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¿Cómo establecer objetivos realistas en cuanto a pérdida de peso?

Cuando hablamos de pérdida de peso con nuestros participantes, solemos notar cierta frustración, aburrimiento o incluso cansancio en la gente y creemos que es, sencillamente, por no establecer objetivos realistas.

Si eres como la mayoría de las personas, probablemente habrás querido perder peso varias veces a lo largo de tu vida, ¿alguna vez te has parado a pensar cosas como: “mi objetivo es realista”, “mi objetivo es sostenible” o “lo estoy haciendo simplemente por moda”?

A la hora de establecer objetivos para perder peso, hay tres pasos clave que querrás seguir.

 

Paso 1. Adapta tus objetivos a tu tipo de cuerpo.

Si estableces tus objetivos basados en lo que ves en las revistas, la televisión o cómo es tu mejor amigo, puedes estar dirigiéndote directamente a la decepción. Es importante saber que hay muchos tipos de cuerpo diferentes: más curvilíneos, más musculosos o con más masa ósea… y todo ello suma a tu peso (sin implicar que tengas mejor o peor cuerpo).

Existen muchas teorías diferentes acerca de los tipos de cuerpo: la teoría del somatotipo, la teoría ayurveda, etc. Busca la que se te adapte mejor, estúdiala a conciencia y adapta tus objetivos en consecuencia.

En resumen, conócete para conocer tus objetivos.

 

Paso 2. Establece mini-objetivos.

Esto lo hemos comentado infinidad de veces: si estableces objetivos elevados a largo plazo sin pequeños “checkpoints” en el camino, es muy probable que te distraigas. Empieza estableciendo objetivos pequeños y reevalúalos cada vez que alcances uno; esto te ayudará a construir un patrón más positivo en tu viaje hacia la pérdida de peso en vez de estar sintiéndote lejos de tu objetivo continuamente.

En lugar de intentar entrar en ropa de hace más de 5 años, céntrate en algo más a corto plazo y en pérdidas de kilos más moderadas: incluso con pequeñas cantidades de peso menos puedes sentirte con más energía, con más movilidad y con mejores marcadores de salud.

También es importante reconocer que nuestros cuerpos cambian en las distintas etapas de nuestra vida (pubertad, cambios hormonales, menopausia en el caso de las mujeres, etc.). Si te basas en lo que pesabas en el instituto o hace 10 años, es buena idea que cambies de metas y que las establezcas en función de tu etapa de vida actual. Recuerda que, seguramente, tu masa ósea y tu masa muscular han cambiado en la última década por lo que no es realista esperar que tu peso pueda llegar a ser el mismo que cuando eras más joven. Asegúrate también de alimentar bien a tu cuerpo.

 

Paso 3. Crea un plan de responsabilidad.

Muchas veces, conseguir perder peso solos es, no sólo difícil sino también insostenible. Es importantísimo construir algún tipo de plan con el que comprometerse. Aquí tienes algunas opciones:

  1. Elige un familiar, un amigo o un compañero de trabajo para que sean tus “colegas” en tu objetivo y se conviertan en tu fuente de motivación para la actividad física, hábitos de alimentación saludables y, en general, un estilo de vida más sano.
  2. Invierte en trabajar con profesionales: nutricionistas, entrenadores, psicólogos… tener un experto que te guíe y te apoye mejorará mucho tu responsabilidad con el objetivo y tus posibilidades de alcanzarlo.
  3. Haz actividades en grupo.

Cualquier forma de compromiso y responsabilidad que escojas es buena siempre que hagas un repaso o check in regularmente para ayudarte a mantenerte en el camino: semanalmente para empezar es una buena opción.

 

¡AHORA!

Ahora que conoces estos tres sencillos pasos es hora de tomar acción. Coge papel y boli y empieza re-definiendo tus objetivos asegurándote de que son alcanzables. Piensa en ejercicios físicos que se adapten a tu constitución, haz objetivos más pequeños y construye un entorno o sistema de apoyo que te ayude a mantenerte firme en la consecución de tus objetivos.

Con un pequeño plan, volverás a enamorarte de tu cuerpo y a cambiar tu estilo de vida antes de lo que esperas.

 

¿Quieres conseguirlo?

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Época de moderación

Querer cambiar algo de ti mismo es un objetivo súper admirable que suele venir acompañado de muchas oportunidades y muchos retos. Normalmente, la gente quiere cambiar comportamientos o hábitos que dejan de servirles o que les llevan a patrones destructivos.

Cuando alguien toma esta decisión, suele haber dos opciones: moderación o abstinencia. Para algunas personas, limitar el comportamiento puede resultar en un estilo de vida saludable y en disfrutar del resto de la vida, mientras que para otros, evitar totalmente el comportamiento es necesario para la salud y el bienestar.

Saber si necesitas moderación o abstinencia de cierto comporamiento depende de distintos factores que incluyen el auto-conocimiento, el respeto de los límites y el entendimiento de las metas.

 

Empieza por el principio.

La primera pregunta es:

“¿Qué comportamiento quiero cambiar?”

