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6 reglas para crear tu equipo de trabajo formidable.

Para cambiar el mundo necesitamos un buen equipo, necesitamos crear más impacto, la vida nos ha enseñado que para hacer las cosas de manera sostenible debemos hacerlo de esa manera.

Todos necesitamos que haya algo para que podamos alcanzar algunas de nuestras metas. Y las cosas no vienen solas, sino que son coordinadas por las actividades de los individuos. Ya sea directamente como un equipo, o indirectamente como un grupo, todos necesitamos los unos a los otros para lograr nuestras metas.

 

Fue Richard Branson, CEO de Virgin, quien dijo que “si quieres ir rápido, ve solo, si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

El viaje es el destino. Realmente no se trata de ir rápido. Se trata, en primer lugar, de disfrutar del viaje a medida que se avanza. Y en segundo lugar, crear un legado que “llegará lejos” incluso después de que tu tiempo aquí haya terminado. Y para llegar lejos, no sólo necesitarás un equipo, sino un equipo formidable.

La mayoría de los líderes de negocios luchan por construir equipos fuertes. No es fácil reunir a un grupo diverso de personas para ofrecer un producto o servicio de alta calidad. Generalmente, los buenos equipos consisten en una mezcla diversa de personas que piensan, trabajan y hacen las cosas de manera diferente.

Aquí hay 6 cosas a considerar si quieres construir un equipo formidable:

Diseña un plan

Esto es lo que te estoy diciendo para que definas tu misión, visión y objetivos antes de que la gente participe. Una vez que sepas lo que tu organización necesita producir, es mucho más fácil determinar los tipos de personas que vas a necesitar.

Esto te va a ayudar a saber a quién necesitas en el equipo, su demografía, edad y conjunto de habilidades. Es como planear una campaña de marketing. Pero esta vez, estás usando tu mapa de visión para determinar quién encajará en el sistema que tiene.

Asegúrate de explicar en detalle la esencia del grupo y cómo pretende lograr el objetivo.

Obtener el equipo

Si quieres formar un equipo formidable, al menos debes tenerlo preparado. Los miembros de un equipo pueden no ser “formidables” al principio, pero deberían haber cumplido con los requisitos mínimos de tu plan anterior. Generalmente, las cualidades que debes buscar deben ser las habilidades requeridas, la determinación, la creatividad, la valentía, la flexibilidad, la capacidad de aprendizaje y la cortesía.

Por cierto, ten en cuenta que el equipo no debe estar contigo en todo momento. Tener un equipo no significa que deban verse todos los días y tomar café juntos. Tu equipo podría ser un equipo remoto, y aún así podría ser un equipo remoto formidable y productivo.

Otra cosa es que tendrías que buscar a personas – no a cualquiera – personas con los mismos intereses que los que ya has enumerado. “Interés” es siempre un buen punto de partida para algo que durará mucho tiempo.

Fomentar la transparencia y la comunicación

¿De qué sirve tener un equipo si sus miembros no están abiertos el uno al otro? Las cosas se pueden hacer al azar y además que lleven demasiado tiempo para que se noten.

Debes asegurarte de que cada miembro del equipo entienda y conozca los roles y responsabilidades de todos en su lugar de trabajo, al menos lo básico.

Ya sea una conferencia semanal o reuniones ad-hoc, es necesario asegurarse de que el equipo en su conjunto entienda y siga el progreso general e individual y que sus tareas impliquen evitar posibles obstáculos y acelerar la entrega cuando sea posible.

Se debe animar a los miembros del equipo a que se comuniquen libremente y a que hagan preguntas tan a menudo como sea posible. Las líneas de comunicación deben estar abiertas de par en par para que las ideas y las agendas puedan fluir libremente.

Más importante aún, haz que los miembros del equipo comprendan los objetivos, la misión y la visión que tu ya has planteado.

Establece las reglas

La Ley es el instrumento para combatir el caos. “Donde no hay ley, no hay pecado”.

Por lo tanto, debes tener reglas que guíen a cada miembro del equipo. Además, las reglas normales de puntualidad, transparencia al hablar con los clientes y honestidad, etc. Te pongo un ejemplo: Puedes crear reglas que prohíban algunas palabras en el lugar de trabajo, como “imposible”, “fracaso” (se pueden sustituir por “contratiempo”, “reto”).

También entiende que las reglas no están hechas sólo para divertirse, sino que se supone que deben ser seguidas.

Trabajar, trabajar y trabajar.

¿Quieres formar un equipo formidable? Ensúciate las manos y haz el trabajo. Oye, esto no quiere decir que te las ensucies literalmente para ponerte a trabajar, sino que debes hacer que todos los miembros del equipo pongan todo lo que se requiere y más, para lograr las metas colectivas.

Otra cosa es trabajar juntos. La opinión o idea de otra persona podría ser lo que se necesita para dar a luz algo asombroso que el mundo agradecerá.

También debes aprender a delegar el trabajo a las personas. Les ayuda a saber que confías en ellos. Hazles saber a todos sus tareas principales y anímalos a que hagan un esfuerzo adicional.

Sé consistente

Aquí es donde la mayoría de la gente lo olvida. Hay tanto glamour y seriedad al principio que luego se desgasta. Un campeón no es un ganador de una sola vez, es un ganador constante. No ganes sólo una batalla; esfuérzate por ganar la guerra. No debemos ganar todo el tiempo, pero debemos perder menos.

Sobre todo, ¡DIVIÉRTETE! Realmente no siempre se trata del trabajo.

