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¿Cómo establecer objetivos realistas en cuanto a pérdida de peso?

Cuando hablamos de pérdida de peso con nuestros participantes, solemos notar cierta frustración, aburrimiento o incluso cansancio en la gente y creemos que es, sencillamente, por no establecer objetivos realistas.

Si eres como la mayoría de las personas, probablemente habrás querido perder peso varias veces a lo largo de tu vida, ¿alguna vez te has parado a pensar cosas como: “mi objetivo es realista”, “mi objetivo es sostenible” o “lo estoy haciendo simplemente por moda”?

A la hora de establecer objetivos para perder peso, hay tres pasos clave que querrás seguir.

 

Paso 1. Adapta tus objetivos a tu tipo de cuerpo.

Si estableces tus objetivos basados en lo que ves en las revistas, la televisión o cómo es tu mejor amigo, puedes estar dirigiéndote directamente a la decepción. Es importante saber que hay muchos tipos de cuerpo diferentes: más curvilíneos, más musculosos o con más masa ósea… y todo ello suma a tu peso (sin implicar que tengas mejor o peor cuerpo).

Existen muchas teorías diferentes acerca de los tipos de cuerpo: la teoría del somatotipo, la teoría ayurveda, etc. Busca la que se te adapte mejor, estúdiala a conciencia y adapta tus objetivos en consecuencia.

En resumen, conócete para conocer tus objetivos.

 

Paso 2. Establece mini-objetivos.

Esto lo hemos comentado infinidad de veces: si estableces objetivos elevados a largo plazo sin pequeños “checkpoints” en el camino, es muy probable que te distraigas. Empieza estableciendo objetivos pequeños y reevalúalos cada vez que alcances uno; esto te ayudará a construir un patrón más positivo en tu viaje hacia la pérdida de peso en vez de estar sintiéndote lejos de tu objetivo continuamente.

En lugar de intentar entrar en ropa de hace más de 5 años, céntrate en algo más a corto plazo y en pérdidas de kilos más moderadas: incluso con pequeñas cantidades de peso menos puedes sentirte con más energía, con más movilidad y con mejores marcadores de salud.

También es importante reconocer que nuestros cuerpos cambian en las distintas etapas de nuestra vida (pubertad, cambios hormonales, menopausia en el caso de las mujeres, etc.). Si te basas en lo que pesabas en el instituto o hace 10 años, es buena idea que cambies de metas y que las establezcas en función de tu etapa de vida actual. Recuerda que, seguramente, tu masa ósea y tu masa muscular han cambiado en la última década por lo que no es realista esperar que tu peso pueda llegar a ser el mismo que cuando eras más joven. Asegúrate también de alimentar bien a tu cuerpo.

 

Paso 3. Crea un plan de responsabilidad.

Muchas veces, conseguir perder peso solos es, no sólo difícil sino también insostenible. Es importantísimo construir algún tipo de plan con el que comprometerse. Aquí tienes algunas opciones:

  1. Elige un familiar, un amigo o un compañero de trabajo para que sean tus “colegas” en tu objetivo y se conviertan en tu fuente de motivación para la actividad física, hábitos de alimentación saludables y, en general, un estilo de vida más sano.
  2. Invierte en trabajar con profesionales: nutricionistas, entrenadores, psicólogos… tener un experto que te guíe y te apoye mejorará mucho tu responsabilidad con el objetivo y tus posibilidades de alcanzarlo.
  3. Haz actividades en grupo.

Cualquier forma de compromiso y responsabilidad que escojas es buena siempre que hagas un repaso o check in regularmente para ayudarte a mantenerte en el camino: semanalmente para empezar es una buena opción.

 

¡AHORA!

Ahora que conoces estos tres sencillos pasos es hora de tomar acción. Coge papel y boli y empieza re-definiendo tus objetivos asegurándote de que son alcanzables. Piensa en ejercicios físicos que se adapten a tu constitución, haz objetivos más pequeños y construye un entorno o sistema de apoyo que te ayude a mantenerte firme en la consecución de tus objetivos.

Con un pequeño plan, volverás a enamorarte de tu cuerpo y a cambiar tu estilo de vida antes de lo que esperas.

 

¿Quieres conseguirlo?

Photo by Vlad Kutepov on Unsplash

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Gestión

6 reglas para crear tu equipo de trabajo formidable.

