Categorías
Gestión Novedades Psicologia

Maneras de mejorar tu felicidad en el trabajo

Los adultos pasamos la mayor parte del tiempo que estamos despiertos en el trabajo. Considerando que menos de un 50% de la gente está satisfecha con su trabajo, entendemos que la gente está más estresada, más quemada y más infeliz que nunca, ¿no?

Si vas a pasar de 30 a 50 horas semanales en el trabajo, ¿por qué no disfrutarlo lo máximo posible? Afortunadamente, la ciencia nos ha proporcionado información muy útil para que mejoremos nuestra felicidad en el trabajo.

Empleo, carrera o vocación.

Puedes ver el trabajo de 3 maneras:

  • Si ves tu trabajo como un empleo, principalmente estás motivado por el dinero lo que quiere decir que el trabajo significa que te paguen a final de mes.
  • Si ves tu trabajo como una “carrera profesional”, disfrutas del trabjo pero estás motivado por la posibilidad de avanzar. Quieres ascender y ves tu trabajo como el paso previo a algo mejor.
  • Si ves tu trabjo como una vocación, sientes que tu trabajo va en línea con tus valores y, de alguna manera, contribuyes a que el mundo sea mejor. (Puedes saber más sobre esto con este eBook).

Una vez has identificado qué tipo de trabajo estás haciendo, puedes sentirte más aliviado porque tendrás claro el objetivo. Por ejemplo:

Si reconoces que tu trabajo es una cosa temporal que te ayuda a pagar facturas (empleo), te sentirás mejor con el hecho de que no te encanta, de hecho, valorarás el trabajo como lo que es en lugar de sentirte presionado para adorarlo si no te satisface a un nivel más profundo.

Los siguientes pasos sirven para cualquiera de las tres opciones de trabajo y pueden mejorar, no solo tu felicidad en el trabajo, sino también tu satisfacción en general.

 

Dale significado.

Tienes el poder sobre cómo ves tu trabajo, si crees que es aburrido e insignificante, entonces te aburrirás y te sentirás insignificante. Sin embargo, puedes reformular tu trabajo poniéndolo en contexto: ¿qué servicios ofrece a la sociedad? ¿Qué benficios aporta al mundo?

Haciendo esto encontrarás mayor satisfacción y agradecimiento por tus esfuerzos.

 

Aplica tus talentos.

Las personas felices son las que utilizan sus talentos en todas las áreas de su vida. Si sientes que tu trabajo no despierta de manera natural tus talentos o fortalezas, piensa maneras creativas de integrar tus capacidades en tu día a día laboral.

 

Fomenta las relaciones.

Tener relaciones saludables es uno de los mayores indicadores de felicidad. Conecta con tus compañeros y mejorarás tu estado de ánimo. No se trata necesariamente de socializar con ellos fuera del trabajo, simplemente se trata de estar dispuesto a relacionarte para crear un ambiente de oficina o puesto de trabajo más agradable y disfrutable.

 

Alaba.

Existe una correlación altísima entre sentirse valorado y sentirse satisfecho con el trabajo. Si eres el jefe, podrás ganar confianza, lealtad y compromiso por parte de tus empleados simplemente alabando regularmente su trabajo. Si eres empleado, ofrece gratitud y alabanzas a tus compañeros y jefes. Cuando nos sentimos apreciados aumenta nuestra productividad, nuestra creatividad y nuestro bienestar.

 

Personaliza tu espacio.

Parece obvio pero rodearte de belleza y recuerdos personales afecta a tu estado de ánimo. Ponte fotos de tus seres queridos, arte que te inspire e imágenes que te hagan sentir bien. Haz de tu espacio un sitio en el que quieres pasar tiempo, en el que quieres estar.

 

Haz descansos y utiliza tu tiempo para comer.

Hacer descansos durante tu jornada laboral te da energía y mejora tu perspectiva. Incluso hay estudios que demuestran que dedicar esos descansos a otras actividades beneficiosas para la salud como el deporte, mejora la satisfacción laboral, la gestión del tiempo, la productividad y reduce el estrés.

 

O ¡cambia de trabajo!

