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Psicologia

Seguir tu pasión, ¿un mito?

Lo escuchamos todo el tiempo:

“¡Sigue tu pasión!”

“¡Hazle caso a tu corazón!”

“¡Persigue tus sueños!”

Pero… ¿qué significan exactamente esas frases tan llamativas? Y más importante, ¿qué no significan?

Desde The Gate, ayudamos a las personas a utilizar sus fortalezas y conocimientos para alcanzar sus objetivos, y aquí es donde hacemos hincapié combinando las luces y las sombras de lo que eso verdaderamente significa.

Hay muchísimas suposiciones acerca del “seguir las pasiones”, algunas están completamente romantizadas y otras se basan en el miedo y las limitaciones. Todas son mitos.

Y estos son algunos de ellos.

 

MITO 1: Querer un trabajo que te apasione es egoísta.

Muchas veces, pensamos que querer tener un trabajo que suponga un reto, que nos encante o que esté bien remunerado, es una cuestión de ego.

“¿Quién soy yo para…?”

“¿Por qué iba a ser yo capaz de…?”

Hay un miedo bastante habitual a pasar tiempo centrándonos en nuestras pasiones porque nos parece codicioso o egoísta hacia los demás, pero es justamente todo lo contrario.

Muchos estudios demuestran que comprometernos con actividades que nos apasionan aumenta nuestra felicidad y bienestar y, ¡no solo eso!, sino que cuando una persona es más feliz, un amigo cercano tiene de un 25% a un 34% de posibilidades de ser más feliz también, ¿no es increíble?

Así que seguir tus pasiones no solo te hace feliz a ti sino que puede potencialmente hacer felices a los demás.

 

MITO 2: La pasión es lo único necesario para el éxito.

O como también se dice: “Haz lo que amas y el dinero vendrá”.

Construir una carrera o negocio exitoso siguiendo tu pasión no garantiza el éxito o la riqueza, incluso si eres realmente bueno en lo que haces; no significa que tienes las habilidades o el conocimiento para llevar esa pasión al mercado.

Siempre es mejor tener un plan para ejecutar tu proyecto teniendo en cuenta tu pasión y las habilidades que exige, pero también los conocimientos necesarios del mundo del marketing y los negocios (o rodeándote de gente que los tenga).

Estar realmente apasionado y ser realmente bueno en lo que haces es básico, pero no es garantía de nada.

 

MITO 3: Lograr el trabajo que amas empieza por seguir tus pasiones.

Se ha llegado a la conclusión de que perseguir una “pasión” predeterminada (como si fuera algo que está en nosotros) es la manera errónea de encontrar una profesión que marque la diferencia.

¿Y esto por qué? Pues porque la mayoría de las pasiones de la gente no tienen nada que ver con el trabajo. La mejor opción es encontrar un trabajo que nos guste y pueda llegar a apasionarnos. Es más fácil que esto sea así si tiene estos elementos:

  • Independencia.
  • Sensación de realización.
  • Variedad.
  • Feedback.
  • Contribución.

A veces, la pasión crece a partir de tu compromiso y de tu maestría. Igual que el amor puede ser más profundo y más complejo con el tiempo, la pasión por cierta actividad también.

 

MITO 4: Algún día, alcanzarás tu pasión.

Mucha gente invierte incontables horas en encontrar su pasión dando por hecho que, una vez lo hagan, el trabajo estará hecho. La realidad es que seguir las pasiones es un viaje y no un destino, no tiene un camino determinado, unas normas o una estructura, es el paso 1 para seguir avanzando y, probablemente, ¡descubrir una nueva pasión!

No esperes llegar a un sitio en el que te quedarás mucho tiempo.

 

MITO 5: Si sigues tu pasión, no tendrás dudas

Decidir seguir una pasión incluye tener un plan bien pensado, pero solo porque has elaborado un plan y has dedicido comprometerte con tu pasión, no significa que no vayas a tener dudas nunca o que no vayas a sentir miedo.

Es totalmente normal experimentar momentos de duda mientras persigues tus sueños, pero puedes pedir ayuda para superarlos.

