo!

Por supuesto que se pueden hacer muchas cosas para gestionar de la mejor manera posible una situación que no te gusta o que te consume, pero también es cierto que, en determinado momento, podemos enfrentarnos al hecho de que es mejor experimentar incertidumbre e inestabilidad que pasar más tiempo en un trabajo que detestas.

Si piensas que una relación de pareja que ya no funciona debe terminarse, ¿por qué no pensar de la misma forma con un trabajo? Esfuérzate, sé valiente y haz todo lo que puedas por ser feliz en el trabajo, tu vida te lo agradecerá.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by Ellyot on Unsplash
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Mi camino al éxito

Las pasiones olvidadas

Cuando me comentaron los chicos de The Gate que escribiera sobre mi camino al éxito, lo primero que se me vino a la cabeza es:

“¿Qué me ha hecho a mí alcanzar el éxito?”

Y la respuesta fue clara, lo que me ha hecho alcanzar mi éxito fue conectar con mis pasiones, con lo que verdaderamente me motiva y enriquece, y con lo que, tiempo atrás, había olvidado.

 

Las pasiones olvidadas

Un buen regalo para un niño pequeño era, y sigue siendo, el libro de colorear y las ceras Carioca (o algún otro artículo para que la ropa no se manche); incluso ahora mismo los libros de colorear para adultos se están poniendo de moda. No hay casi ningún niño al que no le guste pintar, dibujar o colorear, pero con el paso de los años la mayoría de los niños dejan de pintar, ¿por qué?

Recuerdo que en mis primeras clases de plástica me decían los profesores: “no puedes salirte de la raya” o había que colorear un Belén y la toga de la virgen María cuanto más rosa o rojo fuera, mejor. De repente algo tan libre y tan sentido para mí, tenía reglas. Unas reglas que la mayoría de las veces, no me gustaba seguir y que para más inri, cada año iban a más, que si la perspectiva, la proporción, que si el dibujo no era fiel al modelo… Plástica se convirtió en una asignatura que aborrecía. Y que en lugar de cultivar mi pasión, me alejaba de ella.

No obstante, seguí dibujando como hobby pero a la hora de la verdad, a la hora de elegir una profesión pensé: ¿pero a dónde voy dibujando? ¿a morirme de hambre? Tampoco veía útil ni con demasiadas salidas estudiar la carrera de bellas artes y elegí el diseño gráfico, que no estaba desligado totalmente del mundo artístico. Sin embargo, en ese camino para ser una ciudadana con empleo, se me olvidó que amaba pintar.

La mayoría de los niños dejan de pintar porque no le ven utilidad ninguna, como no van a convertirse en el próximo Picasso, se olvidan del mero hecho de pintar por placer, por expresarse… Pero ¿se olvidan ellos? ¿O la sociedad les hace olvidar?

Y yo me pregunto ¿desde cuando el motivo principal para hacer algo es que tenga algún fin?. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? Porque te hace feliz, sin reglas, sin juicios de si está bien o mal la manera en que lo haces…

Si estás en un punto de tu vida en que todavía no encontraste tu vocación, quizás hay que mirar atrás.

Dicen que el primer amor nunca se olvida, soy de las que opina que las grandes pasiones tampoco, solo que las tenemos guardadas en una cajita, en letargo, a la espera de que las volvamos a encontrar.