Por supuesto que se pueden hacer muchas cosas para gestionar de la mejor manera posible una situación que no te gusta o que te consume, pero también es cierto que, en determinado momento, podemos enfrentarnos al hecho de que es mejor experimentar incertidumbre e inestabilidad que pasar más tiempo en un trabajo que detestas.

Si piensas que una relación de pareja que ya no funciona debe terminarse, ¿por qué no pensar de la misma forma con un trabajo? Esfuérzate, sé valiente y haz todo lo que puedas por ser feliz en el trabajo, tu vida te lo agradecerá.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by Ellyot on Unsplash
Categorías
Flechas Novedades

Flechas de la semana

A continuación te presentamos cuáles han sido los temas que más nos han cautivado y de los que hemos hablado esta semana.

¿Te apetece echarles un vistazo?

 

Semana 38

7 pasos para ayudarte a conseguir tus objetivos en 2019.

8 maneras de reinspirarte en el trabajo.

De la idea al negocio.

5 claves para crear (o cambiar) tu perspectiva.

 

 

Photo by Vince Fleming on Unsplash

Categorías
Psicologia

5 claves para crear (o cambiar) tu perspectiva

Toda historia, TODA,  está filtrada a través de nuestra lente de creencias para ayudarnos a responder rápido y de la mejor manera posible, es decir, la realidad depende de nuestra perspectiva. El filtro que elegimos afecta al mundo que vemos, elegir un filtro positivo significa vivir una vida llena de oportunidades y elegir un filtro negativo significa una vida de limitaciones.

¿Cómo elegimos esa perspectiva?

1. Tenemos puntos ciegos.

Todos tenemos puntos ciegos visuales y cognitivos, y sesgos aprendidos; dichos puntos y sesgos sabotean nuestro juicio y nos convierten en seres automáticos anclados en patrones de comportamiento establecidos que, muchas veces, no nos sirven.

A veces, otras personas son capaces de ver estos puntos ciegos mejor que nosotros; otras veces, a través de la meditación o de tareas de autoconocimiento, nos es posible ver nuestros propios patrones e iluminar los ocultos y limitantes. Una vez hemos visto un punto ciego, no podemos no verlo, con esta luz surgen muchas posibilidades.

 

2. El optimismo es útil cuando es realista.

Muchas veces el pensamiento positivo tiene mala fama porque la gente asume que es simplemente optimismo ciego. El optimismo realista es la capacidad de ver las situaciones de manera precisa y confiar profundamente en que el futuro será bueno incluso si la situación actual no lo es o no es como te gustaría que fuera. La parte buena es que, incluso si tiendes a ser pesimista de manera natural, puedes fortalecer tu optimismo ¡practicando! Porque como acostumbramos a decir en The Gate: ¡todo es entrenable!

Puedes averiguar cómo potenciarlo aquí.

 

3. La perspectiva no es un termómetro, es un termostato.

Podemos controlar cómo la perspectiva nos empuja a actuar de determinada manera en determinada situación. Imagina que llegas tarde al trabajo y mientras conduces te topas con un semáforo en rojo detrás de otro; si ves la perspectiva como algo ajeno a tu control, esta escena puede subirte la temperatura de rabia, si por el contrario la ves como un termostato, tienes el poder para pensar de una manera que apoye tu capacidad de controlar la situación y responder ante ella.

Evidentemente, no tienes el control sobre los semáforos, pero sí tienes el control sobre tus reacciones. Ese es el punto donde puedes bajar el termostato utilizando herramientas como el control de pensamientos, la respiración o incluso cambiando la ruta.

 

4. Es importante cómo pensamos.

Conforme vas pensando intenta averiguar si estás siendo: compasivo, curioso, paciente y no prejuicioso.

Un primer paso para cambiar nuestra perspectiva es descubrir si nuestra manera de pensar es útil o inútil.

  • La manera inútil de pensar se asocia con ser rígido, evitativo y estar en contra de la realidad de cada situación. Se tiende a un razonamiento de blanco o negro con cierto rechazo a aceptar las situaciones, culpando a los demás y evitando o eliminando los sentimientos.
  • La manera útil de pensar se asocia con las soluciones, la flexibilidad y la aceptación. Tiende a centrarse en el problema y te empuja a buscar información y a la reinterpretación positiva de los acontecimientos.