“El arte es el acto de hacer un trabajo importante mientras bailamos con la voz en nuestra cabeza que nos grita que paremos” – Seth Godin

 

MITO 6: Una vez sigas tu pasión, serás feliz

Por favor, no coloques tu felicidad más allá del hoy. Seguir tu pasión puede ser muy satisfactorio y, como hemos dicho antes, puede aumentar tu bienestar, pero no esperes que sea la píldora de la felicidad.

Seguir tu pasión es un camino largo sin destino predeterminado, no te engañes con el: “seré feliz cuando…”

Tu felicidad está en el ahora.

 

Mito 7: Seguir los sueños no da dinero.

Es el opuesto al mito 2 y es igual de limitante. Es una realidad que hay muchísima gente en el mundo rompiendo este mito.

La abundancia y y la riqueza tienen un significado mucho más profundo que únicamente hacer dinero (y puedes hacer millones de euros haciendo algo que te apasione si es lo que has elegido). La riqueza verdadera también proviene de relaciones profundas, libertad de tiempo, amor, aventuras y contribución, todas posibles con creencias determinadas, centradas y realistas acerca de lo que significa seguir las pasiones.

 

Nosotros te recomendamos seguir tus pasiones y puedes empezar con ello aquí.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

Photo by magnezis magnestic on Unsplash

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Mi camino al éxito

Las pasiones olvidadas

Cuando me comentaron los chicos de The Gate que escribiera sobre mi camino al éxito, lo primero que se me vino a la cabeza es:

“¿Qué me ha hecho a mí alcanzar el éxito?”

Y la respuesta fue clara, lo que me ha hecho alcanzar mi éxito fue conectar con mis pasiones, con lo que verdaderamente me motiva y enriquece, y con lo que, tiempo atrás, había olvidado.

 

Las pasiones olvidadas

Un buen regalo para un niño pequeño era, y sigue siendo, el libro de colorear y las ceras Carioca (o algún otro artículo para que la ropa no se manche); incluso ahora mismo los libros de colorear para adultos se están poniendo de moda. No hay casi ningún niño al que no le guste pintar, dibujar o colorear, pero con el paso de los años la mayoría de los niños dejan de pintar, ¿por qué?

Recuerdo que en mis primeras clases de plástica me decían los profesores: “no puedes salirte de la raya” o había que colorear un Belén y la toga de la virgen María cuanto más rosa o rojo fuera, mejor. De repente algo tan libre y tan sentido para mí, tenía reglas. Unas reglas que la mayoría de las veces, no me gustaba seguir y que para más inri, cada año iban a más, que si la perspectiva, la proporción, que si el dibujo no era fiel al modelo… Plástica se convirtió en una asignatura que aborrecía. Y que en lugar de cultivar mi pasión, me alejaba de ella.

No obstante, seguí dibujando como hobby pero a la hora de la verdad, a la hora de elegir una profesión pensé: ¿pero a dónde voy dibujando? ¿a morirme de hambre? Tampoco veía útil ni con demasiadas salidas estudiar la carrera de bellas artes y elegí el diseño gráfico, que no estaba desligado totalmente del mundo artístico. Sin embargo, en ese camino para ser una ciudadana con empleo, se me olvidó que amaba pintar.

La mayoría de los niños dejan de pintar porque no le ven utilidad ninguna, como no van a convertirse en el próximo Picasso, se olvidan del mero hecho de pintar por placer, por expresarse… Pero ¿se olvidan ellos? ¿O la sociedad les hace olvidar?

Y yo me pregunto ¿desde cuando el motivo principal para hacer algo es que tenga algún fin?. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? Porque te hace feliz, sin reglas, sin juicios de si está bien o mal la manera en que lo haces…

Si estás en un punto de tu vida en que todavía no encontraste tu vocación, quizás hay que mirar atrás.

Dicen que el primer amor nunca se olvida, soy de las que opina que las grandes pasiones tampoco, solo que las tenemos guardadas en una cajita, en letargo, a la espera de que las volvamos a encontrar.