¿Es beber demasiados refrescos? ¿Es comer demasiado queso? ¿Es fumar? ¿Es tomar demasiado gluten? Una vez has respondido a esa pregunta, es necesario evaluar las consecuencias del comportamiento.

Es obvio que una pequeña cantidad de gluten no va a perjudicar a tu estilo de vida gluten-free… bueno, a no ser que seas celiaco. Si es así, no merece la pena consumir ni la mínima cantidad de gluten.

De otros comportamientos como fumar, sabemos que tienen efectos negativos en ti y que deben evitarse. El refresco ocasional o el trozo de queso esporádico, no te perjudicarán tan negativamente aunque todo, llevado al extremo, es peligroso.

 

Elige abstinencia o moderación.

Dependiendo de tu personalidad, puede resultarte más fácil tener nada que tener poco. El reto principal de utilizar la moderación como estrategia para el cambio de hábitos es la fuerza de voluntad. Para mucha gente, la resolución es muy fácil de mantener por la mañana pero se va desvaneciendo a medida que el cansancio, el estrés o el hambre aparecen. La capacidad de moderarse depende mucho de cuánto te conoces.

Para muchos, la abstinencia es tan desalentadora que es más fácil no cambiar. Conocerte a ti mismo te permite decidir si tienes la capacidad de tener chocolate en casa sin comértelo o si tenerlo cerca te va a llevar al consumo ansioso. Si tienes dudas, empieza absteniéndote; luego, una vez se ha establecido un patrón de comportamiento, puedes ir introduciendo comportamientos ocasionales.

 

Establece tus límites.

Si eliges moderar un comportamiento determinado, establece líneas claras entre lo que es permisible y lo que no. No hagas declaraciones generales como: “voy a comer menos galletas”. ¿Te comes una galleta al día o una galleta a la semana? No comer ninguna galleta es un objetivo claro porque puedes saber en seguida si tienes éxito o no.

0 galletas= ÉXITO

1 galleta = FRACASO

“Menos galletas” es menos claro. Los nuevos hábitos necesitan límites claros para formarse. Si no tienes un objetivo claro, nunca sabrás si lo has alcanzado o no.

 

Establece tu objetivo.

Tu capacidad para usar la moderación de manera efectiva depende en tu meta final. Si tu meta, por ejemplo, es dejar de decir palabrotas, entonces tener el objetivo de decir palabrotas de vez en cuando como manera de moderar el comportamiento, no te acerca a tu meta final. Sin embargo, si tu meta es cenar en familia, tener como objetivo cenar los domingos en familia te acerca a tu meta final incluso si las cenas de lunes a sábado son menos estructuradas.

¿Quieres alcanzar tus objetivos en 12 meses? Aquí puedes encontrar ayuda ¡gratis!

 

Recuerda que un poquito de algo es siempre mejor que nada. Si eliges abstenerte de algo o moderarlo y no lo consigues, sacúdete el polvo, ofrécete compasión y empieza de nuevo. No dejes a la perfección ser el enemigo de algo perfectamente bueno para ti.

 

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¿Tienes ambición? ¡Medita!

Tener ambición es realmente excelente. Las personas ambiciosas suelen tener más ilusión y más determinación y, además, suelen ser los que motivan a los demás para permanecer en una tarea y a visualizar sus objetivos como reales. Sin embargo, este tipo de gente tiende a desatender ciertos aspectos: sus tiempos de descanso y su auto-cuidado: salud, relax, sueño…

 

Es muy fácil para las personas que están orientadas a las metas, obcecarse con el proyecto que tienen entre manos en ese momento y, efectivamente, esta es una de las razones por las que realmente tienen éxito; aún así, hay un determinado tiempo de descanso que no es únicamente bueno para ti, sino también para tus metas: la meditación.

Puedes pensar que no tienes tiempo para sentarte y meditar o que eres incapaz de “apagar” tus pensamientos pero la verdad es que TIENES TIEMPO (si eliges tenerlo) y aquí te explicamos cómo hacerlo:

 

1. Escritorio

Más de lo ideal, pasas mucho tiempo en tu escritorio/mesa de despacho. Ya sea buscando cosas, mandando emails o hablando por teléfono, el mundo laboral hoy en día requiere de mucho tiempo con aparatos electrónicos. Estar sentado mucho tiempo puede ser perjudicial para tu cuerpo y todas las pestañas abiertas, o todas las tareas pendientes, pueden ser perjudiciales para tu mente. Tómate un respiro de la siguiente manera:

  1. Pon tu ordenador en reposo.
  2. Pon un temporizador entre 5 y 10 minutos.
  3. Pon tus brazos en una posición en la que se puedan relajar y rota tu cuello para liberar el estrés.
  4. Piensa para ti mismo: “soy exitoso”, “soy productivo”, “soy saludable”, “soy un líder”, o la frase que te guste más. Repite la frase y, tras cada repetición, incrementa el tiempo antes de decirla otra vez. Si viene otro pensamiento a tu cabeza, obsérvalo y empieza a repetir tu afirmación otra vez. Mientras las vas repitiendo puedes estirar el cuerpo para aumentar la relajación.