 

5. Las 3 áreas de la perspectiva.

  1. Acciones: Son las más fáciles de identificar como controlables porque se refieren a algo observable. Las acciones son nuestras respuestas ante los estímulos después de que nuestros pensamientos y nuestras emociones los hayan filtrado. La mayoría de las veces tenemos claro que no somos marionetas sino que controlamos nuestras acciones.
  2. Pensamientos: Se alejan un poco de nuestro control. Nuestro juez interno comenta continuamente lo que hacemos y cómo lo hacemos y no siempre es demasiado amable. Puede ser un reto “bajarle el volumen” o liberar nuestra mente de esos patrones de pensamiento, pero es posible conseguirlo.
  3. Sentimientos: Los identificamos como los más ajenos a nuestro control pero si analizamos nuestros comportamientos pasados, nuestras creencias y hacemos un ejercicio de metacognición (pensar acerca de los pensamientos), podemos convertirnos en testigos de nuestras vidas y descubrir cómo controlar nuestras emociones.

 

Utiliza tus habilidades de toma de perspectiva habitualmente y, como un músculo, crecerán.

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by Josh Calabrese on Unsplash

Categorías
The Gate History

Todo lo que nos han dicho sobre logro, es falso

Últimamente, hemos aprendido algo que va en contra de todo lo que nos habían dicho hasta ahora acerca de alcanzar los sueños. Realmente, es algo revolucionario permitirnos a nosotros mismos lograr más y disfrutar del proceso de trabajar duro por los objetivos sin ESTRÉS, TENSIÓN, LUCHA ni DERROTA.

Si nos ponemos a pensarlo parece que hay un “LIBRO DE NORMAS DE LA VIDA” que si lo sigues obedientemente, trabajas muy duro, te sacrificas y sobrevives al estrés y a la tensión, algún día conseguirás algo. Es lo que conocemos como:

MERECE LA PENA.

Nosotros no pensamos que esa sea la mejor manera y tampoco pensamos que se adapte a todos nosotros. Tiene que haber algo mejor… Es como empezar a ver todo esto como un juego de pilla-pilla, solo que persiguiendo la grandiosidad de cada experiencia, no sólo es divertido pillarlo sino también ¡correr detrás de ello!

Las enseñanzas milenarias nos dicen que si logramos el control de como nos sentimos (no de las circunstancias sino de cómo nos sentimos con ellas) entonces estaremos satisfechos con cómo son las cosas. Nos dicen que el mundo está lleno de sufrimiento, estresores y sacrificios y que nuestro trabajo es adaptarnos a ellos para estar serenos y, en algún momento, transcender.

Lo entendemos, tiene sentido y está muy bien pero… ¿es la mejor idea para gestionar el estrés? Realmente, NO necesitamos más estrés y, definitivamente, NO necesitamos practicarlo. ¿Buscamos algo más allá? ¿Buscamos crear y recrear nuestro mundo liberándonos de todo eso?

 

1. Conecta con tu ser.

¿Conoces la frase “no pain, no gain“? Como adultos, cuanto más ocupado estés y cuanto más estresado estés con todo lo que llevas en marcha, más “engañado” estás con que es una seña de éxito. Dormir poco es algo a lo que aspirar y luchar empujando los obstáculos todo el día, todos los días, es una prueba de que lo estás logrando.

Practica la vida de una forma diferente y repítete:

Muévete con facilidad“, todo lo que tienes en todas las direcciones que puedas.

Usa lo que necesites“, y reserva lo que no.

Haz las tareas sencillas, y las no tanto, con el menor esfuerzo posible”.

Cómo te mueves es cómo eres“.

Y todo cambiará, tu cuerpo empezará a trabajar mejor y tu mente se aclarará. Una vez te liberas de la tensión y el miedo, empiezas a conocer partes de ti mismo a las que antes no tenías acceso y las cosas empiezan a ser buenas, luego muy buenas y luego geniales.