Para cambiar el mundo necesitamos un buen equipo, necesitamos crear más impacto, la vida nos ha enseñado que para hacer las cosas de manera sostenible debemos hacerlo de esa manera.

Todos necesitamos que haya algo para que podamos alcanzar algunas de nuestras metas. Y las cosas no vienen solas, sino que son coordinadas por las actividades de los individuos. Ya sea directamente como un equipo, o indirectamente como un grupo, todos necesitamos los unos a los otros para lograr nuestras metas.

 

Fue Richard Branson, CEO de Virgin, quien dijo que “si quieres ir rápido, ve solo, si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

El viaje es el destino. Realmente no se trata de ir rápido. Se trata, en primer lugar, de disfrutar del viaje a medida que se avanza. Y en segundo lugar, crear un legado que “llegará lejos” incluso después de que tu tiempo aquí haya terminado. Y para llegar lejos, no sólo necesitarás un equipo, sino un equipo formidable.

La mayoría de los líderes de negocios luchan por construir equipos fuertes. No es fácil reunir a un grupo diverso de personas para ofrecer un producto o servicio de alta calidad. Generalmente, los buenos equipos consisten en una mezcla diversa de personas que piensan, trabajan y hacen las cosas de manera diferente.

Aquí hay 6 cosas a considerar si quieres construir un equipo formidable:

Diseña un plan

Esto es lo que te estoy diciendo para que definas tu misión, visión y objetivos antes de que la gente participe. Una vez que sepas lo que tu organización necesita producir, es mucho más fácil determinar los tipos de personas que vas a necesitar.

Esto te va a ayudar a saber a quién necesitas en el equipo, su demografía, edad y conjunto de habilidades. Es como planear una campaña de marketing. Pero esta vez, estás usando tu mapa de visión para determinar quién encajará en el sistema que tiene.

Asegúrate de explicar en detalle la esencia del grupo y cómo pretende lograr el objetivo.

Obtener el equipo

Si quieres formar un equipo formidable, al menos debes tenerlo preparado. Los miembros de un equipo pueden no ser “formidables” al principio, pero deberían haber cumplido con los requisitos mínimos de tu plan anterior. Generalmente, las cualidades que debes buscar deben ser las habilidades requeridas, la determinación, la creatividad, la valentía, la flexibilidad, la capacidad de aprendizaje y la cortesía.

Por cierto, ten en cuenta que el equipo no debe estar contigo en todo momento. Tener un equipo no significa que deban verse todos los días y tomar café juntos. Tu equipo podría ser un equipo remoto, y aún así podría ser un equipo remoto formidable y productivo.

Otra cosa es que tendrías que buscar a personas – no a cualquiera – personas con los mismos intereses que los que ya has enumerado. “Interés” es siempre un buen punto de partida para algo que durará mucho tiempo.

Fomentar la transparencia y la comunicación

¿De qué sirve tener un equipo si sus miembros no están abiertos el uno al otro? Las cosas se pueden hacer al azar y además que lleven demasiado tiempo para que se noten.

Debes asegurarte de que cada miembro del equipo entienda y conozca los roles y responsabilidades de todos en su lugar de trabajo, al menos lo básico.

Ya sea una conferencia semanal o reuniones ad-hoc, es necesario asegurarse de que el equipo en su conjunto entienda y siga el progreso general e individual y que sus tareas impliquen evitar posibles obstáculos y acelerar la entrega cuando sea posible.

Se debe animar a los miembros del equipo a que se comuniquen libremente y a que hagan preguntas tan a menudo como sea posible. Las líneas de comunicación deben estar abiertas de par en par para que las ideas y las agendas puedan fluir libremente.

Más importante aún, haz que los miembros del equipo comprendan los objetivos, la misión y la visión que tu ya has planteado.

Establece las reglas

La Ley es el instrumento para combatir el caos. “Donde no hay ley, no hay pecado”.

Por lo tanto, debes tener reglas que guíen a cada miembro del equipo. Además, las reglas normales de puntualidad, transparencia al hablar con los clientes y honestidad, etc. Te pongo un ejemplo: Puedes crear reglas que prohíban algunas palabras en el lugar de trabajo, como “imposible”, “fracaso” (se pueden sustituir por “contratiempo”, “reto”).

También entiende que las reglas no están hechas sólo para divertirse, sino que se supone que deben ser seguidas.

Trabajar, trabajar y trabajar.

¿Quieres formar un equipo formidable? Ensúciate las manos y haz el trabajo. Oye, esto no quiere decir que te las ensucies literalmente para ponerte a trabajar, sino que debes hacer que todos los miembros del equipo pongan todo lo que se requiere y más, para lograr las metas colectivas.

Otra cosa es trabajar juntos. La opinión o idea de otra persona podría ser lo que se necesita para dar a luz algo asombroso que el mundo agradecerá.

También debes aprender a delegar el trabajo a las personas. Les ayuda a saber que confías en ellos. Hazles saber a todos sus tareas principales y anímalos a que hagan un esfuerzo adicional.

Sé consistente

Aquí es donde la mayoría de la gente lo olvida. Hay tanto glamour y seriedad al principio que luego se desgasta. Un campeón no es un ganador de una sola vez, es un ganador constante. No ganes sólo una batalla; esfuérzate por ganar la guerra. No debemos ganar todo el tiempo, pero debemos perder menos.

Sobre todo, ¡DIVIÉRTETE! Realmente no siempre se trata del trabajo.

Photo by José Alejandro Cuffia on Unsplash

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Resolviendo la paradoja de la autenticidad – Cómo ser quien realmente eres. (PARTE 1)

Ah, cómo ser auténtico. La autenticidad es una de esas cualidades que se ha vuelto tan deseable, tan buscada, que se ha reducido -al igual que la generosidad y la gratitud- a un cliché sin sentido. Y sin embargo, todo lo que enseñamos en The Gate to success, desde habilidades de comunicación, hasta confrontar creencias limitantes, parece volver al concepto central de ser quien eres, que podría ser la habilidad más difícil que puedas dominar. La autenticidad es tan escurridiza como poderosa, pero mucha gente sigue desconcertada por la noción de cómo ser auténtica.

Vamos a dividir este post en 2 partes ya que requiere atención, tiempo y dedicación para entender varios conceptos.

Hay algo gracioso en la forma en que hablamos de autenticidad. Queremos aprender autenticidad. Queremos reaccionar con autenticidad. La autenticidad es algo que queremos conseguir. Tratamos la autenticidad como algo que tenemos, a diferencia de lo que somos. Lo que puede impedirnos desarrollar este rasgo, ya que estamos tratando de lograr algo que, por definición, ya tenemos.

Si definimos la autenticidad como simplemente ser tu verdadero yo, entonces realmente no deberíamos tener que buscarla en primer lugar. Si lo estamos buscando, entonces ya lo hemos perdido. Y eso es lo que podemos llamar la paradoja de la autenticidad.

Si tratas de ser auténtico, no lo eres.

Entonces, ¿cómo podemos aprender a ser más auténticos?

Tenemos que empezar por entender por qué la autenticidad es tan importante.

Puede parecer obvio, pero no lo es. Después de todo, vivimos en un mundo que prospera con la falta de autenticidad. Trabajos basados en política de empresa, noticias alimentadas por intereses y ni hablar de la irrealidad que proyectan la gran mayoría de las redes sociales, incluso relaciones por conveniencia sólo por mantenernos contentos. No tenemos que insistir, pero es importante que nos demos cuenta de lo mucho que nuestras vidas están impulsadas por la falta de autenticidad.

Pero si piensas en los momentos de tu vida que son significativos -quiero decir verdaderamente significativos- siempre encontrarás un grado de realidad, de verdadera autenticidad. Un cumplido sincero, una crítica honesta del trabajo, una gran película, una primera cita realmente agradable: todo esto implica al menos un cierto grado de autenticidad.

La razón por la que reconocemos la autenticidad es porque estamos preparados para responder a ella. Y estamos preparados para responder con autenticidad. En resumen, lo reconocemos cuando lo vemos. Y se siente bien. Parece cierto. Se siente como algo real, por eso resuena tan fuertemente en nosotros. Si aguantamos un mundo que a menudo es “inauténtico”, es sólo porque hemos olvidado cómo se siente la autenticidad real.