2. Guerreros de la carretera

Luchas contra el tráfico, el mal humor de los conductores, el clima, el tiempo que pasas en el coche, las posibles averías o las pérdidas de control.  Cuando nos enseñan a conducir, nos enseñan a manejar el coche y a circular pero no a lidiar con todo esto, ¿cómo podemos hacerlo?

En los semáforos que te encuentres en rojo:

  1. Apaga la radio.
  2. ¿Oyes eso? Es tu respiración, probablemente hace horas que no la escuchas.
  3. Dedícate a hacer respiraciones profundas poniendo toda tu atención en el aire que entra por tus fosas nasales y con la intención de llenar tus pulmones.
  4. Recuérdate, al arrancar, que estás a salvo y que vas a llegar a tu destino.

3. Visualización

¿Cuál es la meta final? ¿Puedes verla? Las personas más ambiciosas tienen una gran visión, ¡aprovéchalo para tu meditación! Te ayudará a realizar las tareas y estarás haciendo algo bueno para tu salud al mismo tiempo.

  1. Siéntate en silencio o con una música bajita.
  2. Cierra los ojos.
  3. Construye la imagen que quieres conseguir en tu mente como si estuvieras pintando un cuadro, cada elemento por orden.
  4. Disfruta de la imagen por unos momentos.

4. Ser una jarra

Dicen que “no puedes servir agua de una jarra vacía”. Mucha gente ambiciosa se centra tan intensamente en su objetivo que se olvidan de rellenar la jarra de agua. Sea lo que sea lo que crees que necesitas rellenar, o el recurso del que quieres más, deja que el universo provea:

  1. Cierra los ojos e imagina que tu cabeza es como una batería enchufada a un cargador.
  2. Visualiza cómo la batería empieza a rellenarse hasta completarse (como si estuvieras viendo la del móvil).
  3. Repite el mantra: “Soy ___________” (lo que sea que hayas elegido recomponer).

5. Juegos

Los juegos del móvil pueden ser una forma de meditación: requieren de tu atención, la puntuación es irrelevante y las preocupaciones o el estrés pueden ir desvaneciéndose con la diversión. Permítete jugar a algo en periodos de espera, recuerda que pasárselo bien es ser más productivo también.

 

 

Cuando empieces este camino del auto-cuidado, recuerda tomarte tu tiempo y probar las diferentes técnicas para ver cuál te va mejor. Esto no tiene normas ni es un proceso estricto: crea tus propias variaciones o cambia de técnica tantas veces quieras. Elimina algunos mitos de estas técnicas aquí. La sugerencia que te hacemos es que intentes hacer una por día y si quieres hacer más o ir aumentando tus prácticas, ¡genial!

Siendo alguien ambicioso, es importantísimo mantener tu concentración y tu salud intactas. Está demostrado que la meditación puede ayudarnos mucho a acercarnos a lo que queremos, empieza tu viaje hoy y disfruta de los beneficios.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

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Expectativa de vida

Las expectativas cambian según cambias y una de las mejores maneras de alcanzar tus expectativas, es teniendo muy claro este hecho. Obviamente, no eres la misma persona que eras cuando eras un niño o un adolescente, pero es que ni siquiera eres la persona que eras ayer. La vida te hace pasar por un número de experiencias diarias incontables que dejan huella en quien eres y te dan forma día a día.

¿Y esto que podemos hacer con las expectativas?

Normalmente, tu estructura familiar, tu condicionamiento, tus creencias y tu entorno social (todas ellas del pasado), guían tus expectativas, NO TÚ. Esperar algo es visualizarlo en el futuro y, hoy en día, está científicamente demostrado que somos muy malos en predecir lo que verdaderamente nos hace felices.

 

Adáptate al presente.

Los motivos más comunes por los que no alcanzamos las expectativas son estos:

  • Tener expectativas demasiado bajas.
  • Empeñarnos de manera testaruda en esperanzas o sueños inalcanzables.
  • Adaptarnos a las expectativas de los demás sobre quiénes somos o deberíamos ser.
  • Decepcionarnos con experiencias negativas o reveses pasados.
  • Engancharnos a trabajos o relaciones insatisfactorios.

Cualquiera de estos motivos se convierten automáticamente en barreras psicológicas que nos impiden alcanzar nuestros objetivos. Cada vez que escuches en tu cabeza una voz que dice cosas como: “Siempre sale todo mal”, “No sé si estaré a la altura”, “Debería simplemente aceptarlo” o “Las cosas buenas les pasan a los demás”, recuerda que es una voz que viene del pasado basándose en experiencias pasadas y no presentes ni futuras.

Hemos escuchado muchas cosas acerca de vivir en el presente, pero es muy difícil darse cuenta de que el momento presente existe y no existe al mismo tiempo, porque en el momento en el que te das cuenta de él, desaparece. Lo que nos pasa es que sufrimos por no alcanzar nuestras expectativas de vida, por no ser plenamente felices o por no encontrar el amor incondicional, cuando este tipo de cosas no pueden ser entendidas con el tiempo del reloj. Como la mayoría de las veces, nuestros deseos van orientados a alcanzar este tipo de cosas y son cosas atemporales y experienciales, debemos entenderlas como tal y vivirlas, no esperarlas o medirlas.

J. Krishnamurti decía: “Te has dado cuenta de que en el momento en el que te declaras feliz, esa felicidad empieza a desvanecerse aunque sea un poco? A lo que se refiere es a que, cuando intentamos definir con palabras una experiencia (no sólo la felicidad sino cualquiera), estamos creando una historia sobre la que construir nuestra vida, y esta historia intenta congelar ese estado en el momento presente ¡lo cual es imposible! Cuando verbalizamos este tipo de cosas sentimos que se desvanecen porque ya forman parte del pasado.

Es complicado de entender, pero es así. Al final, la mejor opción es escapar de las expectativas y vivir sin ellas en la medida de lo posible. Existe auténtica satisfacción en el presente que, además, se renueva continuamente a medida que nuestro futuro pasa a ser nuestro presente y a medida que nos deshacemos de las ilusiones pasadas.

 

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Aprender haciendo

La clave para ser un emprendedor exitoso es vivir en un estado de aprendizaje constante.

Casi todos nosotros estamos abriendo nuevos caminos en un mundo en constante cambio. Algunos empiezan sin saber nada de negocios. Otros tienen mucha experiencia en negocios pero necesitan adquirir otras habilidades relacionadas con sus nichos, o simplemente para satisfacer las necesidades de un equipo en crecimiento.

No importa en qué punto del viaje estés, para tener éxito en los negocios, tienes que seguir aprendiendo cosas nuevas.

Entonces, ¿cómo podemos seguir aprendiendo al mismo tiempo que gestionamos todas nuestras responsabilidades? La respuesta es ser más eficientes con el tiempo que pasamos aprendiendo.

Aprender más rápido y más eficientemente puede ayudarnos a sacar más provecho de nuestro tiempo y aún así encajar en todo lo demás compitiendo por nuestra atención.

En otras palabras, necesitamos aprender a aprender a aprender.

Creemos que memorizar un nuevo vocabulario o practicar durante una hora el revés de tenis es eficiente. Pero en realidad, una práctica más variada es la mejor manera de aprender.

La idea es que al intercalar información nueva y antigua, o practicar múltiples habilidades en una sesión, aprenderemos el nuevo contenido mejor que si nos centramos sólo en la nueva información.

La razón por la que el entrelazado funciona tan bien, según los investigadores, es que aprovecha la capacidad natural del cerebro para reconocer patrones y detectar diferencias dentro de ellos. Poner nuevo material entre la información que ya has aprendido hace que el nuevo material sobresalga y tenga una mayor impresión en ti. Si utilizas simplemente la práctica en bloque (memorizar cosas nuevas) , te resultará más difícil recordar ese material y tendrás que revisarlo más a menudo para que se pegue.

Como muchas cosas en la vida,  que no siempre hacemos (o ni siquiera sabemos) lo que es bueno para nosotros. Pero los estudios han encontrado que el intercalado es el mejor enfoque para aprender nueva información o habilidades.

Aprender haciendo

Como dice Richard Branson, “no se aprende a seguir las reglas, se aprende haciendo y cayéndose”. El aprendizaje es “esencialmente un proceso de descubrimiento”. Naturalmente, aprendemos haciendo.

Como cuando éramos bebés, descubrimos las cosas por nosotros mismos antes de que nos las digan. Incluso cuando entendemos lo suficiente como para que nos lo digan, todavía tenemos que probar las cosas por nosotros mismos.

Muchos de nosotros comprendemos instintivamente esta necesidad de aprendizaje experimental, especialmente en el trabajo. Todos hemos estado en una situación en la que algo que nos enseñan no funciona hasta que lo probamos por nosotros mismos.

“El lente de nuestra propia experiencia es una manera poderosa de aprender cosas nuevas”.

Intuitivamente entendemos que cuanto más tiempo hacemos un trabajo, mejor lo hacemos. Aprender haciendo es el mejor enfoque para aprender habilidades prácticas.

La mejor manera de aprender a hacer un trabajo es simplemente tratar de hacer el trabajo, sin preparación en particular, pero con un experto disponible para ayudar cuando sea necesario. Aunque esta es la mejor manera de aprender desde la perspectiva del proceso natural de aprendizaje del empleado, es posible que no sea la opción preferida del empleado o del empleador.

La razón por la que aprender haciendo funciona tan bien es que nos permite hacer algo llamado indexación. Nos expone a muchos escenarios diferentes para que podamos compararlos y buscar los matices entre ellos.

Mientras que la lectura sobre cómo hacer algo puede decirnos sobre un escenario perfecto, las experiencias nos ayudan a construir un índice de escenarios donde diferentes cosas van mal, o diferentes variables son cambiadas, para que podamos interiorizar mejor cómo usar una nueva habilidad como lo haríamos en la vida real.

Nuestra motivación también es diferente cuando aprendemos haciendo. En la vida, tendemos a aprender sólo lo que necesitamos cuando lo necesitamos. En este tipo de situaciones no tenemos ningún problema con la motivación, porque algo en nuestra vida nos ha hecho querer aprender algo en particular.

Ya sea para una motivación más natural o para un entrenamiento más realista, aprender haciendo casi siempre es mejor que aprender al estilo de un clase tradicional.

Y ahí es donde está nuestro factor diferenciador, en nuestros programas estarás experimentando exactamente esto, aprenderás haciendo mediante tres áreas fundamentales del funcionamiento de una persona.

¿Te imaginas poder aprender de una manera diferente, práctica e integrada?

 

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Resolviendo la paradoja de la autenticidad – Cómo ser quien realmente eres. (PARTE 1)

Ah, cómo ser auténtico. La autenticidad es una de esas cualidades que se ha vuelto tan deseable, tan buscada, que se ha reducido -al igual que la generosidad y la gratitud- a un cliché sin sentido. Y sin embargo, todo lo que enseñamos en The Gate to success, desde habilidades de comunicación, hasta confrontar creencias limitantes, parece volver al concepto central de ser quien eres, que podría ser la habilidad más difícil que puedas dominar. La autenticidad es tan escurridiza como poderosa, pero mucha gente sigue desconcertada por la noción de cómo ser auténtica.

Vamos a dividir este post en 2 partes ya que requiere atención, tiempo y dedicación para entender varios conceptos.

Hay algo gracioso en la forma en que hablamos de autenticidad. Queremos aprender autenticidad. Queremos reaccionar con autenticidad. La autenticidad es algo que queremos conseguir. Tratamos la autenticidad como algo que tenemos, a diferencia de lo que somos. Lo que puede impedirnos desarrollar este rasgo, ya que estamos tratando de lograr algo que, por definición, ya tenemos.

Si definimos la autenticidad como simplemente ser tu verdadero yo, entonces realmente no deberíamos tener que buscarla en primer lugar. Si lo estamos buscando, entonces ya lo hemos perdido. Y eso es lo que podemos llamar la paradoja de la autenticidad.

Si tratas de ser auténtico, no lo eres.

Entonces, ¿cómo podemos aprender a ser más auténticos?

Tenemos que empezar por entender por qué la autenticidad es tan importante.

Puede parecer obvio, pero no lo es. Después de todo, vivimos en un mundo que prospera con la falta de autenticidad. Trabajos basados en política de empresa, noticias alimentadas por intereses y ni hablar de la irrealidad que proyectan la gran mayoría de las redes sociales, incluso relaciones por conveniencia sólo por mantenernos contentos. No tenemos que insistir, pero es importante que nos demos cuenta de lo mucho que nuestras vidas están impulsadas por la falta de autenticidad.

Pero si piensas en los momentos de tu vida que son significativos -quiero decir verdaderamente significativos- siempre encontrarás un grado de realidad, de verdadera autenticidad. Un cumplido sincero, una crítica honesta del trabajo, una gran película, una primera cita realmente agradable: todo esto implica al menos un cierto grado de autenticidad.

La razón por la que reconocemos la autenticidad es porque estamos preparados para responder a ella. Y estamos preparados para responder con autenticidad. En resumen, lo reconocemos cuando lo vemos. Y se siente bien. Parece cierto. Se siente como algo real, por eso resuena tan fuertemente en nosotros. Si aguantamos un mundo que a menudo es “inauténtico”, es sólo porque hemos olvidado cómo se siente la autenticidad real.

Nos sentimos movidos por personas auténticas, nos sentimos atraídos por ellas. Del mismo modo, nos sentimos atractivos cuando estamos siendo auténticos, y cuando nos conectamos con alguien que está auténticamente comprometido con nuestro atractivo. Cuando tenemos una entrevista de trabajo y salimos con buenas sensaciones o una cita verdaderamente especial, lo que solemos decir es que nos encontramos con un momento de autenticidad mutua.

Ser auténtico también es mucho más fácil. Es tentador olvidar, pero ser uno mismo -y estar cerca de otras personas que son ellos mismos- es mucho más fácil que fingir, o falsificar, o ponerse una máscara social, que son formas comunes de lidiar con un mundo que se siente falso. De hecho, es la falta de autenticidad lo que hace que los patrones preestablecidos o las respuestas enlatadas sean tan atractivas. Estas técnicas parecen más fáciles, hasta que descubrimos que sólo llegan hasta cierto punto. Se rompen tan pronto como una relación exige autenticidad real, en cuyo momento nos damos cuenta de lo fácil que hubiera sido ser nosotros mismos.

Así que en múltiples niveles, estamos deseando esa realidad: queremos ser auténticos, y queremos estar alrededor de la autenticidad. Cuanto más tratamos de ser otra cosa -lo que nuestros padres nos dijeron que debíamos ser, lo que nuestros trabajos nos exigen, lo que otras personas parecen pensar que debíamos ser-, más fuerte se hace el deseo de ser nosotros mismos.

Si necesitas más pruebas de por qué este rasgo es tan importante, pregúntate si te sientes mejor siendo tu mismo o fingiendo lo contrario. Creo que si somos honestos, siempre es mejor ser auténticos. Si alguna vez te sientes mejor siendo “inauténtico”, es sólo porque no hemos aprendido a ser nosotros mismos.

Así que si la autenticidad es algo que todos queremos, pero es imposible de tener, ya que es algo que eres y no algo que obtienes, entonces la autenticidad debe ser imposible de enseñar, ¿verdad? Como me gusta decir, enseñar a alguien a ser auténtico es como enseñar a alguien a ser más alto. Podría ser incluso peor, porque nadie puede fingir ser más alto, pero definitivamente pueden fingir ser auténticos. De hecho, lo hacen todo el tiempo.

Entonces, ¿cómo puedes aprender a ser más auténtico?
Como ya hemos descubierto, no puedes. Esa es la trampa.
Lo que puedes hacer, sin embargo, es dejar de ser “inauténtico”.
Y ahí es donde empezaremos…

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15 errores que debe evitar si desea convertirse en un empresario exitoso

Como gestor de proyectos, emprendedor en diferentes tipos de negocios tengo que decir que me aburro muy rápido.Pero habiendo consultado y ayudado a muchos emprendedores, he sido capaz de identificar una serie de errores recurrentes que los emprendedores principiantes y veteranos cometen y que significan la desaparición de lo que podría haber resultado ser una empresa fenomenal.

Como tal, estoy compartiendo con ustedes mis conclusiones clave sobre los 15 errores más comunes y costosos que los empresarios tienden a cometer.

1. Subcapitalización

Esto es como construir un Boeing 747 y dejar la cola y las alas fuera. Es posible que pueda ponerse en marcha, pero sin las alas y la cola es imposible que se levante del suelo. Veo que muchas empresas comienzan con muy poco capital y caen fuertemente dependientes de la deuda sin fuentes alternativas de capital. Sin suficiente capital detrás de su negocio. Esa reserva de contingencia es la que siempre falta, necesitan un capital en efectivo (liquidez) para sostener las fases de inicio y crecimiento.

Ahora bien, esto no significa que tengas que recaudar o tener toneladas de dinero para comenzar, sino que debes estar bien informado de los requisitos de capital promedio para iniciar un negocio en la industria respectiva, ya que algunas industrias son menos intensivas en capital que otras. Por ejemplo, una empresa fabricante de microchips requiere mucho más capital e infraestructura (máquinas, empleados, fábrica) que, por ejemplo, una empresa de marketing digital. Las diferencias son obvias, pero la gente todavía tiende a subestimar lo costosas que pueden llegar a ser las cosas.

2. No reinvertir las utilidades de principios de año para lograr la estabilización

Otra observación que he visto a lo largo de muchos años es que demasiado pronto, después de que un negocio comienza a ganar impulso, los dueños de negocios quieren mejorar su estilo de vida personal y no tomar esas ganancias y reinvertirlas en el negocio para asegurar su rendimiento y futuro a largo plazo. En efecto, los dueños de negocios despojan a las empresas de los recursos preciosos que podrían ser utilizados para operaciones vitales, o expansión y en su lugar se tratan a sí mismos como si su trabajo estuviera hecho.

La realidad es que la parte más importante y sensible de la vida de una empresa es durante su fase de crecimiento. Al socavar y extraer el capital de su negocio, están colocando el negocio en un soporte vital en el momento más crucial. Recuerda, “cada dólar ahorrado es un dólar ganado” en todos los aspectos de la vida.

3. Expansión demasiado pronto

Este concepto me llevó un tiempo entender por qué expandir un negocio podría ser una mala idea. Quiero decir, ¿no es esto lo que la naturaleza de los negocios debería ser? Lo que he encontrado es que expandir su negocio antes de que tenga los recursos clave (dinero en efectivo, acceso a la equidad, acceso al crédito) o estructuras clave (personal o administración clave, sistemas de negocios bien arraigados, líneas de suministro seguras) puede conducir al desastre.

No subestimes el crecimiento orgánico. Puede parecer lento al principio, pero es un crecimiento sólido y sostenible. Yo diría que este es el mejor tipo de crecimiento que cualquier empresario puede pedir (incluso mejor que un rápido crecimiento explosivo).

4. Perseguir el volumen de negocios a expensas de los beneficios

He visto esto muchas veces en industrias que son altamente competitivas (por ejemplo, la construcción). Las empresas que persiguen la rotación de personal “sólo para mantener a la gente joven empleada” pueden llevar al fracaso empresarial.

Tomemos el ejemplo de  los costes de los empleados; lo que algunas pequeñas y medianas empresas (PYME) no se dan cuenta es que el empleo de personal conlleva muchos costes que van más allá del salario/salario y que no son obvios (vacaciones anuales acumuladas, vacaciones de larga duración acumuladas, carga de vacaciones (dinero extra cuando se toman vacaciones), seguro de accidentes en el lugar de trabajo, impuestos sobre las nóminas, por nombrar sólo algunos). Estos costes pueden pasarse por alto cuando se fija el precio de un trabajo.

5. Falta de búsqueda (y aplicación) de asesoramiento adecuado

Muchas PYMEs  se adhieren a la idea de que quieren hacer las cosas a su manera. Esta mentalidad, por supuesto, tiene mérito y es un motor obvio del comercio en una economía. Después de todo, ¿no se trata de hacerse cargo de la toma de decisiones clave?

Sin embargo, hay muchas veces en que no buscar asesoramiento de alguien con una perspectiva diferente, o de alguien que está muy bien informado en las transacciones comerciales (contadores, abogados, planificadores financieros, expertos en estrategia) puede ser extremadamente costoso. Los buenos empresarios siempre buscan consejo de alguien con una perspectiva más amplia y se rodean de las personas y asesores adecuados.

6. Falta de trato con la gente

Si no le gustas a la gente, no harán negocios contigo. Independientemente de tu tipo de personalidad, es imprescindible aprender las habilidades básicas de sociabilidad.

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Mi camino al éxito

Cómo crear tu propio camino al éxito.

Dejarse atrapar por la publicidad del éxito puede hacer que sea difícil entender lo que realmente esto significa. Desde titulares que dicen que el CEO de Amazon Jeff Bezos ha ganado de media 275 millones de dólares al día hasta las constantes victorias de grandes empresas como Apple y Microsoft, uno puede preguntarse qué significa realmente el éxito.

¿Estás realmente ganando dinero, creando puestos de trabajo, o incluso creando un producto que todo el mundo utiliza? Hay tantas maneras y métodos para ganar dinero y ser exitoso que el camino al éxito viene con muchas esperanzas falsas y expectativas poco realistas. A lo largo de mi trayectoria profesional he aprendido algunas cosas que espero que te ayuden a allanar el camino hacia tu propio futuro en lugar del que otros parecen idolatrar.

El éxito está a nuestro alrededor, incluso cuando no lo ves.

No pasa un día sin que alguien me enseñe cómo hacer dinero en una industria que ni siquiera sabía que existía. Desde negocios orientados a recoger basura de la gente hasta aplicaciones y software financieros, se puede ganar dinero en todo. La manera de averiguarlo no es descubrir una nueva industria todo el tiempo, sino a veces encontrar un nuevo punto de vista o unir dos o varias soluciones en una.

Facebook no inventó las redes sociales, Alibaba no creó el comercio internacional y Uber no inventó la idea del taxis. Todos ellos descubrieron una nueva solución para una ya  existente que podría haber necesitado alguna mejora. Aprende a entender cómo funcionan las cosas y no te centres en lo que falta por crear.

Aprende por el bien de la educación, NO por la recompensa.

La mayoría de las personas sólo se educan en temas que quieren saber como resultado de tener algo que ganar. La gente aprende bienes raíces para vender casas y ganar dinero, y la gente aprende a intercambiar acciones para poder ganar dinero. Nos entrenan como niños desde una edad temprana para que siempre nos enfoquemos en lo que hay para nosotros, en lugar de en lo que podemos aprender de ello.

Cuando comenzamos a desarrollar el método The Gate to success, la gente nos preguntaba por qué no había temas más generales de aprendizaje, como aprender marketing o cosas similares. Nuestra respuesta fue fácil y rápida. Si permitimos que la gente escoja, sólo aprenderán las habilidades que les preocupan en ese momento, lo que sólo les da la oportunidad de triunfar hoy, pero muy lejos de triunfar a largo plazo.

Se trata de exponer a las personas a diferentes situaciones, industrias y modelos de negocio en los que antes no tenían ningún interés, pero que, como resultado del conocimiento, pueden utilizar la información en una industria diferente o de una manera diferente.

Observa a otros, no dupliques su trabajo.

Mucha gente puede entender el camino que otros tomaron para alcanzar el éxito, porque está tallado de principio a fin ahora que la persona ha tenido éxito. Puede parecer lógico y fácil copiar el trabajo de alguien con la esperanza de ganar algo de dinero, pero también le garantiza una rentabilidad mucho menor de la que recibió al que están copiando. Hay muchas variables como el tiempo, la ubicación, la ética del trabajo, y muchas más que entran en un negocio que sería una tontería pensar que duplicar el trabajo de alguien los llevará al mismo lugar.

Observa y aprende de otros que han allanado el camino, pero recuerde que cualquier camino que se siga y no se cree conduce a un éxito limitado. Alguien más que allanó el camino ya habrá recogido sus principales recompensas.

Aprende a vencer al sistema, no a ignorarlo.

Todo el mundo quiere desafiar el status quo; puede sonar emocionante, pero la mayoría de la gente simplemente no encuentra un lugar para “encajar” en la sociedad y, como resultado, intenta alejarla o escapar de ella. En cualquiera de nuestros ebboks explicamos la importancia de aprender a dominar tu entorno antes de abandonarlo para que puedas crear los hábitos necesarios para integrarte y vencer a cualquiera barrera en cualquier momento.

Cuando piensas en destacar, debes aprender a encajar primero antes de hacerlo. No se pueden ofrecer productos y servicios a personas que viven de cierta manera si no se entiende cómo viven y por qué toman las decisiones de compra que toman. Recuerda que si bien es bueno ser único, es más importante ser comprendido.

Espero que estos pocos consejos te ayuden a forjar tu camino hacia el éxito, y que recuerdes que el éxito es subjetivo a tu perspectiva y a tu línea de base. Mirar los constantes recordatorios de éxito de las grandes empresas o negocios online, como una medida de lo que es el éxito podría ser veneno; sesgará tu perspectiva y te impedirá tener el éxito que estás teniendo frente a tus ojos. No confundas la realidad con la percepción.

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Lo que tus valores te enseñan

Todos funcionamos con cierta manera de entender lo que está bien y lo que está mal, lo que es bueno y lo que es malo, o lo que es peligroso o seguro, pero pocos nos preguntamos por qué pensamos de esa manera o hacemos lo que hacemos.

La mayoría de nosotros estamos en “piloto automático”, avanzando en nuestro día a día y haciendo las cosas según nos han enseñado nuestros padres, compañeros y la sociedad.

Lo que realmente te mueve son TUS VALORES.

 

¿Qué son los valores?

Los valores son una representación interna (una foto, un sentimiento o un sonido) de lo que se codifica en tu mente (casi siempre de manera inconsciente) como las cosas más importantes para ti en determinada área de tu vida.

En psicología, los valores se localizan a un nivel más profundo incluso que las creencias, de hecho, están “impresos” en ti mucho antes que tus creencias y te programan desde pequeño. Se dice que esto sucede entre los 0 y los 3 años, es decir, que a los 3 años tus valores ya están programados.

Hay 3 fases para el desarrollo de tus valores, según Morris Massey:

  • El periodo de impresión (0-7 años): Como una esponja, absorbemos todo los ue vemos, oímos, olemos, saboreamos, tocamos y sentimos.
  • El periodo de modelado (8-13 años): Adoptamos las características de la persona a la que más admiramos o en la que nos queremos convertir. Copiamos a otras personas y probamos distintas maneras de ser.
  • El periodo de socialización (14-21 años): Intentamos determinar dónde encajamos en la sociedad. A medida que vamos desarrollando nuestra individualidad, empezamos a cuestionarnos la programación y las normas anteriores.

Entre los 20 y los 30 años desarrollamos la persona que presentamos al mundo exterior. Esto explica por qué mucha gente no se dedica a lo que estudiaron en la universidad o ni siquiera acaban su carrera universitaria, porque la eligieron con 18 años y ya no se corresponde con quiénes son hoy en día.

Cada uno de estos periodos es clave para desarrollar nuestro conjunto de valores (lo que valoramos como lo más importante para nosotros), y a partir de esos valores, se desarrollan nuestras creencias o convicciones de lo que consideramos verdadero.

 

La importancia de conocer tus valores.

Conocer tus valores es clave para determinar lo que haces con tu tiempo y cómo valores el tiempo invertido. En lo más profundo de tu ser, tus valores te conducen a invertir tu tiempo en cosas que apoyen lo que es más importante para ti; hasta que no conozcas cuáles son tus valores, esto pasa de manera inconsciente.

Tus 5 valores principales son los que más influyen en cómo vives tu vida (aunque tienes más). Convertirte en alguien que conoce sus valores te permitirá tomar mejores decisiones y establecer mejores objetivos.

Puedes conocer más acerca de tus valores aquí.

 

Tus valores deben concordar con tus objetivos y viceversa.

Es importante que tus valores estén alineados con tus objetivos y viceversa, si no se apoyan directamente los unos a los otros, te encontrarás con conflictos internos continuamente.

Si valoras como importante la abundancia económica en los negocios y aceptas un trabajo asalariado que no concuerda con el estilo de vida que quieres, siempre estarás frustrado y sintiendo que vives en conflicto.

Si valoras como importante una comunicación abierta en una relación y la persona con la que compartes tu vida no se abre y no se comunica, habrá conflicto.

Coordinar tus decisiones para apoyar tanto tus valores como tus propósitos te ayudará a conseguir las cosas que quieres conseguir en la vida y esto es algo que, la mayoría de las veces, está bajo tu control.

Otra forma de conflicto de valores se da cuando tienes dos valores que son positivos pero que compiten el uno contra el otro.

Valores el dinero y la libertad en tu carrera profesional. Para ganar más dinero, trabajas más y más, pero tu libertad empieza a coartarse y grita: “¡Ey! ¿Y yo?”. Dándote cuenta del desequilibrio, empiezas a hacer cosas que te aportan más libertad como tener más tiempo libre y vacaciones, y trabajar menos. Cuando tu valor por el dinero no se alcanza, empieza a gritar: “¡Ey! ¿Y yo?”. Y este ir y venir se convierte  en un ciclo.

Este tipo de conflicto requiere que armonices tu vida equilibrando tus distintos valores. Necesitas hacer compromisos contigo mismo y aceptar que puede que haya periodos de ajuste antes de ese periodo de equilibrio feliz.

Empieza escribiendo tus valores principales de cada área fundamental de tu vida y empezarás a encontrarte en el camino de alinear tus objetivos con lo que es verdaderamente importante para ti. Vivir este tipo de vida equilibrada te traerá nuevas alegrías, nuevas experiencias y nuevas satisfacciones.

¿Quieres conseguirlo?

 

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