 

2. Cambia de estructura mental.

Ese cambio es gigante pero consiste sólo en moderar y suavizar. Esta moderación es el paso previo a conseguir más, hacer más, ver más y alcanzar más; todo con menos energía. Es la mutación que puedes hacer para sentirte bien durante todo el proceso porque cómo te sentirás cuando llegues a donde quieres llegar es el resultado de cómo te has sentido por el camino.

Confiar en ti mismo es la base de todo esto. Cuando te falta confianza te estresas, te tensas, juzgas y haces cualquier cosa para conseguir lo que quieres. Cuando das el salto de fe en ti mismo y en tus habilidades, empiezas automáticamente a suavizar los procesos.

Confía en que tu cuerpo hará lo que tiene que hacer sin tensarlo, confía en que tu mente hará lo que necesites hacer sin estresarla, deja fluir tu energía sin bloquearla y serás infinitamente capaz de todo viviendo en armonía contigo mismo.

 

Es importante.

Todo esto es importante porque tú eres importarte. Pasar por la vida forzando, empujando y esforzándote al extremo puede alcanzarte alguno de tus objetivos pero encontrarás el límite. Utilizar más esfuerzo y tensión de los necesarios para llegar a tu destino es una estrategia que acaba desgastándose con el tiempo porque te desgasta con el tiempo; o peor, hará que te sientas mal durante el camino y cuando llegues a la meta. La recompensa puede llegar, pero cómo te sentirás minimiza el valor de aquello que deseas.

El mundo a nuestro alrededor (cómo nos sentimos y cómo nos movemos a través de él) es el resultado de lo que creamos. Evidentemente, volviendo a las enseñanzas ancestrales, el trabajo está en nosotros y en cómo nos sentimos y comportamos pero podríamos añadir algo: cambiando cómo nos sentimos y nos comportamos podemos cambiar nuestras circunstancias (no adaptarnos obligatoriamente a ellas).

Desacelera, respira lo suficientemente hondo como para sentir, confía en que responderás a los retos y responde. Esto lo cambia todo.

 

Puedes tenerlo todo porque lo crearás tú, y más.

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by Andre Guerra on Unsplash

Categorías
Psicologia

Ejercicios para la abundancia

Cuando hablamos de abundancia, la mayoría de las veces pensamos en estabilidad económica o financiera. Eso es porque el mundo, en general, marcha en función de la importancia del dinero, lo grande que es tu casa y cuáles son tus compras… pero la abundancia puede ser mucho más que eso.

Simplemente pon la palabra ABUNDANTE delante de:

  • Amor
  • Salud
  • Felicidad
  • Paz
  • Seguridad
  • Dinero

Pega, ¿verdad? Porque abundancia es sencillamente “una gran cantidad de algo”.

Puede ser cualquier cosa que desees y tienes el poder de crear abundancia en tu vida. A continuación te proponemos algunos ejercicios para hacerlo, pruébalos y descubre la diferencia que pueden hacer en tu vida.

 

Ejercicio 1: Ganar confianza

Si crees en ti mismo y en tu propio poder, puedes conseguir casi cualquier cosa. Prueba este sencillo ejercicio mental y verás qué sorpresa.

  1. Cuando te levantes, elige un color que quieres que esté presente en tu vida.
  2. A lo largo del día, fíjate en todas las formas en las que el universo te lo presenta.
  3. Al final del día escribe tu experiencia. ¿Qué te ha sorprendido especialmente?

Este juego puede parecer extremadamente sencillo, pero vas a darte cuenta del poder que tienes para crear lo que quieres y vas a empezar a entender otras cosas sobre las que también tienes control.

 

Ejercicio 2: Juego de rol

Cuando crecemos, nuestra habilidad para imaginar se va reduciendo y, con esto, se reducen nuestras oportunidades de manifestar nuestros verdaderos deseos. Deja a un lado tu versión “adulta” y elige un personaje que te perfile teniendo la abundancia que quieres. Este personaje puede ser:

  • Literario.
  • De televisión.
  • Histórico.
  • Mitológico.

