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Por qué ser auténtico es tu clave para el éxito

Nacemos con un propósito que alcanzar, como si nuestro alma tuviera una personalidad propia y un plan que ejecutar aquí en la tierra. Este es nuestro verdadero ser, lo que el alma irradia y disfruta. Lo que pasa es que muy a menudo nuestros padres, la sociedad, nuestros profesores, etc. tienen otros planes en mente para nosotros y, en este proceso, nos volvemos más y más programados olvidándonos de nosotros mismos y, lo que es peor, temorosos de mostrarnos.

La autenticidad es la clave para atraer lo que queremos en la vida, es un imán que nos dirigirá a la gente y a las experiencias correctas y, en consecuencia, al éxito.

 

Alma VS. Ego

El alma (o como quieras llamarlo) es la forma más auténtica de nosotros mismos aunque no siempre le hacemos caso.

¿Escuchas a tu alma cuando te dirige hacia una experiencia o persona?

El ego, en la mayoría de los casos, interviene para decirnos que es una tontería o que los demás pensarán esto o aquello… ¿Por qué? Porque al ego solo le preocupa ser aceptado y gustar, ¡es su trabajo principal! El ego quiere sobrevivir, ser alimentado y encajar dondequiera que vamos y, además, al ego le encantan los estándares de la sociedad porque es un “Libro de normas” fáciles de seguir para asegurarnos de que seremos vistos y bien valorados.

El alma, por otro lado, no tiene miedo a gustar o no gustar, tiene la verdad absoluta sobre nuestro poder, nuestra felicidad y el amor incondicional, puede sentir cuando las experiencias son profundas o superficiales y, además, es la parte más intuitiva de nosotros mismos por lo que puede llevarnos a vivencias auténticas si le dejamos liderar.

¿A quién vas a darle el poder hoy?

 

Los juicios

Cuando empezamos a conectar con nuestro verdadero ser y a actuar en función de él, ya sea por necesidad de aceptación, de inclusión o de complacer a aquellos que queremos, los juicios acaban apareciendo. A veces, los de nuestro alrededor juzgarán porque estamos incorporando actitudes, pensamientos o emociones a nuestras rutinas que son nuevos o que eran desconocidos para ellos, pero ¡no es culpa tuya! Todos necesitamos un periodo de adaptación y ellos también lo necesitarán.

Desafortunadamente, dependiendo de ciertas situaciones o temas, existe la posibilidad de que alguien decida alejarse de tu vida por los cambios que has incorporado (la mayoría de las veces es porque están demasiado asustados de ser juzgados ellos mismos).

La gente puede decidir excluirse de la vida de alguien si esta persona ha hecho público su punto de vista, su opinión o sus actos en temas como las tendencias sexuales, la religión, la política o causas activistas, sobre todo si es contraria.

La elección de seguir siendo auténtico o seguir perteneciendo al grupo es nuestra y es totalmente personal pero… si estamos recibiendo amor por no ser nosotros mismos, ¿cómo de real es ese amor? Hay mucha más gente en el mundo que amará nuestra versión más auténtica e íntima.

 

La autenticidad es amor propio.

Muchas veces la gente se pregunta que cómo alguien con mucho dinero puede sentirse infeliz o cómo alguien que es muy querido por la gente no se quiere a sí mismo. La única respuesta a esas preguntas es: ni el uno ni el otro están siendo auténticos.

La autenticidad no sólo nos provee de éxito y felicidad cara al exterior, también nos provee de un nivel muy profundo de amor propio: saber quiénes somos pero también compartir quienes somos libremente con el mundo.

 

4 formas de ser más auténticos

Intenta estos sencillos pasos para empezar.