Photo by José Alejandro Cuffia on Unsplash

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Pros y contras de trabajar en una startup

El salario y los beneficios, la seguridad en el empleo y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada son los primeros en la lista para la mayoría de las personas que buscan trabajo. El crecimiento profesional y un liderazgo fuerte también son importantes. Las tendencias generacionales revelan diferentes prioridades. El rendimiento profesional es fundamental para los trabajadores de la Generación X. La cultura empresarial, el potencial de crecimiento y el equilibrio entre la vida laboral y personal son importantes para Millennials/Gen Y que a pasos agigantados prosperan en las nuevas empresas.

Como project manager he trabajado en muchas industrias, la labor del gestor de proyectos es, entre otras,la planificación constante, la de coordinar a los equipos de trabajo, tomar decisiones, realizar el seguimiento del proyecto, vigilar los costes, elaborar planes de contingencia, etc. En teoría tendría que ser muy similar el trabajo cualquiera que sea la empresa, pero lo curioso de esto es que ninguna se parece a la otra. En nada. Esta vez quiero hablar de las dos grandes diferencias que existen a día de hoy. Trabajar en una “empresa” y trabajar en una Startup.

Para muchos es una palabra de moda, pero la realidad es que ha tomado mucha fuerza y credibilidad conquistando todo tipo de mentalidaddes y mercados. Cada vez son más las empresas que están creando ese rincón disruptivo donde dan rienda suelta a la creatividad para promover nuevas ideas y soluciones.

Pero…¿es realmente interesante trabajar en una startup? Vamos a hablar de los beneficios y contras que esto supone.

Si estás entrando en el mercado laboral o haciendo un cambio de carrera, el campo de la puesta en marcha puede ser intimidante.

Lo bueno

Es una experiencia única:

No siempre se trata de mesas de ping pong o de patinar por los pasillos, pero las nuevas empresas saben cómo crear un entorno de trabajo favorable. La creatividad y la innovación hacen crecer el negocio, por lo que un espacio de trabajo estimulante es crucial.

Aprendes mucho:

Las empresas de nueva creación imponen una gran responsabilidad a sus empleados. Te contratarán por tus habilidades, pero los fundadores esperan mucho más. Ayudas con todo en el arranque. A menudo, es trabajo fuera de la descripción del propio trabajo, por lo que las oportunidades de aprendizaje y crecimiento abundan. Los fundadores y los empleados trabajan juntos; no hay mandos intermedios, por lo que se aprende de los mejores.

Los empleados trabajan sin supervisión: Ellos toman decisiones inteligentes y asumen la responsabilidad de las consecuencias. La oportunidad de dirigir el progreso los motiva a tener un buen desempeño.

Puedes innovar:

Las nuevas empresas deben crecer rápidamente. Si no pueden mantener el ritmo en el carril rápido, se estrellarán. Los empleados tienen la licencia para mostrar su brillantez. Ofrecen resultados con diseños frescos y nuevos conceptos que captan el interés del consumidor.

Hay presión para abrir nuevos caminos, pero la energía dinámica impulsa el progreso en las puestas en marcha. El orgullo de hacer crecer la compañía y compartir sus altibajos crea un equipo muy unido.

Los beneficios: El dinero no es uno, pero muchos otros beneficios mantienen contentos a los empleados:

Personalmente me he encontrado, no en todas, pero si en muchas startups, estos beneficios para los empleados.

horario laboral flexible
trabajar desde casa
semanas laborales más cortas
un ambiente informal
gimnasio y otros centros de salud
descuentos para empleados y servicios gratuitos
comida gratis,fruta sobre todo (¡y a veces bebidas!)

Los beneficios a largo plazo incluyen la participación en el botín si la empresa prospera. Eso podría significar una posición superior y/o opciones sobre acciones para los empleados. Bill Harris, ex Director Ejecutivo de PayPal, dice que las empresas saben que tienen el poder de atraer a los mejores talentos a través de la equidad de los empleados.

Satisfacción en el trabajo:

Los empleados participan en el nacimiento, crecimiento y éxito de la empresa. Por eso es una carrera atractiva para esta generación. Quieren pertenecer a algo especial. Cuando la compañía lo hace bien, pueden estar orgullosos de sus contribuciones.

El no tan bueno

La carga de trabajo es pesada:

trabajarás muchas horas, con pocos días festivos y vacaciones. Las nuevas empresas deben capitalizar las tendencias rápidamente, y el crecimiento temprano es vital. Los empleados trabajan las 24 horas del día para que esto suceda, por lo que el estrés y el agotamiento son posibles.

Estabilidad y seguridad en el trabajo:

Te encantará tu trabajo, pero no lo conservarás por mucho tiempo. Investigaciones de la UC Berkeley & Stanford y otros colaboradores sugieren que más del 90% de las startups fallan en sus primeros tres años! Las empresas de nueva creación de tecnología, en particular, se enfrentan a la amenaza de que los avances tecnológicos y las nuevas invenciones acaben con su negocio.

Los fundadores de empresas de nueva creación tienen una idea brillante y aseguran suficiente dinero para iniciar una empresa. Pero eso no los convierte en líderes experimentados. La falta de mentores fuertes afecta la estabilidad laboral.

No ganas mucho dinero:

Los inversionistas no cuelgan un salario enorme frente a los aspirantes a empresarios. Ellos inyectan fondos en costos de operación, desarrollo de productos y crecimiento de una base de clientes. En la mayoría de los casos, los salarios son más bajos con las nuevas empresas que con las empresas tradicionales.

¿Qué vida social?:

Puede que te diviertas en la oficina, pero también trabajas duro. Los empleados trabajan bajo una presión extrema para evitar pérdidas, por lo que no cuentan con tener mucha vida social. El equilibrio entre el trabajo y la vida privada es difícil, y las horas exhaustivas en la oficina pueden tener un efecto negativo.