Ahora, estudia al personaje e incorpora sus maneras a tu vida:

  1. Decide 1 o 2 personajes que te inspiren.
  2. Mientras lees sus historias o ves sus imágenes, conviértete en ellos, como si fueras un actor.
  3. Presta atención a tu nivel de energía en esos momentos. ¿Cómo te sientes?
  4. Considera comprar o ponerte algún complemento que represente ese personaje.
  5. Nota cómo empiezas a verte a ti mismo, cómo empiezan a tratarte los demás y observa si empiezas a crear el tipo de abundancia que quieres.

 

Ejercicio 3: Escríbete un cheque

La visualización es una técnica muy poderosa para crear abundancia y hacer un recordatorio físico de tu objetivo puede ayudarte mucho.

Antes de hacerse famoso, Jim Carrey se escribió a sí mismo un cheque de 10 millones de dólares por “servicios como actor”. Mantuvo el cheque en su cartera durante 5 años hasta que en su película “Dos tontos muy tontos” le pagaron 10 millones de dólares. En parte, visualizando su éxito, se volvió exitoso.

¿Cómo hacerlo?

  1. Escríbete un cheque a ti mismo. Incluye los servicios que vas a ofrecer para recibir este pago. Recuerda que no debes poner límites en la cantidad que quieras recibir pero la acción es necesaria.
  2. Cada día, resérvate 30 minutos para hacer “ese trabajo” que te hará recibir ese pago. Experimenta esa energía que se esconde detrás de la acción.

 

Ejercicio 4: Transforma tu pizarra de visualización

Hace un tiempo se puso de moda el hacerse cartulinas de visualización en las que poner recortes o imágenes que nos inspiran o que queremos conseguir. Si ya lo tienes, vamos a transformarlo en ¡una diana! Y… ¡vamos a tirar dardos!

Este juego va a permitir a nuestra mente a ser más aguda y precisa. Sea cual sea tu objetivo de la semana, lanza dardos a esas fotos o a esas zonas de la pizarra. Fíjate en el objetivo, pon tu voluntad en ello e intenta acertar. Puede llevarte práctica pero también puede crear abundancia.

 

Ejercicio 5: Háblate a ti mismo

Dedica cierto tiempo al día a repetirte mensajes de este tipo:

  • “Estoy abierto a recibir regalos del universo”
  • “La abundancia fluye en mi dirección”
  • “Soy pudiente”
  • “Soy feliz”

O cualquiera que se adapte mejor a tus circunstancias. Los mensajes que nos decimos son súper importantes.

 

¿Quieres conseguirlo?

Categorías
Gestión Psicologia

Tiempo para mí

¡El verano ya llegó, ya llegó, ya llegó!

Y con él el tiempo libre y los momentos de desconexión y relajación. O así debería ser, ¿no?

Lo que nos suele pasar con la falta de rutina o de obligaciones es que tenemos más tiempo para pensar y muchos de nuestros pensamientos nos están saboteando.

 

¿Por qué no aprovechar el tiempo de descanso para mejorarnos a nosotros mismos?

Si alguna vez te has visto con alguno de los siguientes comportamientos o pensamientos, emplea tu tiempo en ponerles solución y verás qué cambios experimentará tu vida y tu día a día.

 

1. Compararse.

Cuando alimentas a este monstruo te estás garantizando un asiento en el mundo de la infelicidad. Evidentemente, es natural demostrar cierto interés por lo que hacen los demás o cómo viven, sin embargo, cuando esta tendencia “inofensiva” se apodera de tu mente puede emborronar tu mente con decepción, inquietud u otros sentimientos enfermizos.

Tú tienes el poder para parar este hábito haciéndote el dueño de tu destino. Conecta con tus dones, tus imperfecciones y tus experiencias y abrázalos. Únicamente hay una persona como tú en el mundo y eso tiene un sentido, compárate exclusivamente con una versión más feliz e iluminada de ti mismo.

Puedes empezar a conseguirlo leyendo esto o ¡contactándonos!

 

2. Mantener una mentalidad del tipo: “lo mejor está al otro lado”.

Si de alguna manera consideras o has considerado que la felicidad no está a tu alcance porque nunca estás en el momento adecuado en el lugar adecuado, o que nunca serás capaz de experimentar todo lo bueno que el mundo nos ofrece, entonces tendrás la sensación de estar siempre pensando en cómo serían las cosas si tú corrieras la suerte que otros corren.