1. Actúa en función de cómo te sientes.

Atraviesa las dificultades que te ponen el ego y el miedo para expresar tu opinión, tus sentimientos y cómo un determinado tema te afecta a nivel personal. Incluso si no tienes muy clara la teoría o no estás muy puesto en el tema del que se está hablando, siempre puedes recurrir a cómo te hace sentir: “No estoy muy seguro de esto, ni sé cómo sentirme, pero no me está siendo agradable o siento que no estoy de acuerdo”

2. Deshazte del miedo a la vulnerabilidad.

Muchos de nosotros hemos creado muros de protección a nuestro alrededor (es lógico, nadie quiere salir herido), pero deshaciéndote de ellos verás como la seguridad en ti mismo crecerá con el tiempo y, antes de que te des cuenta, la gente se sentirá a gusto con quien eres porque tú te sentirás a gusto con quien eres.

3. Nada está grabado en piedra.

A medida que evolucionas, aprendes y expandes tu conciencia, tus opiniones también se expanden. ¡Tienes derecho a evolucionar! Con esa evolución vienen nuevas maneras de pensar y acostúmbrate porque van a cambiar muchas veces a lo largo de tu vida.

4. Acéptate como un líder.

Tu voz y tu serenidad (que aumentarán) inspirarán a los demás a hacer lo mismo. Esto es porque tu energía cambiará y la gente empezará a notar tu autenticidad que les hará sentir cómodos a tu alrededor. Acepta este rol y serás capaz de difundir alegría y positividad ¡solo por ser tú!

 

¿Quieres conseguirlo?

 

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Lo que tus valores te enseñan

Todos funcionamos con cierta manera de entender lo que está bien y lo que está mal, lo que es bueno y lo que es malo, o lo que es peligroso o seguro, pero pocos nos preguntamos por qué pensamos de esa manera o hacemos lo que hacemos.

La mayoría de nosotros estamos en “piloto automático”, avanzando en nuestro día a día y haciendo las cosas según nos han enseñado nuestros padres, compañeros y la sociedad.

Lo que realmente te mueve son TUS VALORES.

 

¿Qué son los valores?

Los valores son una representación interna (una foto, un sentimiento o un sonido) de lo que se codifica en tu mente (casi siempre de manera inconsciente) como las cosas más importantes para ti en determinada área de tu vida.

En psicología, los valores se localizan a un nivel más profundo incluso que las creencias, de hecho, están “impresos” en ti mucho antes que tus creencias y te programan desde pequeño. Se dice que esto sucede entre los 0 y los 3 años, es decir, que a los 3 años tus valores ya están programados.

Hay 3 fases para el desarrollo de tus valores, según Morris Massey:

  • El periodo de impresión (0-7 años): Como una esponja, absorbemos todo los ue vemos, oímos, olemos, saboreamos, tocamos y sentimos.
  • El periodo de modelado (8-13 años): Adoptamos las características de la persona a la que más admiramos o en la que nos queremos convertir. Copiamos a otras personas y probamos distintas maneras de ser.
  • El periodo de socialización (14-21 años): Intentamos determinar dónde encajamos en la sociedad. A medida que vamos desarrollando nuestra individualidad, empezamos a cuestionarnos la programación y las normas anteriores.

Entre los 20 y los 30 años desarrollamos la persona que presentamos al mundo exterior. Esto explica por qué mucha gente no se dedica a lo que estudiaron en la universidad o ni siquiera acaban su carrera universitaria, porque la eligieron con 18 años y ya no se corresponde con quiénes son hoy en día.

Cada uno de estos periodos es clave para desarrollar nuestro conjunto de valores (lo que valoramos como lo más importante para nosotros), y a partir de esos valores, se desarrollan nuestras creencias o convicciones de lo que consideramos verdadero.

 

La importancia de conocer tus valores.

Conocer tus valores es clave para determinar lo que haces con tu tiempo y cómo valores el tiempo invertido. En lo más profundo de tu ser, tus valores te conducen a invertir tu tiempo en cosas que apoyen lo que es más importante para ti; hasta que no conozcas cuáles son tus valores, esto pasa de manera inconsciente.

Tus 5 valores principales son los que más influyen en cómo vives tu vida (aunque tienes más). Convertirte en alguien que conoce sus valores te permitirá tomar mejores decisiones y establecer mejores objetivos.

Puedes conocer más acerca de tus valores aquí.