Las startups luchan por sobrevivir incluso cuando alcanzan grandes alturas y están más establecidas. La tecnología cambia rápidamente, la competencia es feroz y los pequeños pasos en falso pueden tener grandes repercusiones. Es por eso que muchas startups luchan después de hacerse públicas.

Entonces, ¿por qué trabajar en una startup?

Porque ofrecen la oportunidad de trabajar de una forma diferente, no necesariamente más fácil, pero sí de una forma más alineada a los objetivos personales y profesionales de los empleados.

El crecimiento personal y profesional que vas a obtener es muy grande, la escalabilidad también es mucho más fácil que en una empresa tradicional, en definitiva, no serás un empleado más.

Lo más interesante es que se genera una cohesión en el equipo de trabajo donde el beneficio de que todos se conozcan y sepan qué hace cada uno minimiza el fallo de delegar responsabilidades. Además, es bastante común trabajar hombro a hombro con el dueño de la empresa que usualmente es el CEO.

Si estás pensando en cambiar de trabajo o dar el salto y poner en marcha tu idea y tienes la oportunidad de sumarte al nuevo modelo empresarial, por lo menos, inténtalo.

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3 emociones clave que todo emprendedor necesita aprender a controlar

La inteligencia emocional es uno de los principales factores que hacen que las personas normales, educadas e inteligentes tomen las decisiones equivocadas. Las decisiones menos acertadas fueron tomadas bajo estrés emocional.

Estas emociones no tienen que ser negativas al principio pero causarán que tomes las decisiones equivocadas y pueden llevarte a caer de tu trono elevado. Hay tres emociones principales que dictan cómo vivimos nuestras vidas y las decisiones que tomamos, analizaremos las tres y veremos cómo podemos superar los errores comunes que son creados por estas emociones.

La ansiedad es peligrosa.

Es muy común que todo empresario sienta ansiedad en algún momento de su vida, pero también es muy importante aprender a controlarla desde el principio. La sensación de ansiedad viene normalmente a nosotros por el miedo a lo desconocido y nuestra falta de confianza en el trabajo o proceso en curso. En la mayoría de los casos, no hemos creado una base lo suficientemente fuerte como para confiar en su estabilidad y capacidad para apoyar nuestras ambiciones progreso.

Si te encuentras en una situación en la que la ansiedad consume tus fines de semana o días libres, entonces quizás hayas llegado al momento de profundizar en tu negocio en estas tres áreas principales.

1. Analiza tu estructura y descifra si tienes todos los componentes necesarios para apoyar a tus clientes y al equipo que trabaja para servirles. Desde la informática hasta la formación y los protocolos de atención al cliente.

2. Analiza el núcleo de tu equipo asegurándote de que cuentas con el equipo adecuado y con las personas adecuadas que trabajan en su mejor capacidad. Cada miembro debe ser analizado para que sus talentos clave estén alineados con el trabajo que realizan.

Finalmente, ¿entiendes tu destino y aún así tienes una visión clara de él? En las primeras fases de un negocio es más fácil saber hacia dónde quieres dirigirte, pero a medida que los ingresos, el trabajo en equipo y los obstáculos se presentan años después, muchos CEOs y fundadores pierden de vista el destino y se centran en el futuro inmediato y la supervivencia de su empresa. Arregla estas tres cosas y sus niveles de ansiedad bajarán.

La ira es patética.

Cualquier acción hecha con ira es automáticamente negativa. La ira es poderosa pero fácilmente controlable ya que el tiempo es el único factor que hará que esa emoción desaparezca. Algunas de las peores decisiones se pueden tomar en momentos de enojo y pueden evitarse fácilmente si existe una ventana de 30 minutos -1 hora entre la emoción y la acción.

En otras palabras, 1 hora podría salvarte de destruir tu vida. Llamo a esta emoción patética simplemente por el hecho de que puede ser fácilmente evitada, y asumiría que si te llevara diez años progresar hasta donde estás, no la tirarías a la basura en una hora. Ten en cuenta que la ira puede ser especialmente peligrosa si se combina con el orgullo y puede causar resultados destructivos.

Si eres grande en orgullo y tienes un gran ego entonces conócete a ti mismo y no permitas que la ira dicte tus acciones ya que caerás duro. Tómate más de una hora y reflexiona sobre la realidad que te hizo llegar a ese punto y, de manera realista, encuentra una manera positiva de cambiar la situación. No permita que las emociones inmediatas hieran tus sentimientos y causen un deseo de retribución inmediata.

El miedo es tu mayor enemigo.

El miedo es la emoción que nos impide arriesgarnos o lograr más en un día dado. O bien tememos el resultado de lo que estamos a punto de hacer o bien tememos la falta de un resultado. En otras palabras, “y si” se convierte en una gran parte de nuestro vocabulario y dicta nuestra vida.

Tememos que el negocio que queremos iniciar sea demasiado difícil, o que no funcione.

Tememos invertir debido a la pérdida potencial que podríamos sufrir con nuestro dinero.

Tememos el rechazo, así que tenemos miedo de acercarnos a la gente.

Y finalmente, podríamos temer perder una oportunidad, así que nos apresuramos a entrar demasiado rápido.

El miedo también se manipula fácilmente a través de la capacidad de evaluar el riesgo y los posibles resultados. Debemos examinar la ganancia y la pérdida máximas y luego determinar cuál es el curso de acción adecuado y debemos aceptar el hecho de que sin riesgo, no puede existir ningún retorno.

La próxima vez que tengas miedo y elijas actuar durante esa emoción, tómate un momento y no hagas nada. El miedo no es una emoción sobre la que debas actuar sin importar lo que suceda, ya que el efecto dominó comienza en el momento en el que actúas y sólo se reduce desde allí. No se puede evaluar el riesgo cuando se es emocional y, por lo tanto, no se pueden justificar claramente los resultados y, por lo tanto, no se debe hacer nada.

Desde The Gate queremos hacerte llegar un pre-programa que nos está dando unos resultados excelentes, es el paso previo antes de hablar de alto rendimiento, son los niveles, ¿te animas?

 

Photo by MURUCUTU on Unsplash

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15 errores que debe evitar si desea convertirse en un empresario exitoso

Como gestor de proyectos, emprendedor en diferentes tipos de negocios tengo que decir que me aburro muy rápido.Pero habiendo consultado y ayudado a muchos emprendedores, he sido capaz de identificar una serie de errores recurrentes que los emprendedores principiantes y veteranos cometen y que significan la desaparición de lo que podría haber resultado ser una empresa fenomenal.

Como tal, estoy compartiendo con ustedes mis conclusiones clave sobre los 15 errores más comunes y costosos que los empresarios tienden a cometer.

1. Subcapitalización

Esto es como construir un Boeing 747 y dejar la cola y las alas fuera. Es posible que pueda ponerse en marcha, pero sin las alas y la cola es imposible que se levante del suelo. Veo que muchas empresas comienzan con muy poco capital y caen fuertemente dependientes de la deuda sin fuentes alternativas de capital. Sin suficiente capital detrás de su negocio. Esa reserva de contingencia es la que siempre falta, necesitan un capital en efectivo (liquidez) para sostener las fases de inicio y crecimiento.

Ahora bien, esto no significa que tengas que recaudar o tener toneladas de dinero para comenzar, sino que debes estar bien informado de los requisitos de capital promedio para iniciar un negocio en la industria respectiva, ya que algunas industrias son menos intensivas en capital que otras. Por ejemplo, una empresa fabricante de microchips requiere mucho más capital e infraestructura (máquinas, empleados, fábrica) que, por ejemplo, una empresa de marketing digital. Las diferencias son obvias, pero la gente todavía tiende a subestimar lo costosas que pueden llegar a ser las cosas.

2. No reinvertir las utilidades de principios de año para lograr la estabilización

Otra observación que he visto a lo largo de muchos años es que demasiado pronto, después de que un negocio comienza a ganar impulso, los dueños de negocios quieren mejorar su estilo de vida personal y no tomar esas ganancias y reinvertirlas en el negocio para asegurar su rendimiento y futuro a largo plazo. En efecto, los dueños de negocios despojan a las empresas de los recursos preciosos que podrían ser utilizados para operaciones vitales, o expansión y en su lugar se tratan a sí mismos como si su trabajo estuviera hecho.

La realidad es que la parte más importante y sensible de la vida de una empresa es durante su fase de crecimiento. Al socavar y extraer el capital de su negocio, están colocando el negocio en un soporte vital en el momento más crucial. Recuerda, “cada dólar ahorrado es un dólar ganado” en todos los aspectos de la vida.

3. Expansión demasiado pronto

Este concepto me llevó un tiempo entender por qué expandir un negocio podría ser una mala idea. Quiero decir, ¿no es esto lo que la naturaleza de los negocios debería ser? Lo que he encontrado es que expandir su negocio antes de que tenga los recursos clave (dinero en efectivo, acceso a la equidad, acceso al crédito) o estructuras clave (personal o administración clave, sistemas de negocios bien arraigados, líneas de suministro seguras) puede conducir al desastre.

No subestimes el crecimiento orgánico. Puede parecer lento al principio, pero es un crecimiento sólido y sostenible. Yo diría que este es el mejor tipo de crecimiento que cualquier empresario puede pedir (incluso mejor que un rápido crecimiento explosivo).

4. Perseguir el volumen de negocios a expensas de los beneficios

He visto esto muchas veces en industrias que son altamente competitivas (por ejemplo, la construcción). Las empresas que persiguen la rotación de personal “sólo para mantener a la gente joven empleada” pueden llevar al fracaso empresarial.

Tomemos el ejemplo de  los costes de los empleados; lo que algunas pequeñas y medianas empresas (PYME) no se dan cuenta es que el empleo de personal conlleva muchos costes que van más allá del salario/salario y que no son obvios (vacaciones anuales acumuladas, vacaciones de larga duración acumuladas, carga de vacaciones (dinero extra cuando se toman vacaciones), seguro de accidentes en el lugar de trabajo, impuestos sobre las nóminas, por nombrar sólo algunos). Estos costes pueden pasarse por alto cuando se fija el precio de un trabajo.

5. Falta de búsqueda (y aplicación) de asesoramiento adecuado

Muchas PYMEs  se adhieren a la idea de que quieren hacer las cosas a su manera. Esta mentalidad, por supuesto, tiene mérito y es un motor obvio del comercio en una economía. Después de todo, ¿no se trata de hacerse cargo de la toma de decisiones clave?

Sin embargo, hay muchas veces en que no buscar asesoramiento de alguien con una perspectiva diferente, o de alguien que está muy bien informado en las transacciones comerciales (contadores, abogados, planificadores financieros, expertos en estrategia) puede ser extremadamente costoso. Los buenos empresarios siempre buscan consejo de alguien con una perspectiva más amplia y se rodean de las personas y asesores adecuados.

6. Falta de trato con la gente

Si no le gustas a la gente, no harán negocios contigo. Independientemente de tu tipo de personalidad, es imprescindible aprender las habilidades básicas de sociabilidad.

Photo by Thong Vo on Unsplash

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¿Siempre óptimo?

Sé fiel a tus hábitos y crea la vida que te mereces.

¿Alguna vez te ha pasado que rompes la dieta por irte de cena con amigos? Y luego llegas a casa y dices: “no debería de haberlo hecho”.

O quizás no le has dedicado el tiempo que debías a una tarea por complacer a los demás…

Entonces me pregunto:

¿Cuántas veces hemos dejado de hacer cosas de nuestro propio interés por contentar a los demás?

¿Cuántas rutinas hemos roto y cuántos hábitos hemos destrozado por no ser fieles a nosotros mismos?

 

Realmente, no nos estamos traicionando a nosotros mismos porque está en nosotros también el deseo de hacer esas actividades alternativas que nos derivan de nuestro camino, estamos traicionando a nuestro futuro YO, el YO que hemos diseñado, el YO óptimo.

Personalmente, yo he roto muchísimos hábitos. Los que peor llevo son los de la dieta: porque derivan en un mal entrenamiento y, como consecuencia, en salirme de mis hábitos de funcionamiento. No rindo de la misma manera que si estuviese al 100%.

Es en los compromisos donde está el error.

¿Y por qué en los compromisos? Pues porque si la renuncia a nuestro propio interés se debe a una situación valorada como positiva (“sí, es verdad, voy a saltarme la dieta pero es el cumpleaños de mi hermano y va a hacerle muchísima ilusión, cambio este extra por otro de la semana” o “Me voy 5 minutos antes del trabajo porque mi amigo realmente me necesita, pero mañana vengo 5 minutos antes”), no es realmente un compromiso, es una elección.

El problema lo tenemos cuando sentimos que no tenemos alternativa, cuando lo hacemos por obligación o cuando sentimos que manteniéndonos fieles a nuestros hábitos vamos a molestar a otra persona y preferimos renunciar a ellos (molestándonos a nosotros mismos)

Es duro, muy duro, ir en contra de la corriente pero se puede.

 

Y aquí van los trucos que yo he utilizado para que mis elecciones estén libres de compromisos.

1. Expresar mis intereses y pedir que los demás se adapten a mí en la medida de lo posible.

Mi círculo de amistad es muy pequeño, pasa lo mismo con mis compañero de entrenamientos, así que prácticamente tenemos los mismos hábitos y objetivos muy similares.

Los que no comparten mi afición por el deporte, tienen muy claro que no puedo excederme con la alimentación, por lo que les planteo el poder elegir un sitio sano para reunirnos.

Los que no comparten mi filosofía de empresa, saben que no soy muy flexible en compromisos, reuniones y que cuando puedo hacerme un hueco lo hago, así que les pido que respeten que cuando digo no es que no.

Dejando muy claro mis prioridades no tiene por qué haber problemas a la hora de romper hábitos.

2. Entender que estoy construyendo mi YO óptimo.

Entonces, ¿quién o qué hace que no seamos la persona que realmente queremos ser? ¿Es posible ser SIEMPRE la misma persona dando igual el entorno, la situación o el grupo de personas con las que estemos en ese momento?

Por supuesto que no es posible y, de hecho, es un error pretenderlo. Debemos tener la capacidad de adaptarnos, con nuestras condiciones, a cada situación sin considerar que estamos fallando y sin tener que hacer lo que toca, porque toca, aún sabiendo que romperemos los hábitos que nos van a acercar a la mejor versión de nosotros mismos.

Los únicos responsables de nuestras acciones somos nosotros, ¡toma el control y verás qué maravilla!

¿Quieres conseguirlo?

 

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El cambio es ley de vida

El cambio es ley de vida…

…pero sólo si uno quiere que así sea.

Alexei Tolstoi decía:

“Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”.

Como sabes, nuestro eslogan es: TRAIN YOUR CHANGE, porque consideramos que el cambio es fundamental para alcanzar el éxito. Una simple mejora ya es un cambio y esas mejoras pueden entrenarse, pueden practicarse, pueden afianzarse y pueden integrarse en nuestro funcionamiento formando parte de nosotros mismos.

Sin embargo, hay un paso fundamental previo al cambio: la intención de cambio.

 

En The Gate trabajamos directamente con las personas y sus habilidades por lo que no tenemos un producto o una herramienta externa que te haga mejorar tu rendimiento, eres tú y sólo tú el responsable de tu evolución. ¿Qué implica esto?

  1. Entender cómo estamos ahora mismo: si estamos en nuestro mejor momento, si estamos pasando un momento difícil, si estamos estancados o si notamos que necesitamos una herramienta particular para alcanzar lo que queremos.
  2. Aceptarlo.
  3. Entender que siempre hay posibilidad de mejora.
  4. Querer mejorar y hacer algo para que esa mejora tenga lugar.
  5. Entender que debemos trabajar para conseguirla, implicarnos, esforzarnos y perseverar.

 

A lo largo de nuestra experiencia nos hemos encontrado con diversos casos de personas que tienen necesidad de mejora pero no tienen ninguna intención de cambiar. Al principio nos sorprendía muchísimo, ¿cómo puede ser que alguien quiera mejorar y tenga tanta resistencia al cambio?

En los diferentes casos, hemos querido analizar la causa: ¿qué es lo que a esta persona le impide dar el paso? Y nos hemos dado cuenta de que las personas tienen sus barreras en distintas partes del proceso de cambio que hemos descrito antes.

Están las personas a las que se les hace difícil pararse a analizar cómo están, qué está pasando dentro de ellos o cuál es el motivo por el que hacen lo que hacen, piensan como piensan o se comportan como se comportan. Tanto si las cosas les van bien como si les van mal, les parece que siempre han sido así, que las cosas son como son y que ellos actúan en base a una personalidad establecida, con unas capacidades determinadas y sin posibilidad de cambio.

Por otro lado, están las personas a las que les cuesta aceptar cómo están y que, como decía Tolstoi, se dedican a cambiar las circunstancias externas o a esperar a que la situación cambie por sí sola sin pararse a evaluar su estado interno y qué pueden mejorar en sí mismos para funcionar de manera sobresaliente.

También están las personas que se conforman con su estado laboral, físico, mental o emocional y que no creen en que eso pueda cambiar de alguna forma. Si ese estado es bueno, porque ya han alcanzado su máximo y no puede ser mejor; y si ese estado es malo, porque lleva mucho tiempo siendo así y piensan que es muy difícil que cambie o mejore.

Nos hemos encontrado con personas que no tienen ninguna resistencia en las fases anteriores pero que, sin embargo, no saben qué pueden hacer para permitirse mejorar o ya han probado muchas cosas y están desencantados.

Y, por último, hay personas que no encuentran ningún tipo de dificultad hasta que se inicia el proceso de cambio. Una vez empezado el trabajo se dan cuenta de que, tanto las mejoras como la adquisición de habilidades nuevas implican esfuerzo, perseverancia y, sobre todo, compromiso consigo mismos, y quizás no estaban tan dispuestos a invertir tantos recursos en su bienestar.

 

Así que, para ti que estás leyendo esto, estés dentro de alguno de esos grupos o no, nuestro mensaje es que el cambio es ley de vida y siempre, siempre, es para mejor. Tú sabes como, están en ti todas las herramientas para conseguirlo, lo único que hacemos nosotros es recordarte como utilizarlas.

Todo tiempo futuro será mejor.

¿Quieres conseguirlo?

 

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Novedades The Gate History

Pero… ¿qué es The Gate?

¡Estrenamos sección!

Y lo hacemos porque hemos visto la necesidad.

La necesidad de contar, la necesidad de expresarnos, la necesidad de informar y, sobre todo, la necesidad de conectar contigo.

Desde el inicio de nuestro proyecto nos hemos encontrado con diversos desafíos (como toda persona que quiere alcanzar un objetivo), pero el que más energía nos ha exigido ha sido el reto de explicar qué hacemos.

 

¿Por qué?

Os preguntaréis cuál es la dificultad si nosotros tenemos claro a qué nos dedicamos, ¿no? Obviamente, el obstáculo no reside ahí, reside en encontrar el lenguaje y la manera de explicar algo innovador, nuevo, intangible y que no se ha hecho antes (tal y como nosotros lo hacemos).

Es por eso que, tras darle muchas vueltas, decidimos explicar nuestra actividad profesional contándote qué hacemos: contándote nuestro día a día, nuestros eventos, nuestras actividades, nuestras experiencias, nuestros participantes y, por encima de todo, nuestros aprendizajes, nuestros errores y nuestros éxitos.

 

¿Cómo?

Lo haremos con una frecuencia semanal pero no será a modo de diario (eso sería extremadamente aburrido y probablemente no te interesaría para nada).

Según lo que nos vaya surgiendo en el desarrollo de nuestras actividades, conectaremos los acontecimientos con lecciones pasadas, con hechos parecidos o, simplemente, con reflexiones o cambios de planes futuros.

 

¿Para qué?

Buena pregunta.

El objetivo principal de este nuevo apartado en el blog es que nos conozcas mejor, veas la utilidad de lo que tenemos para ofrecerte y que puedas llegar a cambiar tu vida funcionando mejor y alcanzando tu alto rendimiento.

Otra de las cosas que queremos conseguir con esto es plasmar, incluso para nosotros mismos, la revolución que supone nuestro proyecto para la manera de entender la actividad física, el bienestar y la tranquilidad mental y la manera de funcionar en el trabajo, en el deporte y en la vida personal.

¿Somos osados al hablar de revolución? No es nuestra intención. Según la R.A.E. una revolución es:

Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.

Y eso, precisamente, es lo que queremos: cambiar rápida y profundamente la manera en la que funcionamos los individuos. Y, ¿por qué estamos en disposición de realizar ese cambio? Porque nuestras herramientas son las mismas que las tuyas (nada externo, nada tecnológico, nada extravagante): nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro comportamiento; simplemente, hemos encontrado una manera de combinarlas y hacerlas funcionar que nos acerca a la mejor versión de nosotros mismos.

¿Quieres conseguirlo?

 

Bienvenido a The Gate History.

 

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¡A primera hora!

La gente de éxito sabe que las primeras horas del día son las mejores para estructurar adecuadamente su jornada y darle una “vista aérea” de lo que será.

Establece tu día en movimiento y, si lo usas bien, ayudará a asegurarte de cumplir todo lo que te propongas hacer.

Las primeras horas de la mañana son buenas porque tu mente está más relajada y más despejada para poder pensar, meditar y planificar. No hay distracciones de las actividades realizadas, no hay bullicio de los negocios, del tráfico, llamadas telefónicas, niños, novia/novio, etc., y casi todo el mundo todavía está dormido o estirando los últimos minutos de sueño antes de despertarse. Las personas que están despiertas en este momento probablemente están haciendo lo que quieren hacer, por lo que son personas más “tranquilas” también.

“Como comienzas tu mañana a menudo establece el tono y actitud de tu día. También puede descarrilar o dirigir su enfoque. Si permaneces confiado en los buenos hábitos del trabajo matutino, no serás presa de la sensación de improductividad al final del día o de la semana.” -Lynn Taylor, autora de Tame Your Terrible Office Tyrant.

No es sólo crear la lista de tareas pendientes, sino organizarla. Determinar qué debe ser hecho, qué se debe hacer y qué se puede hacer y trabajar con esas prioridades.

 

Reflexiona sobre las actividades de los días anteriores.

La mayoría de la gente suele hacer este tipo de ejercicios por la noche. Posiblemente no hayas logrado terminar todas las tareas que te habías planificado, por eso es súper importante que hagas un repaso de lo sucedido y lo que hayas aprendido en ese día. Si lo haces por la noche, lo más probable es que te enfoques en las tareas realizadas y las pendientes sin tener en cuenta qué ha sucedido a lo largo del día.

Por lo tanto, es importante comenzar tu día repasando los eventos del día anterior; aprenderás una o dos o más cosas y te da una nueva perspectiva del día que tienes por delante.

 

 Muévete.

Hacer deporte las primeras horas de la mañana (digamos mejor actividad física) es una puesta en marcha ideal. Ponlo en tu horario, dentro de un tiempo estipulado. Incluso puedes elaborar un calendario de las cosas que deseas entrenar y deja que fluya libremente a medida que comienza. Con 10 minutos de rigor basta para que no abandones.

 

Preserva las “pequeñas cosas”.

Los expertos médicos aconsejan que debemos beber un vaso de agua a primera hora de la mañana para una salud óptima, tomar vitaminas y hacer ejercicio.

El 75% de nuestro cerebro esta compuesto de agua, así que si no estás hidratando tu cerebro no funcionará correctamente. Te convertirás en una persona lenta y fatigada, y eso no es propicio para ser productivo temprano por la mañana.

NOTA: Trata de no omitir el desayuno, excepto si estás en un programa de dieta o ayuno.

 

Medita y trabaja en proyectos personales.

Como empresario/emprendedor, puedes pensar en tu negocio como tu proyecto personal, pero no lo es realmente, no la mayoría de las veces. Todos tenemos proyectos personales: formación, publicar un libro, etc. Sea lo que sea, las primeras horas de la mañana son un buen  momento para trabajar en ellos. Estás libre de compromisos y podrás meditar acerca de tus cosas personales. El ajetreo no te llega a los ojos.

 

Lee las noticias.

Otra cosa que puedes hacer en este momento es consultar los últimos titulares. Las actividades del día pueden impedir que lo hagas y la información es poder potencial, por lo que es importante obtener toda la información antes de salir a afrontar tu jornada. Hay noticias que puedan darte cierta información que puede alterar el día.

 

¿Y tú? ¿Quieres mejorar tu productividad re-organizando tu horario?

¿Quieres conseguirlo?

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¿Se puede ser emprendedor a tiempo completo?

¡Sí!

Antes de dedicarme a ser full-time emprendedor, trabajé muchos años como diseñador y venta al público en multinacionales de ropa. El comercio era mi pasión. Me gustaba pasar horas trabajando para luego dedicar las que me quedaban a mi propia formación. Un día decidí crear mi propia página web (actualmente no existe) pero me gustaba sentarme en mi escritorio y saborear lo que podría llegar a ser trabajar para mí.

Convertirme en un emprendedor full-time era muy importante para mí, pero me llevó mucho tiempo tomar la decisión por no querer navegar en la incertidumbre constante del no saber qué va a pasar… Sin embargo, sí quería trabajar para mí mismo, hacer mis propias horas, tener vacaciones cuando podía/quería y vivir mi pasión, únicamente debía hacer el cambio.

 

Así es como lo hice:

1. Tomé la decisión

Antes de comenzar con cualquier proyecto o dar el primer paso, necesitamos tomar la decisión y seguir fieles a ella pase lo que pase. Esto no significa dejar de fumar en el acto, pero significa que ya eres diferente a tus antiguos compañeros de trabajo y que estás listo para hacer el cambio.

 

2. Puse una fecha

No hay mejor manera de seguir avanzando que establecer una fecha y apuntarlo en tu calendario. ¿Alguna vez habías escuchado la frase de “averigua donde quieres estar y luego trabaja para conseguirlo”? Bueno,esto es muy similar a eso,  establecer una fecha te permitirá comenzar a planificar tus movimientos. Escribirlo en tu calendario forjará tu objetivo en tu cabeza y te ayudará a ver la realidad.

 

3. Recorté gastos

Una vez que realices el cambio, no recibirás tu nómina a fin de mes. Ya no contarás con el flujo constante de dinero para tus gastos, por lo que necesitas recortarlos hasta el mínimo posible.

He tenido que parar mis gastos fijos innecesarios y recorté mis gastos solo a mis necesidades básicas. Gracias a esto, conseguí tener tranquilidad y quitarme presión de encima. Todo era más fácil y más cómodo.

 

4. Creé un plan

Crear un plan hará que tengas una guía, una especie de ruta hacia tus objetivos. Recuerda que si divides tus objetivos en otros más pequeños y éstos los conviertes en procesos de trabajo, todo irá sobre ruedas ya que si no cumples objetivos puedes llegar a frustrarte. No hace falta que lo sigas a rajatabla ni siquiera que exista un plan muy estructurado, con que te sirva de mapa para no desviarte, sobra.

 

¡Ya está aquí!

Cuando llegue el día y finalmente hagas el cambio, necesitas saber cuáles son tus siguientes pasos. Lo último que querrás hacer será tomar la decisión y no saber qué hacer cuando llegue ese gran día. No necesitas tener un plan de negocio tradicional, crea tu rutina matutina y un conjunto de hábitos diarios:

  • Haz una dieta equilibrada
  • Reúnete con gente que te ayude en tu nuevo plan
  • Haz deporte
  • Dedícate tiempo a ti mismo
  • Lee libros relacionados con tu proyecto.

 

A mí me ha ayudado mucho seguir la regla 80/20 y averiguar qué me aportará el 80% de los ingresos y centrarme en esas cosas todos los días. Empieza construyendo tu networking, tu relación con las personas clave en tu sector o industria y piensa cómo te ayudarán en tu plan. Una vez que llegue el día, tú ya sabrás exactamente qué hacer.

 

Puede que sea una cosa que te dé mucho miedo, pero cuanto más tiempo esperes, más de uno ya habrá tomado la decisión a tu alrededor.

Tomar la decisión hoy, establecer una fecha y comentar tu plan de ejecución es la promesa que debes hacerte a ti mismo.

¿Quieres conseguirlo?

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4 hábitos para mantener firmes tus proyectos

Hay muchos aspectos en la creación de un negocio y, aunque los buenos hábitos no son todo lo que uno necesita, es una necesidad significativa si vas a crear un cambio masivo en tu negocio y en tu vida. Ser dueño de un negocio emprendedor o pequeño es  duro y por eso, queremos compartir contigo estos 4 hábitos que han sido siempre los que han mantenido firmes nuestros proyectos.

 

1. Retira tus emociones de la ecuación.

Muchos empresarios se centran en cómo se sienten acerca de su negocio o en lo que quieren que suceda en vez de concentrarse en el trabajo. Todos nos enfrentamos a fallos al iniciar un negocio, sin importar si se trata de un pequeño error en una campaña de marketing o de una mala contratación de un miembro del equipo, y siempre es culpa de alguien (incluso propia). Sin embargo, debido a que la búsqueda de culpables es inútil, la sensación de malestar no ayuda, y la pérdida de confianza como resultado de errores no llevan a ninguna parte y ralentiza significativamente las tareas, es mejor centrarse en las soluciones o el trabajo a realizar y no en las emociones negativas que se derivan de ciertas situaciones.

Siempre que se me complica una situación me concentro en la tarea, no en lo que siento por ella. Menos tiempo dedicado a la reacción derivada significa más tiempo para centrarse en el trabajo.

 

2. Agenda las tareas, incluso dormir.

Uno de mis mayores hábitos ha sido, y sigue siendo, comprar tiempo para mí mismo. Soy un gran creyente de que las personas pierden mucho tiempo en los cambios entre actividades incluso a la hora de dormir. Aunque sé que el cuerpo necesita dormir, también sé que mediante la programación de todo rara vez se puedan retrasar las tareas. Eso incluye la programación de tu sueño. Fijar un tiempo para dormir y una hora de despertar todos los días es muy importante, y eso incluye estudiarse a uno mismo para saber cuánto realmente necesitamos dormir para funcionar de una manera óptima. Si tienes tareas para el día siguiente, intenta conseguir que se hagan una tras otra sin distracciones o tiempos extras en el medio.

Mucha gente que conozco apaga sus teléfonos cuando tiene una tarea pendiente pero comprueba sus actualizaciones en Facebook entre tareas, ¿qué sentido tiene eso? La realidad es que pueden esperar hasta más tarde para comprobar sus redes sociales.  Yo programo incluso el tiempo en mis redes sociales y mis webs. No te olvides que todos disponemos de las mismas veinticuatro horas al día.

 

3. Toma en serio tu propia palabra.

Todo el mundo sabe que cuando le doy mi palabra lo tomo muy en serio y me entregaré al máximo el 1000% de las veces. Está bien prometer cosas, así como el establecimiento de objetivos está bien, pero lo más importante es mantener tu palabra. Siempre escucho cosas de amigos o conocidos relacionadas con negocios como: “Voy a franquiciar este año, es el momento”, o de gente relacionada con el deporte contando sus próximos objetivos como: “Pondré todo el esfuerzo para lograr esta prueba deportiva”, e incluso promesas personales como “Mi próximo coche será un Porsche”. Y muchas veces los dos sabemos que eso no va a ocurrir.

Es muy importante mantener tu palabra. Eso te dará credibilidad a ti mismo, a tus empleados, o a tu circulo de amistades. Convertirte en una persona de palabra te capacitará para mantener el enfoque y así ejecutar tus tareas basándote en principios realistas que te permitirán hacer un progreso real.

 

4. Preocuparse por impulsos, no por ingresos.

Cada negocio necesita ingresos para sobrevivir y crecer, pero muy pocos se dan cuenta de que lo que necesitan más y más cada año, para ir aún más lejos, es el impulso. Lo mismo puede decirse acerca de tu vida personal: mientras que ganar dinero puede ser grande, ver a distancia es aún mucho mejor.

He aprendido a lo largo de los años a no centrarme sólo en los ingresos sino a enfocarme en el crecimiento y otros parámetros relacionados con la evolución del negocio. En nuestro caso, a centrarme en el desarrollo de The Gate y en lo grande que nuestro equipo se había convertido.

Estos otros indicadores de crecimiento son a menudo ignorados por la mera razón de medir el incremento en función del dinero que se ha hecho. Mediante la creación de impulsos constantes, es mucho más fácil poder proyectar incluso cuando nuestra montaña rusa de ingresos está en el punto más bajo. Nuestro impulso nunca ha sido el dinero.

Recuerdo una charla con uno de los CMO mas importantes a día de hoy a nivel internacional que me decía:

A día de hoy podría estar ganando cientos de miles más de lo que estoy ganando ahora pero no es mi objetivo, llega un momento en el que el dinero no te mueve, te mueve la creación de valor en la empresa o empresas en las que estés trabajando.”

Estas 4 áreas de enfoque son clave y siempre han ayudado a generar ese cambio en la creación de empresas. Además, son sencillas y cuentan con un valor incalculable e intangible que sólo puedes percibir una vez trabajes con ellas.