Esta es una batalla perdida, no importa lo maravillosa que sea tu vida que siempre pensarás que la felicidad está fuera de tus manos. Además, también es una trampa que puede paralizar nuestra mente, elige estar justo donde estás y aprecia lo magnífico que hay en ello.

Puedes empezar a conseguirlo leyendo esto o ¡contactándonos!

 

3. Estancarse en arrepentimientos pasados.

Es totalmente sano rememorar el pasado y extraer lecciones de él. Todos tenemos arrepentimientos asociados con el pasado, forma parte de ser humano. Aún así, el pasado terminó y no existe el deseado botón de rebobinar que te permitiría tomar decisiones diferentes.

Por lo tanto, tienes dos opciones: puedes permanecer esclavizado de tu pasado o puedes confiar en tu camino vital a pesar de las dificultades que puedan surgir.

Puedes empezar a conseguirlo leyendo esto o ¡contactándonos!

 

4. Luchar contra tu propia naturaleza.

Cada uno de nosotros tiene una naturaleza única que nos hace ser quienes somos. Una de las cosas más bonitas es contemplar a alguien que vive en armonía consigo mismo y que se acepta tal y como es.

La felicidad es inherente a vivir en concordancia con tu mente y con tu cuerpo y, por otro lado, el potencial de la infelicidad crece cuando te conviertes en tu peor enemigo. Recuerda que no existe la posibilidad de intercambiarte o comprar un nuevo tú por lo que es mejor eliminar este comportamiento antes de que sea demasiado tarde.

Puedes empezar a conseguirlo leyendo esto o ¡contactándonos!

 

5. Prestarle demasiada atención al miedo.

A veces nos olvidamos de la gran influencia que tiene el miedo sobre nuestras acciones. El miedo es una parte aceptable de la mente humana y nos protege de mayores riesgos o peligros y, por lo tanto, puedes aprovechar su lado positivo para no convertirte en alguien demasiado osado al tomar decisiones.

Sin embargo, es obligatorio marcar los límites del miedo útil y el miedo inútil. Una vida feliz es aquella que dice sí a nuevas experiencias, retos y riesgos y es mucho más satisfactoria si te permites tomar decisiones que dependen de ti mismo y no del miedo.

¿A qué esperas?

Puedes empezar a conseguirlo leyendo esto o ¡contactándonos!

 

6. Olvidarse de que la felicidad es un trabajo interno.

Te guste admitirlo o no, la felicidad verdadera viene de dentro. Por supuesto que los logros externos y la riqueza son geniales pero ser feliz es independiente de lo que consigues externamente.

Y es por eso que queremos recordarte que el logro interno es lo que multiplica exponencialmente las posibilidades de abundancia y logro externo. Te invitamos a  que dediques tiempo a tu bienestar y a mejorar tu funcionamiento y que te aproveches de las ofertas veraniegas que te ofrecemos para conseguirlo.

Tenemos packs intensivos que se adecúan a tus necesidades y a tus objetivos, ¡escríbenos y te informaremos!

 

¿Quieres conseguirlo?

 

Categorías
Sabiduría célebre

Adversidad

“Un hombre de éxito es aquel capaz de construir firmes cimientos con los ladrillos que otros le arrojen”

-Sidney Greenberg

Categorías
Gestión

3 pasos para tomar el control de tu vida

RPM es una estrategia de planificación para maximizar los resultados en tu vida y aumentar tu sentimiento de logro y alegría.

Y para hacer eso tenemos que cambiar nuestro enfoque de la pregunta: “¿Qué tengo que hacer?“, a la pregunta: “¿Cuál es el resultado que quiero?

 

¿Qué quiero? ¿Qué es lo más importante para mí? ¿Con qué resultado me comprometo? ¿Qué resultado estoy comprometido a lograr? Este cambio va a alterar completamente cómo respondes a las cosas en tu vida porque va a cambiar tu actitud sobre todo lo que llama tu atención: ya sea por miedo, por falta de disciplina o por que pueda darte placer en el momento.

 

Aquí van las 3 claves para redirigir nuestro enfoque.

1· Cuando nuestro foco no está en nuestro objetivo o nuestro bienestar/beneficio a largo plazo, muchas veces caemos en empezar a fantasear con lo que no tenemos o lo que nos falta. “Si tuviera aquello, no tendría que estar haciendo esto en este momento y podría estar…“. Ese cambio de atención en lugar de producirnos alegría nos produce dolor.

2· ¿Cuál es la segunda cosa que captura nuestro enfoque cuando no prestamos atención? Lo que nos da placer. “¿Sabes qué? Estoy tan estresado… ese chocolate tiene una pinta…, o voy a tomar mi café allí, o mi súper mokka con nata y me voy a escapar durante unos minutos, porque me lo merezco.” Porque el foco está en cómo sentirse bien y no en cómo no sentirse mal.

3· ¿Y cuál es la tercera cosa que capta tu atención? La demanda de la gente. ¿De dónde vienen hoy las demandas? ¿De otras personas cara a cara? Antes, podíamos usar excusas para evitar las demandas de la gente, ¿no? “Ok, sé que estás bajando por el ascensor así que yo voy por las escaleras; u ok, sé que van a comer ahora, así que yo voy en otro momento”. ¿Cuántas personas han jugado a este tipo de juego en algún momento de sus vidas? Sin embargo, ya no funciona. Te envían correos electrónicos, mensajes de texto… Las demandas de atención están en todas partes ya que hay varias oportunidades para que esto ocurra, tan simple como levantar el teléfono y llamarte. ¿Y dónde está el teléfono? ¡En tu bolsillo! Y por cierto, si no estás  te dejan un mensaje de voz. Piensa en ello. No necesariamente hay más demandas sino que estamos más accesibles a ellas. Y si no tienes claro dónde colocar tu foco vas a formar parte de los planes de los demás.

Y te preguntas: “¿por qué estoy tan estresado?”.

¿Dónde está tu foco? ¿Tienes el control de tu vida?

Categorías
Gestión

¿Siempre óptimo?

Sé fiel a tus hábitos y crea la vida que te mereces.

¿Alguna vez te ha pasado que rompes la dieta por irte de cena con amigos? Y luego llegas a casa y dices: “no debería de haberlo hecho”.

O quizás no le has dedicado el tiempo que debías a una tarea por complacer a los demás…

Entonces me pregunto:

¿Cuántas veces hemos dejado de hacer cosas de nuestro propio interés por contentar a los demás?

¿Cuántas rutinas hemos roto y cuántos hábitos hemos destrozado por no ser fieles a nosotros mismos?

 

Realmente, no nos estamos traicionando a nosotros mismos porque está en nosotros también el deseo de hacer esas actividades alternativas que nos derivan de nuestro camino, estamos traicionando a nuestro futuro YO, el YO que hemos diseñado, el YO óptimo.

Personalmente, yo he roto muchísimos hábitos. Los que peor llevo son los de la dieta: porque derivan en un mal entrenamiento y, como consecuencia, en salirme de mis hábitos de funcionamiento. No rindo de la misma manera que si estuviese al 100%.

Es en los compromisos donde está el error.

¿Y por qué en los compromisos? Pues porque si la renuncia a nuestro propio interés se debe a una situación valorada como positiva (“sí, es verdad, voy a saltarme la dieta pero es el cumpleaños de mi hermano y va a hacerle muchísima ilusión, cambio este extra por otro de la semana” o “Me voy 5 minutos antes del trabajo porque mi amigo realmente me necesita, pero mañana vengo 5 minutos antes”), no es realmente un compromiso, es una elección.

El problema lo tenemos cuando sentimos que no tenemos alternativa, cuando lo hacemos por obligación o cuando sentimos que manteniéndonos fieles a nuestros hábitos vamos a molestar a otra persona y preferimos renunciar a ellos (molestándonos a nosotros mismos)

Es duro, muy duro, ir en contra de la corriente pero se puede.

 

Y aquí van los trucos que yo he utilizado para que mis elecciones estén libres de compromisos.

1. Expresar mis intereses y pedir que los demás se adapten a mí en la medida de lo posible.

Mi círculo de amistad es muy pequeño, pasa lo mismo con mis compañero de entrenamientos, así que prácticamente tenemos los mismos hábitos y objetivos muy similares.

Los que no comparten mi afición por el deporte, tienen muy claro que no puedo excederme con la alimentación, por lo que les planteo el poder elegir un sitio sano para reunirnos.

Los que no comparten mi filosofía de empresa, saben que no soy muy flexible en compromisos, reuniones y que cuando puedo hacerme un hueco lo hago, así que les pido que respeten que cuando digo no es que no.

Dejando muy claro mis prioridades no tiene por qué haber problemas a la hora de romper hábitos.

2. Entender que estoy construyendo mi YO óptimo.

Entonces, ¿quién o qué hace que no seamos la persona que realmente queremos ser? ¿Es posible ser SIEMPRE la misma persona dando igual el entorno, la situación o el grupo de personas con las que estemos en ese momento?

Por supuesto que no es posible y, de hecho, es un error pretenderlo. Debemos tener la capacidad de adaptarnos, con nuestras condiciones, a cada situación sin considerar que estamos fallando y sin tener que hacer lo que toca, porque toca, aún sabiendo que romperemos los hábitos que nos van a acercar a la mejor versión de nosotros mismos.

Los únicos responsables de nuestras acciones somos nosotros, ¡toma el control y verás qué maravilla!

¿Quieres conseguirlo?

 

Categorías
Psicologia

Cómo re-encaminar tus propósitos de 2017

¡El tiempo vuela!

Y sin darnos cuenta ya hemos pasado la mitad del año. ¿Qué ha pasado con tus propósitos de año nuevo? ¿Siguen en marcha o los has apartado de tu camino?

¡No pasa nada! Aún hay tiempo para re-dirigirlos.

Efectivamente, hemos dejado medio año atrás pero todavía nos queda medio año más así que es un tiempo ideal para evaluar nuestras intenciones.

Aquí tienes 5 maneras para ayudarte a hacerlo.

Vuelve a tu objetivo original.

Es muy probable que tu vida haya estado ajetreada y no hayas pensado en tus propósitos de Enero en todo este tiempo. Revísalos y extrae aunque sea un objetivo que te propusiste cumplir.

Una vez lo has encontrado, escríbelo otra vez. Hay muchas investigaciones que demuestran que escribir en un papel tus objetivos, aumenta considerablemente las posibilidades de alcanzarlo.

Revisa los valores.

 

Todos nuestros objetivos están ligados a ciertos valores. Analizar tus valores fundamentales y asociar tus objetivos a ellos te ofrece la voluntad para continuar cuando se hace difícil.

(En otro post hablaremos sobre la importancia de los valores)

 

¿Cómo te sentirías si empezaras o si lo consiguieras?

Los deportistas, muchas veces, utilizan la visualización para practicar técnica o táctica fuera del campo, y tú puedes hacer lo mismo con tu objetivo.

Aquí tienes una guía creada por The Gate en la que puedes leer algunos consejos para la visualización.

Guía proyecto de vida (229 descargas )

 

Busca tus palabras motivadoras.

Muchas veces nos apoyamos en las personas de nuestro alrededor cuando nos sentimos decaídos o desmotivados, pero nos olvidamos de la fantástica herramienta de apoyo que somos nosotros mismos.

Encuentra esas palabras que mejor funcionan para ti (como si se las estuvieras diciendo a algún familiar o algún amigo) y dirígete a ti mismo con tu nombre, de esta manera fortalecerás el factor motivador de las palabras. Por ejemplo:

Anna, puedes hacerlo.

Los apoyos externos.

Como se ha mencionado anteriormente, anotar tus intenciones puede ayudarte a lograrlas. Pues tu porcentaje de éxito aumenta aún más si las compartes con alguien más.

Cuéntaselas a un amigo, familiar o compañero de trabajo que te ayuden a mantenerte fiel a tu objetivo y que te motiven para alcanzarlo.

 

¿Qué otras cosas se te ocurren para mantener tus objetivos encaminados?