Nos sentimos movidos por personas auténticas, nos sentimos atraídos por ellas. Del mismo modo, nos sentimos atractivos cuando estamos siendo auténticos, y cuando nos conectamos con alguien que está auténticamente comprometido con nuestro atractivo. Cuando tenemos una entrevista de trabajo y salimos con buenas sensaciones o una cita verdaderamente especial, lo que solemos decir es que nos encontramos con un momento de autenticidad mutua.

Ser auténtico también es mucho más fácil. Es tentador olvidar, pero ser uno mismo -y estar cerca de otras personas que son ellos mismos- es mucho más fácil que fingir, o falsificar, o ponerse una máscara social, que son formas comunes de lidiar con un mundo que se siente falso. De hecho, es la falta de autenticidad lo que hace que los patrones preestablecidos o las respuestas enlatadas sean tan atractivas. Estas técnicas parecen más fáciles, hasta que descubrimos que sólo llegan hasta cierto punto. Se rompen tan pronto como una relación exige autenticidad real, en cuyo momento nos damos cuenta de lo fácil que hubiera sido ser nosotros mismos.

Así que en múltiples niveles, estamos deseando esa realidad: queremos ser auténticos, y queremos estar alrededor de la autenticidad. Cuanto más tratamos de ser otra cosa -lo que nuestros padres nos dijeron que debíamos ser, lo que nuestros trabajos nos exigen, lo que otras personas parecen pensar que debíamos ser-, más fuerte se hace el deseo de ser nosotros mismos.

Si necesitas más pruebas de por qué este rasgo es tan importante, pregúntate si te sientes mejor siendo tu mismo o fingiendo lo contrario. Creo que si somos honestos, siempre es mejor ser auténticos. Si alguna vez te sientes mejor siendo “inauténtico”, es sólo porque no hemos aprendido a ser nosotros mismos.

Así que si la autenticidad es algo que todos queremos, pero es imposible de tener, ya que es algo que eres y no algo que obtienes, entonces la autenticidad debe ser imposible de enseñar, ¿verdad? Como me gusta decir, enseñar a alguien a ser auténtico es como enseñar a alguien a ser más alto. Podría ser incluso peor, porque nadie puede fingir ser más alto, pero definitivamente pueden fingir ser auténticos. De hecho, lo hacen todo el tiempo.

Entonces, ¿cómo puedes aprender a ser más auténtico?
Como ya hemos descubierto, no puedes. Esa es la trampa.
Lo que puedes hacer, sin embargo, es dejar de ser “inauténtico”.
Y ahí es donde empezaremos…

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Gestión

Un concepto simple para ayudarte a deshacerte del miedo

El problema no es a lo que temes, sino no entender el concepto del miedo. Me ha llevado un tiempo adaptarme y darme cuenta de que los miedos nunca desaparecen, sino que siguen cambiando y cambiando a medida que tu vida evoluciona, y como resultado cambias.

Piensa en todo lo que temías cuando eras niño y en todo lo que temes cuando eres adulto; siempre hay similitudes, pero el contexto es diferente. Como una niño cuando se muda y tiene miedo de no encajar en el colegio. A medida que vas creciendo y evolucionando, también lo hace ese mismo temor; pero ahora el miedo va acorde a la circunstancia.

Alguien me dijo una vez que los miedos eran mentiras creadas por uno mismo, y fue entonces cuando empecé a pensar que tal vez si hubiera pensado en ellos como tales desde el principio, no habría pasado tanto tiempo tratando de luchar contra los míos durante tanto tiempo.

El miedo nos paraliza a la mayoría de nosotros, pero la mayoría de nosotros hemos aprendido a superar los más básicos. El miedo es el denominador común para casi todos nosotros, dándonos una medida de éxito por la rapidez con la que superamos a los nuestros.

Yo mismo tuve muchos temores al crecer,  pero aprendí a superarlos muy rápidamente, desde el miedo al rechazo hasta el miedo al fracaso. Enseñamos a la gente a superar sus miedos, pero no fue hasta hace poco que analicé la perspectiva de otra persona sobre el miedo y que, de hecho, la teoría podría ser cierta. Esta es mi opinión sobre por qué estoy de acuerdo en que el MIEDO es una ilusión creada por mí mismo.

Los miedos se crean a partir de dos contextos: la falta de confianza y la experiencia pasada. Vamos a definir estos dos a través de algunos ejemplos que podrían ayudarte a reexaminar tus propios temores y superarlos.