 

Tus valores deben concordar con tus objetivos y viceversa.

Es importante que tus valores estén alineados con tus objetivos y viceversa, si no se apoyan directamente los unos a los otros, te encontrarás con conflictos internos continuamente.

Si valoras como importante la abundancia económica en los negocios y aceptas un trabajo asalariado que no concuerda con el estilo de vida que quieres, siempre estarás frustrado y sintiendo que vives en conflicto.

Si valoras como importante una comunicación abierta en una relación y la persona con la que compartes tu vida no se abre y no se comunica, habrá conflicto.

Coordinar tus decisiones para apoyar tanto tus valores como tus propósitos te ayudará a conseguir las cosas que quieres conseguir en la vida y esto es algo que, la mayoría de las veces, está bajo tu control.

Otra forma de conflicto de valores se da cuando tienes dos valores que son positivos pero que compiten el uno contra el otro.

Valores el dinero y la libertad en tu carrera profesional. Para ganar más dinero, trabajas más y más, pero tu libertad empieza a coartarse y grita: “¡Ey! ¿Y yo?”. Dándote cuenta del desequilibrio, empiezas a hacer cosas que te aportan más libertad como tener más tiempo libre y vacaciones, y trabajar menos. Cuando tu valor por el dinero no se alcanza, empieza a gritar: “¡Ey! ¿Y yo?”. Y este ir y venir se convierte  en un ciclo.

Este tipo de conflicto requiere que armonices tu vida equilibrando tus distintos valores. Necesitas hacer compromisos contigo mismo y aceptar que puede que haya periodos de ajuste antes de ese periodo de equilibrio feliz.

Empieza escribiendo tus valores principales de cada área fundamental de tu vida y empezarás a encontrarte en el camino de alinear tus objetivos con lo que es verdaderamente importante para ti. Vivir este tipo de vida equilibrada te traerá nuevas alegrías, nuevas experiencias y nuevas satisfacciones.

¿Quieres conseguirlo?

 

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Cómo hacer tus sueños realidad

Cuando hablamos de hacer los sueños realidad hablamos, en cierta manera, de deseos. Más allá de las necesidades básicas del ser humano: oxígeno, agua, comida y refugio (suficientes para sobrevivir), nos inventamos incontables “necesidades” a las que llamamos deseos.

Todos hemos experimentado que algunos de nuestros deseos se hacen realidad y otros no. Eso está claro y todos lo sabemos pero cómo interpretamos y gestionamos este hecho es muy diferente entre todos nosotros. Si le preguntas a alguien:

¿Cómo consigues lo que quieres?

¿Cómo haces tus sueños realidad?

Las respuestas que vas a conseguir son muy diferentes y no siempre compatibles con la realidad.

Piensa en la cantidad de mensajes confusos que hemos recibido a lo largo de nuestras vidas:

  • Los deseos se cumplen y los sueños se hacen realidad si trabajas lo suficientemente duro y nunca dejas de luchar por lo que quieres.
  • Los sueños se hacen realidad solo si tienen que ser. No depende de lo que hagas, el destino o el karma es más fuerte.
  • Es cuestión de suerte que unos deseos se hagan realidad y otros no.
  • Hacer tus sueños realidad es una cuestión espiritual: las oraciones y la meditación son fundamentales.
  • Los sueños se hacen realidad por la gracia de Dios. Para hacer tus sueños realidad debes entregarte a la voluntad divina.
  • ETC.

Normalmente, elegimos entre los mensajes anteriores y, en consecuencia, tenemos una imagen del deseo muy confusa. Satisfacer un deseo puede requerir trabajo duro y todo lo contrario.

 

Los mecanismos del deseo

En nuestra vida cotidiana, estamos unidos a las consecuencias de los deseos, a los resultados; queremos el cheque, la pareja, el aumento, la casa bonita… Parece que si nos centramos en los deseos independientemente de los resultados no somos lo suficientemente listos. Volvamos, por tanto, a la experiencia misma de tener deseos.

Tres personas quieren un trozo de tarta de chocolate. La persona A va a trabajar y gana el suficiente dinero como para comprarse una tarta de chocolate. La persona B llega a casa y descubre que, casualmente, su mujer acaba de preparar una tarta de chocolate para él. La persona C pide tarta de chocolate en un restaurante y le dicen que se acaba de vender el último trozo.

La verdad es que los tres deseos se han gestionado con el mismo mecanismo en nuestra conciencia. Este mecanismo es la intención de hacer algo para conseguir algo independientemente de si el trozo de tarta finalmente aparece (o no).

La intención siempre va a llevarnos a una conclusión (a no ser que se bloquee o se frustre), pero no podemos controlar dicha conclusión o predecir qué patrón va a seguir, por eso el desapego es necesario. Hay tantas variables actuando, incluso en el deseo más simple, que la mente no puede calcularlas todas.

El mismo deseo en las personas A, B y C ha tenido diferentes resultados.

Su intención era la misma pero su mundo interior, no. Tu conciencia es el filtro por el que tienen que pasar los deseos, o mejor dicho, la conciencia es el laberinto por el que las intenciones deben pasar. Por lo tanto, el desapego es simplemente una cuestión práctica: “deja a los mecanismos del deseo que se encarguen de hacerlos realidad sin interferir, cuanto más interfieras, menos probabilidad tienes de conseguir lo que quieres”; es como si añadiéramos giros y callejones sin salida a nuestro laberinto.

SIGUE TUS SUEÑOS pero recuerda esto: los sueños evolucionan igual que nosotros evolucionamos e igual que el universo evoluciona. Ese desapego ocurre de manera natural cuando los deseos que teníamos de niños ya no nos son atractivos, ni los de la adolescencia ni muchos de nuestra vida adulta. Declara, por tanto, tus intenciones y deja que los mecanismos internos que son naturales en nosotros hagan su trabajo independientemente de las consecuencias.

¿Quieres cumplir tus sueños?

¿Quieres conseguirlo?

 

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10 poderosos beneficios del cambio y por qué debemos aceptarlo

“Si no creas el cambio, el cambio te creará a ti.”

A menudo nos resistimos al cambio, y no nos damos cuenta de que el cambio en sí mismo es constante.

Incluso si te resistes o lo evitas, entrará en tu vida de la misma manera. Cuando tu mismo inicias el cambio, es bastante fácil adaptarse a él, ya que es un cambio deseado.

Pero, ¿son malos los cambios imprevistos e inesperados? ¿Qué pasa si todos los cambios son buenos por defecto?

 

Escribo esto ya que en cuestión de dos semanas he tenido cambios significantes en varios aspectos de mi vida y quería comentarlo.

He estado abrazando el cambio desde muy joven. Durante mi vida he vivido en 3 países, he cambiado en 6 escuelas y alrededor de cinco carreras diferentes.

Al principio es un poco difícil y molesto, pero después de un tiempo te acostumbras tanto al cambio que si no llega por un tiempo, terminas moviendo los muebles en casa para sentir que algo está cambiando.

Los cambios relacionados con el traslado de un país a otro afectaron mi personalidad. Gracias a ellos me hice más flexible y de mente abierta. Ahora entiendo las diferencias culturales y aprecio la diversidad.

Cada uno de los cambios de carrera trajo consigo conocimientos y nuevas experiencias. Como resultado, aparte de la experiencia profesional, aprendí a resolver conflictos con colegas difíciles y a trabajar con jefes insoportables.

Los cambios relacionados con la carrera profesional trajeron confianza en sí mismos. Todos esos cambios me llevaron a la realización de lo que quería hacer con mi vida.

Finalmente, el gran cambio que inicié al dejar un buen trabajo y abrazar la pasión de iniciar las cosas por mi cuenta me hizo verdaderamente feliz y satisfecho.

En general, cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que todas las cosas buenas de mi vida son el resultado de los cambios que ocurrieron en el pasado.

La gente suele evitar los cambios y prefiere permanecer en su zona de confort, pero creo firmemente que una vez que se tiene el coraje y se da el primer paso para cambiar, la vida será mucho mejor.

A continuación te presentan sólo algunos de los beneficios del cambio:

1. Crecimiento personal

Creces y aprendes cosas nuevas cada vez que algo cambia. Descubres nuevas percepciones sobre diferentes aspectos de su vida. Aprendes lecciones incluso de los cambios que no te llevaron a donde querías estar.

2. Flexibilidad

Los cambios frecuentes te hacen adaptarte fácilmente a nuevas situaciones, nuevos entornos y nuevas personas. Como resultado, no te asustas cuando algo cambia inesperadamente.

3. Mejoras

Todos tenemos cosas en nuestras vidas que nos gustaría mejorar: finanzas, trabajo, pareja, casa, etc. Todos sabemos que nada mejorará por sí solo. Tenemos que hacer las cosas de manera diferente para que eso suceda. Sin cambio, no habría mejoras.

4. Valores de vida

De vez en cuando los cambios te hacen reevaluar tu vida y mirar ciertas cosas desde una perspectiva diferente. Dependiendo de cuál sea el cambio, también puede reforzar los valores de tu vida.

5. El efecto Bola de Nieve

A menudo nos rendimos porque no podemos cumplir la difícil tarea de hacer un cambio enorme e inmediato. Es entonces cuando los pequeños cambios se vuelven extremadamente valiosos. Un turno a la vez, los pequeños cambios eventualmente te llevarán al grande deseado.

6. Fuerza

No todos los cambios te llevan a períodos agradables de la vida. Desafortunadamente no vivimos en un cuento de hadas y también suceden cosas tristes. Superar el período difícil te hará más fuerte.

7. Progreso

Los cambios desencadenan el progreso. Las cosas avanzan y se desarrollan gracias a ellas.

8. Oportunidades

Uno nunca sabe lo que cada cambio puede traer. Cuando te desvíes de tu camino habitual habrá muchas oportunidades diferentes esperándote. Los cambios traerán nuevas opciones para la felicidad y la realización.

9. Nuevos comienzos

Cada cambio es un cambio de página. Se trata de cerrar un capítulo y abrir otro. Los cambios traen nuevos comienzos y emoción a la vida.

10. Rutina

Hay muchas series en la actualidad o películas que comienzan con la vida de una persona sumergido en la rutina que decide acabar con todo para darle un giro a la vida. ¿Recuerdas breaking bad?

Así que la próxima vez que tengas la tentación de evitar o resistir el cambio, apunta a iniciar los que te llevarán a donde quieres estar.

Y recuerda: si no hubiera cambios, ¡no habría mariposas!

 

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Tu papel en la búsqueda de la felicidad

Las redes sociales están llenas de test para ver a qué princesa Disney te pareces o con qué celebrity compartes tu manera de dormir, parece que esta nueva cultura nos obliga a clasificarnos o tipificarnos según cómo nos comportamos.

¿Es esto limitante? O ¿es simplemente una manera de clasificarte para que conozcas tus límites y puedas manejarlos aceptándolos o expandiéndolos?

 

Preparar el escenario para ser feliz.

Existen dos maneras de conocerse a uno mismo (puedes revisar una de ellas aquí).

Manera 1: Si sabes quién eres, puedes diseñar una vida que te haga feliz. Por ejemplo, si te gusta levantarte temprano y te sientes cómodo en un entorno organizado y predecible, puedes establecer tu vida de manera que te rodees de gente parecida a ti o que entienda cómo eres. Al conocerte a ti mismo puedes decirle a todo el mundo cómo eres y esperar que reconozcan tus necesidades.

Esta manera prepara tu entorno para que sea fácil que seas feliz.

A simple vista, es una forma inteligente de ser más feliz. Concer cosas sobre ti mismo (¿ahorras o gastas? ¿Eres analítico o emovional? ¿Eres introvertido o extrovertido?) puede contribuir a tu felicidad. Sin embargo, si te estancas en necesitar que los demás se adapten a tus necesidades individuales, tu felicidad puede reducirse.

Hay una línea muy fina entre reconocerte a ti mismo y acomodarte en ti mismo con este enfoque egocéntrico.

 

Prepararte para el éxito.

Otra forma de pensar algo diferente sobre conocerse a uno mismo es esta.

Manera 2: Entendiendo las cosas que te hacen único, puedes ver en qué puntos eres diferente o igual a los demás y utilizar tus fortalezas y reconocer tus debilidades de una manera que te permita “elegir la felicidad”.

Esto te permite ser más flexible que con la manera anterior.

Saber, por ejemplo, que tienes tendencia a ser perseverante y responsable, puede permitirte entender que tus compañeros de trabajo pueden necesitar más motivación. Saber que te gustan los cambios más que al resto de la gente puede ayudarte a bajar tus expectativas con respecto a cómo tu familia reacciona a tus decisiones. Saber que no te gustan los entornos estructurados te permite elegir un trabajo que no esté relacionado con el ejército en el que la jerarquía es intrínseca.

Saber quién eres no significa que vayas a limitarte con la etiqueta ni que no puedas cambiar o evolucionar. Las personas auténticas son aquellas que saben quiénes son y no les asusta enseñárselo a los demás, debemos elegir ser reales, honestos y enseñar nuestro verdadero ser.

 

Prepara el escenario Y ten éxito.

La manera de combinar las dos opciones anteriores viene cuando encontramos el equilibrio entre la tarea de conocernos a nosotros mismos y de entender que cambiamos todo el tiempo.

Los errores, los retrasos y los obstáculos forman parte de la vida, ¿qué hacemos con ellos? Puedes considerarte introvertido pero ¿y si el trabajo de tus sueños requiere que hables en público?  El equilibrio viene cuando somos capaces de diseñar nuestra vida en función de nuestras necesidades pero también somos conscientes de que nuestras necesidades son temporales.

La tarea, por lo tanto, es lograr conectar con uno mismo para vernos de manera clara y precisa, así, conectaremos mejor con los demás y con nuestra felicidad.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

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Dos opciones. Un cambio.

El post de hoy lo quiero dedicar a una especie de reflexión que a medida que va pasando el tiempo, va penetrando mas en la sociedad. Es un trabajo muy duro el que hacemos cada día para trasladar el mensaje que llevamos como carta de presentación.

La mayoría de nosotros nacemos pensando en las cosas como “deberían” ser, hasta que envejecemos un poco y nos vemos obligados a enfrentarnos a la realidad de cómo son las cosas.

Pero en algún lugar en el fondo, recuerdas lo que se siente al pensar diferente. Recuerdas lo que se sentía al tener pensamientos independientes que no eran sólo una amalgama de tus diversos canales sociales.

Honra esa voz. Ese es el verdadero tú.

Una vez que reconoces la voz y te das cuenta de que puedes tomar una decisión sobre lo que quieres pensar, cómo quieres actuar y en quién quieres convertirte, sólo tienes dos opciones:

Cambiar el mundo
Ser cambiados por el mundo

La pelota está en mi campo y  sé lo que estoy haciendo.

¿Cambias o te cambian?

 

 

 

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Maneras de mejorar tu felicidad en el trabajo

Los adultos pasamos la mayor parte del tiempo que estamos despiertos en el trabajo. Considerando que menos de un 50% de la gente está satisfecha con su trabajo, entendemos que la gente está más estresada, más quemada y más infeliz que nunca, ¿no?

Si vas a pasar de 30 a 50 horas semanales en el trabajo, ¿por qué no disfrutarlo lo máximo posible? Afortunadamente, la ciencia nos ha proporcionado información muy útil para que mejoremos nuestra felicidad en el trabajo.

Empleo, carrera o vocación.

Puedes ver el trabajo de 3 maneras:

  • Si ves tu trabajo como un empleo, principalmente estás motivado por el dinero lo que quiere decir que el trabajo significa que te paguen a final de mes.
  • Si ves tu trabajo como una “carrera profesional”, disfrutas del trabjo pero estás motivado por la posibilidad de avanzar. Quieres ascender y ves tu trabajo como el paso previo a algo mejor.
  • Si ves tu trabjo como una vocación, sientes que tu trabajo va en línea con tus valores y, de alguna manera, contribuyes a que el mundo sea mejor. (Puedes saber más sobre esto con este eBook).

Una vez has identificado qué tipo de trabajo estás haciendo, puedes sentirte más aliviado porque tendrás claro el objetivo. Por ejemplo:

Si reconoces que tu trabajo es una cosa temporal que te ayuda a pagar facturas (empleo), te sentirás mejor con el hecho de que no te encanta, de hecho, valorarás el trabajo como lo que es en lugar de sentirte presionado para adorarlo si no te satisface a un nivel más profundo.

Los siguientes pasos sirven para cualquiera de las tres opciones de trabajo y pueden mejorar, no solo tu felicidad en el trabajo, sino también tu satisfacción en general.

 

Dale significado.

Tienes el poder sobre cómo ves tu trabajo, si crees que es aburrido e insignificante, entonces te aburrirás y te sentirás insignificante. Sin embargo, puedes reformular tu trabajo poniéndolo en contexto: ¿qué servicios ofrece a la sociedad? ¿Qué benficios aporta al mundo?

Haciendo esto encontrarás mayor satisfacción y agradecimiento por tus esfuerzos.

 

Aplica tus talentos.

Las personas felices son las que utilizan sus talentos en todas las áreas de su vida. Si sientes que tu trabajo no despierta de manera natural tus talentos o fortalezas, piensa maneras creativas de integrar tus capacidades en tu día a día laboral.

 

Fomenta las relaciones.

Tener relaciones saludables es uno de los mayores indicadores de felicidad. Conecta con tus compañeros y mejorarás tu estado de ánimo. No se trata necesariamente de socializar con ellos fuera del trabajo, simplemente se trata de estar dispuesto a relacionarte para crear un ambiente de oficina o puesto de trabajo más agradable y disfrutable.

 

Alaba.

Existe una correlación altísima entre sentirse valorado y sentirse satisfecho con el trabajo. Si eres el jefe, podrás ganar confianza, lealtad y compromiso por parte de tus empleados simplemente alabando regularmente su trabajo. Si eres empleado, ofrece gratitud y alabanzas a tus compañeros y jefes. Cuando nos sentimos apreciados aumenta nuestra productividad, nuestra creatividad y nuestro bienestar.

 

Personaliza tu espacio.

Parece obvio pero rodearte de belleza y recuerdos personales afecta a tu estado de ánimo. Ponte fotos de tus seres queridos, arte que te inspire e imágenes que te hagan sentir bien. Haz de tu espacio un sitio en el que quieres pasar tiempo, en el que quieres estar.

 

Haz descansos y utiliza tu tiempo para comer.

Hacer descansos durante tu jornada laboral te da energía y mejora tu perspectiva. Incluso hay estudios que demuestran que dedicar esos descansos a otras actividades beneficiosas para la salud como el deporte, mejora la satisfacción laboral, la gestión del tiempo, la productividad y reduce el estrés.

 

O ¡cambia de trabajo!

Por supuesto que se pueden hacer muchas cosas para gestionar de la mejor manera posible una situación que no te gusta o que te consume, pero también es cierto que, en determinado momento, podemos enfrentarnos al hecho de que es mejor experimentar incertidumbre e inestabilidad que pasar más tiempo en un trabajo que detestas.

Si piensas que una relación de pareja que ya no funciona debe terminarse, ¿por qué no pensar de la misma forma con un trabajo? Esfuérzate, sé valiente y haz todo lo que puedas por ser feliz en el trabajo, tu vida te lo agradecerá.

 

¿Quieres conseguirlo?

 

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¿Qué nos motiva?

A veces me encuentro con gente, amigos, consejeros, conocidos, compañeros de entrenamiento y pienso: “¿Qué es lo que les motiva? ¿Qué me motiva?” Uno de ellos en concreto ha ganado mucho dinero, muchísimo a lo largo de su carrera. