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The Gate History

Curando el corazón

A lo largo de nuestro trabajo diario con los participantes de nuestra metodología, nos hemos dado cuenta de que hay muchas cosas en común entre todos nosotros: ya sea el origen de nuestro malestar, los objetivos que queremos alcanzar, los errores que cometemos o las estrategias que utilizamos.

Hemos comentado muchas veces que gracias a esas similitudes entre todos, pudimos llegar a la conclusión de que existen un conjunto de habilidades básicas que, si funcionan bien, nos permitirían llegar al alto rendimiento (podéis consultarlas aquí); pero también hemos extraído otra conclusión: las relaciones de pareja, ya sea por problemas en ésta, por falta de ella o por mala gestión de la vida romántica, tienen un impacto fundamental sobre nuestro estado mental y emocional.

 

Cicatrices emocionales.

En la mitología egipcia hay una historia que dice que cuando una persona muere, su alma viaja a través de diferentes dimensiones para llevar a cabo una revisión de su vida. En esa realidad atemporal y aespacial, el dios Anubis coloca el corazón del viajero en una balanza frente a la pluma de la verdad. Si el corazón es más ligero que la pluma, el alma queda liberada hacia la eternidad, pero si el corazón pesa más que la pluma porque está lleno de arrepentimientos, resentimientos y remordimientos, entonces el alma es devuelta a la vida para seguir aprendiendo y evolucionando.

Este mito ofrece un poderoso mensaje que debemos destacar: debemos sanar y dejar ir las cicatrices emocionales que nos ahogan, alborotan nuestra paz y nos dificultan estar en el aquí y en el ahora.

 

Curarse el corazón.

Cuando nos aferramos al lamento, a la vergüenza, al enfado o al dolor del pasado, nuestro cuerpo entero sufre. El cuerpo produce cantidades excesivas de hormonas como la adrenalina y el cortisol que, con el tiempo, pueden comprometer nuestro sistema inmunológico y pueden contribuir a enfermedades cardiovasculares .

Literalmente, el dolor de corazón puede producir patología cardiaca. Otra prueba más de que el cuerpo y la mente están conectados al extremo.

Afortunadamente, el cuerpo es increíblemente flexible y cuando dejamos ir la toxicidad emocional, inmediatamente empieza a volver a su homeostasis (que es el estado natural del cuerpo para regularse y curarse a sí mismo).

A nivel emocional, los beneficios de dejar ir esas cargas del corazón no tienen comparación. Haciéndolo, nos liberamos a nosotros mismos de ataduras al pasado y limpiamos las impurezas que constriñen nuestro corazón expandiendo así nuestra capacidad de amar y ser amados.

 

¿Quieres sanar tu corazón? ¿Quieres liberarte de lo que no te permite avanzar? ¿Quieres deshacerte de esos pensamientos que te dan vueltas en la cabeza?

¿Quieres conseguirlo?

 

¿No sabes cómo? Escríbenos y te ayudamos.

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    Sabiduría célebre

    Adversidad I

    “Quien consigue soportar heroicamente la adversidad aceptará la prosperidad con la misma grandeza del alma; porque no es probable que la mente que no pueda ser abatida por la primera se deje arrebatar por la segunda”

    -Henry Fielding

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    Psicologia

    La gran mentira de LUCHAR por conseguir los sueños

    ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de: “lucha”, “sé fuerte”, “pelea”? Y… ¿cuántas veces nos ha servido realmente para conseguir nuestros objetivos?

    Últimamente, cada vez lo escucho más y cada vez constato lo inútil que es. ¿Y si lo que realmente nos aproxima a nuestros objetivos va en contra de todo lo que nos han enseñado? Puede sonar revolucionario, pero no lo es porque alcanzar nuestros sueños puede ser fácil e incluso ¡podemos disfrutar del proceso! Sin estrés, sin tensión, sin sufrimiento, sin decepción…

    Es cierto que existe un “libro de reglas” para ser exitoso en la vida y si lo seguimos de manera estricta, trabajamos duro, no levantamos la cabeza y nos enfrentamos al estrés, seguro que conseguiremos algo bueno… algún día… ¿no?

    ¿Y si esa no es la mejor opción? Puede que no funcione para todos y cada uno de nosotros y que hayan mejores opciones. Efectivamente, las hay, y cuando empecemos a vivir de esa manera nuestro mundo se expandirá y podremos apreciar todo lo maravilloso del proceso, del camino hacia nuestros sueños.

    Dicen que una manera excelente de afrontar este mundo de sufrimiento y estrés es acostumbrándonos a él, aceptando que existe y tratando de que no nos afecte pero… ¿de verdad necesitamos vivir con estrés para poder acostumbrarnos a él y que deje de afectarnos? Si existen maneras de sentirnos genial y vivir una vida estupenda, ¡vamos a hacerlo!

    ¿Es mucho pedir? ¿Parece difícil? ¡No lo es!

     

    Accede a ti mismo.

    Todo lo que necesitas para llevar este estilo de vida más fluido está en ti, empieza por hacer estos pequeños cambios:

    • Cómo te mueves es cómo eres. Muévete con facilidad, sin prisa, el mundo está para que lo recorras y no hay lugares prohibidos. ¡Recorre tu vida!
    • Utiliza lo que necesitas. Y pon en reposo los recursos que no te hacen falta (personales y materiales).
    • Ejecuta las tareas simples con la menor cantidad de esfuerzo necesario. Agotar recursos en tareas que no los requieren es gastar energía que no va a volver.

    Y todo cambiará, tu cuerpo empezará a funcionar mejor y tu mente se volverá más calmada y clara. Tendrás acceso a ti mismo al completo, no solo a una parte (la otra parte se quedaba bloqueada en la tensión, el estrés o el miedo), y las cosas empezarán a ir bien, luego muy bien y luego genial.

    “No pain, no gain”

    O lo que es lo mismo, “sin dolor, no hay ganancia” o “quien algo quiere, algo le cuesta”. Como adultos, cuanto más ocupados estemos y más estresados con todo lo que llevamos encima, más caemos en la tentación de pensar que todo eso es una señal de éxito. Parece que la falta de sueño es algo a lo que aspirar y que luchar contra los obstáculos todo el día, todos los días es señal de que los estamos venciendo.

     

    Cambiando de mentalidad

    El primer paso hacia una nueva estructura mental es empezar a suavizar los procesos. Coger más, hacer más, ver más y conseguir más, todo con menos esfuerzo. Cómo nos sentimos cuando llegamos donde queremos depende de cómo nos sintamos a lo largo del camino. Si el desarrollo de las tareas para alcanzar nuestros objetivos es duro, agobiante y estresante, cuando alcancemos la meta nos sentiremos agobiados y estresados, bien con la siguiente meta, o bien con el resultado de la primera. Mientras que si el proceso ha sido exigente pero hemos ejecutado los esfuerzos de manera natural, sin preocupación, sin presión y disfrutando, nos sentiremos más que satisfechos al llegar al final.

    Creer en ti es fundamental. Cuando hay falta de convicción hay estrés, tensión, juicios y básicamente actuamos de manera alborotada para conseguir las cosas que creemos que queremos. En el momento en que damos el paso hacia la fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades naturales, todos los procesos empiezan a suavizarse.

    Confía en que tu cuerpo hará lo que tiene que hacer sin necesidad de que lo tenses. Confía en que tu mente hará lo que necesites sin que la estreses. Conviértete en un “alma libre” y deja que fluya la energía, no la bloquees con tensión extra y estrés.

    Te desbloquearás y te convertirás en alguien totalmente capaz y sin límites cuando te liberes del estrés y aprendas a moverte en armonía contigo mismo.

    ¿Quieres conseguirlo?

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    Deporte Psicologia

    8 actividades para reiniciar la mente

    ¿Has oído hablar de los beneficios de actividades como la meditación pero te intimida el hecho de tener que estar sentado y quieto durante un rato? La meditación es un proceso simple y fácil para algunos, pero puede ser una tarea realmente dura para otros.

    La buena noticia es que hay muchísimas maneras de cultivar ese estado de paz y “no estrés” que no involucran una meditación tal y como la conocemos (en el suelo, flor de loto e inmóviles). Prueba una de estas actividades alternativas y disfruta de la concentración, la claridad y la paz que vienen después.

     

    Aquí tienes 8 actividades que te ayudarán a reiniciar tu mente.

     

    1. Sal a la calle a dar un paseo.

    La naturaleza y el ejercicio son dos componentes básicos para mejorar la salud y el bienestar.

    “Doy un paseo en el bosque y vuelvo a casa más alto que los árboles”. -David Thoreau

    Eso pasa porque la naturaleza hace que nos sintamos bien, alimenta nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestro espíritu.

    Busca un paseo o una ruta cerca de ti y, mientras vayas caminando, centra tu atención en tu respiración según te vas moviendo; nota las sensaciones de tu cuerpo, observa cómo tu ritmo cardíaco aumenta o disminuye y fíjate en tus músculos cuando estés haciendo esfuerzos.

    Además, presta atención a los detalles de tu alrededor: los colores, las plantas y los árboles, el ritmo de tus pisadas y la naturaleza de tus movimientos. Verás que tienes tanto en lo que centrar tu atención que no habrá distracciones.

     

    2. Prueba con la jardinería.

    En vez de dedicarte a tus plantas mientras escuchas música y te desinhibes, intenta cultivar un estado mental tranquilo mientras riegas o cuidas tus plantas. Si eres capaz de mantener tu mente centrada y prestando atención a lo que estás haciendo: la sensación de la tierra en tus manos, el olor de las plantas, tu respiración conforme te vas moviendo…, podrás convertir algo tan cotidiano como cuidar de tus verdes amigos en una sesión de mindfulness completa.

     

    3. ¡Pinta y colorea!

    Hay una nueva locura en el mundo del bienestar mental relacionada con el hecho de colorear en adultos. Hay muchísimos libros disponibles en el mercado para pintar, incluso libros con ilustraciones diseñadas para relajarte, liberar tu estrés, expresar tu creatividad… suena como una muy buena manera de volver a ser un niño, ¿no?

     

    4. Baila.

    Pon algo de buena música (a poder ser con mucho ritmo y sin letra), cierra los ojos y permite que tu cuerpo se mueva libremente. Prueba usando un espacio abierto o grande como tu jardín o el salón de tu casa y baila como si nadie te estuviera mirando, bueno, probablemente nadie te estará mirando. ¡Sienta fenomenal!

     

    5. Haz ejercicio con consciencia.

    Hay muchísimas maneras de mover tu cuerpo conscientemente, solo se requiere de concentración y conciencia para fundir el bienestar mental con el ejercicio físico. Prueba a salir a correr, saltar a la comba, hacer tai chi, o cualquier otro ejercicio aeróbico mientras, como ya hemos dicho antes, te centras en tu cuerpo, en tu respiración, en tu postura o en la intención que tienes al practicar ese tipo de ejercicio. ¡Verás cómo cambia tu manera de practicar deporte!

     

    6. Yoga.

    Además de ser una herramienta para estirar tu cuerpo y hacer ejercicio, mucha gente encuentra en el yoga una manera de meditación y de calmar la mente. En la práctica física de yoga, lo más fácil es centrar la mente en el cuerpo primero, y luego pasar a tratar de domar a nuestra mente pensante.

    Busca alguna clase de yoga cercana o busca un vídeo en Youtube, y permítele a tu cuerpo y a tu respiración que guíen a tu mente entre postura y postura.

     

    7. Toca un instrumento.

    Tocar música es una increíble herramienta creativa, ¡y no tienes que tener talento para disfrutarlo! De hecho, si no tienes ningún objetivo firme con el instrumento o no eres profesional, puede servirte como un ejercicio para la mente genial porque no tienes otra intención que la de tocar y disfrutar.

    Si ya tocas algún instrumento, simplemente pasa algún tiempo única y exclusivamente dedicado a él dejando de lado todo lo demás, y utiliza esta sesión como algo para ti en lugar de convertirla en una sesión de práctica o perfeccionamiento.

    Si no tocas ningún instrumento, escoge alguno de estos que requieren poco o ningún conocimiento para comenzar: tambor, gong, maracas o ¡tu propia voz!

    Acuérdate de que el objetivo no es demostrar nada, es únicamente centrar tu atención en el momento presente mientras creas ritmo, melodía y sonido.

     

    8. Disfruta de una puesta de sol.

    Existen pocos momentos que nos permitan estar más en el momento presente que observar cómo el sol se esconde atravesando el horizonte. Además de su belleza natural, una puesta de sol es también un brillante recordatorio de que cada día, y todos los días, nos ofrecen un nuevo fin y un nuevo principio.

    Piérdete en los colores y la energía de la puesta de sol y hazle caso a la tierra cuando te dice que el resto de ítems en tu lista de tareas, puede esperar hasta mañana.

     

    ¿Y tú? ¿Vas a probar alguno de estos consejos para calmar o reiniciar tu mente?