La mayoría de los miedos se derivan de las posibilidades, lo que significa que nuestras mentes intentan predecir las posibilidades negativas en lugar de las positivas. Un ejemplo simple y claro es una visita al dentista que a menudo se considera negativa debido al dolor que creemos que experimentaremos o a las malas noticias que recibiremos de que tenemos que volver.

Basándonos en nuestras experiencias pasadas, hemos sido heridos y por lo tanto asociamos el dolor con la odontología, lo que crea un pequeño temor antes de que se convierta en una realidad. Lo mismo puede decirse del fracaso. A menudo tememos el fracaso, ya que en el pasado probablemente hemos caído más de lo que nos hemos esforzado, y esto crea el temor de que la posibilidad de volver a caer sea mayor. Este nuevo miedo es una proyección de nuestras inseguridades sobre una situación, creando aún más inestabilidad.

La falta de confianza desempeña un papel importante en esa misma proyección. Es más probable que proyectemos y nos aferremos a una proyección negativa, creando más miedo en lugar de creer que la misma situación podría tener una proyección positiva para crear más esperanza.

El hecho de que no creamos crea ese miedo aumentado que nos mantiene paralizados. Esto es muy común cuando queremos acercarnos a alguien que nos parece atractivo. Piensa en cómo la mayoría del mundo trata de pensar en maneras de acercarse a alguien, para que no sea rechazado cuando aún no ha ocurrido.

¿Por qué no asumir que la persona a la que nos vamos a acercar va a decir que sí en lugar de rechazarnos? Esa confianza por sí sola crea más oportunidades de éxito en comparación con el rechazo. Una vez más el miedo al rechazo no es real, ya que aún no ha ocurrido.

Si estos dos ejemplos son ciertos, entonces casi todos nuestros temores pueden estar relacionados con nuestra falta de confianza o nuestras experiencias pasadas. Esto significa que quizás ninguno de nuestros temores futuros del mañana son reales, sino fabricaciones creadas por nosotros mismos que son simplemente una proyección de nuestra perspectiva negativa del futuro.

Esto también trae a colación el hecho de que quizás la idea de tener miedo al fracaso es sólo una proyección similar, en lugar de una posibilidad. Así que supongo que mi última pregunta para ti sería:

¿Qué harías si supieras que nunca puedes fallar?

Puedes consultar nuestros programas de alto rendimiento donde trabajamos habilidades muy básicas como es la tolerancia a la frustración, esfuerzo, perseverancia, entre otras. que te ayudarán a tener más confianza en ti para cualquier situación que te propongas.

 

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Disciplina y más disciplina

Cuando empezamos nuestro proyecto, el espacio-tiempo se nos suele echar encima. Y pese a la perseverancia, vemos que el momento de cosechar… está muy lejos.

¿Y qué podemos hacer?

A menos que se haya inventado la máquina del tiempo y yo no me haya enterado, no puedes hacer nada más que trabajar y trabajar. Es el tiempo de siembra.

 

Y no es un tiempo fácil, ¿o piensas que el agricultor que salía al campo a las 5am a poner las semillas, llevar al burro, arar la tierra, etc. no se cansaba?

Este agricultor sabía que si para el verano quería recoger tomates, sandías y melones, tenía que levantarse a las 5am día sí y día también. Sabía que requería de una disciplina y, que si no cumplía con esos mínimos, seguramente a su cultivo se lo comerían los pulgones, o morirían de sed si no se regaban todos los días…

 

Con lo cual debemos tener en cuenta que:

El plan de trabajo y nuestra disciplina para llevarlo a cabo es tan importante como nuestra idea.

La llamada ejecución del proyecto.

Porque… ¿de qué nos sirve nuestra idea, si no tenemos disciplina para llevarlo a cabo?

 

¿Qué suele pasar entonces?

Que abandonamos un proyecto que no avanza.

 

Planifica tu trabajo, sé consciente de cuánto tiempo tienes que invertir al día y luego cumple esos objetivos diarios. Es mucho mejor ver que tu proyecto avanza día a día, que sólo en la meta final. E incluso para hacer la siembra más llevadera, a partir de 5 objetivos cumplidos, prémiate. No todo tiene que ser sufrimiento, que para eso estás invirtiendo en tu proyecto. Es más, al igual que para la gran alegría y bendición de la agricultura, cuando se inventó el regadío, el pobre señor no tenía que regar planta por planta, ¿puedes encontrar alguna solución mejor en tu proyecto? No hay que cerrarse puertas en cuanto a la forma de ejecutar nuestras ideas.

 

Cómo dijo el gran Frank Underwood en House of Cards:

“-¿Cómo se devora una ballena?

-Bocado a bocado”

Así que… ¡mucho ánimo con vuestra ballena particular!

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Sueños cumplidos

Ahora que ya me conocéis y que os he contado muchas cosas íntimas mías, quiero contaros cosas que me pidieron Anna y Adrián de The Gate, para que veáis que mi vida está llena de muchos éxitos y que he conseguido muchas cosas que yo quería conseguir.

Hoy voy a hablaros de mis sueños cumplidos.

Desde pequeña yo tenía muchos deseos que quería cumplir y yo los cumplí todos mis deseos.

Lo primero es que tengo una familia genial en Venezuela y también bailaba flamenco y tenía un yate que se llama “Samanthamar”.

Estudié en un colegio que se llama “Valle Abierto”, pasó mucho tiempo y me fui a Alicante y estudié en un colegio que se llama “Voramar” con mis chicas y muchos amigos.

Cuando acabé el colegio, pasé al instituto “Cabo de las Huertas” y cuando acabé cuarto de la E.S.O. tuve un título firmado por el Rey de España.

Luego pasé a la Asociación Síndrome de Down y gracias a Paola conseguí trabajo hace ocho años y tres meses que era mi deseo desde que era pequeña: trabajar en un supermercado.

¿Cómo yo lo hice para conseguir mis sueños? Pues lo primero, trabajar mucho y practicar mucho, después esforzarme mucho para que los demás vean que yo soy capaz, y hasta ahora que yo sigo siendo muy trabajadora y quiero seguir cumpliendo mis objetivos.

Me despido con muchos abrazos para todos y mucho amor.

“¡Los sueños se cumplen!”

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Mi formación profesional

Hoy quiero contaros cómo llegué a mi trabajo de ahora que me encanta. A mí siempre me ha gustado mucho estudiar y quería tener un trabajo. Para eso, cuando acabé el instituto, en seguida entré a la Asociación Síndrome de Down de Alicante.

Allí empecé un curso de formación y empleo con Inma y José que fueron mis profesores. Después de eso, hice una pasantía de G.P.E.S. (ese curso lo dio la Conselleria para dar prácticas).

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Aquí estoy con mi amiga Patu en una comida que organizó la Asociación.

 

Yo hice las prácticas en los Juzgados y en otro sitio: una Imprenta donde doblaba cajas y más cosas. Después, para acabar las prácticas, hice otras en mi trabajo de ahora 

Hice muchos amigos en la Asociación y también en el Club de ocio que organizan, allí me lo paso muy bien con todos y salgo a muchos sitios. También en mi trabajo tengo bastantes compañeros que salgo a veces de fiesta como en navidad, tengo muchas ganas de la cena de este año que está muy cerca.  

Así es mi vida y me despido con muchos besos y éxitos para todos. 

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La historia de mi infancia

Mi historia de mi infancia:

¡Hola a todos! Ahora que ya me conocen, yo quiero contarles mi historia de mi infancia que fue muy feliz.

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Yo nací en Venezuela, la capital es Caracas. Allí tengo mi familia y también yo tengo amigos.

Durante parte de mi vida, a mí me gustaban “Las payasitas” y “Nifú Nifá”, les vi en mi cumpleaños: el siete de abril, con mi familia y mis padres, ¡ese día me lo pasé muy bien!

Yo bailaba flamenco y tenía un yate que se llama “Samanthamar“.

Mi vida era así en Venezuela: estudié en un colegio “Valle Abierto“ y pasó mucho tiempo hasta que me fui para Alicante en España.

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Allí fui a otro colegio que se llama “Voramar” y conocí a mi gordita, a mi Paru y a sus padres que yo les quiero mucho y son como mis tíos. Después, pasé al instituto “Cabo de las Huertas” y también conocí a mi Víctor e hice una pandilla en mi urbanización y salí a muchos sitios.

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Mi animal favorito son mis caballos y los tengo en mi finca en Venezuela.

Para acabar, me despido a todos con mucho amor.

¡Nos vemos pronto otra vez!

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4 hábitos para mantener firmes tus proyectos

Hay muchos aspectos en la creación de un negocio y, aunque los buenos hábitos no son todo lo que uno necesita, es una necesidad significativa si vas a crear un cambio masivo en tu negocio y en tu vida. Ser dueño de un negocio emprendedor o pequeño es  duro y por eso, queremos compartir contigo estos 4 hábitos que han sido siempre los que han mantenido firmes nuestros proyectos.

 

1. Retira tus emociones de la ecuación.

Muchos empresarios se centran en cómo se sienten acerca de su negocio o en lo que quieren que suceda en vez de concentrarse en el trabajo. Todos nos enfrentamos a fallos al iniciar un negocio, sin importar si se trata de un pequeño error en una campaña de marketing o de una mala contratación de un miembro del equipo, y siempre es culpa de alguien (incluso propia). Sin embargo, debido a que la búsqueda de culpables es inútil, la sensación de malestar no ayuda, y la pérdida de confianza como resultado de errores no llevan a ninguna parte y ralentiza significativamente las tareas, es mejor centrarse en las soluciones o el trabajo a realizar y no en las emociones negativas que se derivan de ciertas situaciones.

Siempre que se me complica una situación me concentro en la tarea, no en lo que siento por ella. Menos tiempo dedicado a la reacción derivada significa más tiempo para centrarse en el trabajo.

 

2. Agenda las tareas, incluso dormir.

Uno de mis mayores hábitos ha sido, y sigue siendo, comprar tiempo para mí mismo. Soy un gran creyente de que las personas pierden mucho tiempo en los cambios entre actividades incluso a la hora de dormir. Aunque sé que el cuerpo necesita dormir, también sé que mediante la programación de todo rara vez se puedan retrasar las tareas. Eso incluye la programación de tu sueño. Fijar un tiempo para dormir y una hora de despertar todos los días es muy importante, y eso incluye estudiarse a uno mismo para saber cuánto realmente necesitamos dormir para funcionar de una manera óptima. Si tienes tareas para el día siguiente, intenta conseguir que se hagan una tras otra sin distracciones o tiempos extras en el medio.

Mucha gente que conozco apaga sus teléfonos cuando tiene una tarea pendiente pero comprueba sus actualizaciones en Facebook entre tareas, ¿qué sentido tiene eso? La realidad es que pueden esperar hasta más tarde para comprobar sus redes sociales.  Yo programo incluso el tiempo en mis redes sociales y mis webs. No te olvides que todos disponemos de las mismas veinticuatro horas al día.

 

3. Toma en serio tu propia palabra.

Todo el mundo sabe que cuando le doy mi palabra lo tomo muy en serio y me entregaré al máximo el 1000% de las veces. Está bien prometer cosas, así como el establecimiento de objetivos está bien, pero lo más importante es mantener tu palabra. Siempre escucho cosas de amigos o conocidos relacionadas con negocios como: “Voy a franquiciar este año, es el momento”, o de gente relacionada con el deporte contando sus próximos objetivos como: “Pondré todo el esfuerzo para lograr esta prueba deportiva”, e incluso promesas personales como “Mi próximo coche será un Porsche”. Y muchas veces los dos sabemos que eso no va a ocurrir.

Es muy importante mantener tu palabra. Eso te dará credibilidad a ti mismo, a tus empleados, o a tu circulo de amistades. Convertirte en una persona de palabra te capacitará para mantener el enfoque y así ejecutar tus tareas basándote en principios realistas que te permitirán hacer un progreso real.

 

4. Preocuparse por impulsos, no por ingresos.

Cada negocio necesita ingresos para sobrevivir y crecer, pero muy pocos se dan cuenta de que lo que necesitan más y más cada año, para ir aún más lejos, es el impulso. Lo mismo puede decirse acerca de tu vida personal: mientras que ganar dinero puede ser grande, ver a distancia es aún mucho mejor.

He aprendido a lo largo de los años a no centrarme sólo en los ingresos sino a enfocarme en el crecimiento y otros parámetros relacionados con la evolución del negocio. En nuestro caso, a centrarme en el desarrollo de The Gate y en lo grande que nuestro equipo se había convertido.

Estos otros indicadores de crecimiento son a menudo ignorados por la mera razón de medir el incremento en función del dinero que se ha hecho. Mediante la creación de impulsos constantes, es mucho más fácil poder proyectar incluso cuando nuestra montaña rusa de ingresos está en el punto más bajo. Nuestro impulso nunca ha sido el dinero.

Recuerdo una charla con uno de los CMO mas importantes a día de hoy a nivel internacional que me decía:

A día de hoy podría estar ganando cientos de miles más de lo que estoy ganando ahora pero no es mi objetivo, llega un momento en el que el dinero no te mueve, te mueve la creación de valor en la empresa o empresas en las que estés trabajando.”

Estas 4 áreas de enfoque son clave y siempre han ayudado a generar ese cambio en la creación de empresas. Además, son sencillas y cuentan con un valor incalculable e intangible que sólo puedes percibir una vez trabajes con ellas.

 

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Empezando por el principio

Como digo en el título, empecemos por el principio…
¡UF! Llega el primer día, el día en el que uno se estrena como blogger y tiene tantas cosas que contar que no sabe ni por dónde empezar. Es por eso que haré lo mas sencillo y hablaré de mí mismo en esta primera entrada para que me conozcáis un poquito mejor y podáis haceros una vaga idea de lo que hablaré en los próximos posts.

Estilo de vida.

Siempre he creído llevar un estilo de vida saludable, el estilo de vida que todo el mundo ensalzaría como modelo a seguir: ¡me encanta el deporte y la nutrición! Fútbol, ciclismo, natación, frontón, largas caminatas, ensaladas sin sal, pechugas de pollo sin piel, productos light, suplementación y un largo etc. Todo ello a la vez y entremezclado a diario durante muchos años en mi vida convencidísimo, obviamente, de que hacía lo correcto. ¿Cómo alguien podía comerse el tocino del jamón serrano? ¡Qué asco! Nada más lejos de la realidad…
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Con 14 años me apunté por primera vez en el gimnasio y me enganché de inmediato, supongo que por esa sensación que se quedaba en mi cuerpo despúes de entrenar y por ese distintivo que tiene el que un chico de esa edad levantase pesas, cuando lo normal sería que andase metido en o preocupado por otros menesteres. Nunca me ha gustado ser uno +, actuar como uno +, o no tener iniciativa propia.
“Sé la excepción, no la regla.”

¡CAOS!

Una vida caótica marcó mi juventud: demasiado maduro para unas cosas y demasiado infantil para otras, el término medio se había perdido.
Eso sí, el deporte y la nutrición me ayudaron a mantener la disciplina en algunos aspectos de mi vida. Nunca falté a una sesión de entrenamiento y nunca comí algo que no estaba planeado; mi cerebro sólo pensaba en la composición de cada alimento que me metía en la boca y en qué beneficios iba a obtener después de cada sesión programada de entrenamiento. Comer siete veces al día era lo normal, y las molestias y el dolor tampoco faltaban a su cita diaria con mi cuerpo.
En principio, cumplía perfectamente con los requisitos que se deben cumplir para llegar a ser un gran deportista, ¿verdad? Si no faltaba a un entrenamiento y no me saltaba una comida… ¿entonces? ¿Dónde estaba el fallo?
“Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”-Albert Einstein.
Me encanta esa frase y me hizo pensar que quizá no estaba andando por el camino correcto y que quizás un cambio era lo más necesario.

Nuevos horizontes.

Mucho ha cambiado mi forma de ver las cosas en los últimos años y poco a poco me he alejado de esas creencias populares que han creado un estilo de vida sedentario y poco saludable: tanto en un extremo como en otro, porque muchos tópicos y mitos acechan también al mundo del deporte y de la salud.
Tener los medios para mantenernos física y psicológicamente estables siguiendo las pautas que nos han marcado o están comúnmente establecidas solo nos llevarán al fracaso, y es por eso por lo que decidí colaborar con el blog de The Gate.
Quiero intentar concienciar a la gente a cambiar sus hábitos y alejarse de los tópicos absurdos que abundan hoy en día en este campo, a la vez que cuento cómo lo logré yo: con mis fallos y mis aciertos. Al fin y al cabo TODOS podemos ser mejores de lo que somos porque únicamente deberíamos vivir en una competición constante con nosotros mismos.

No mires a los demás, tú eres tú y no él.

Simplemente trata de ser mejor que la versión anterior de ti mismo.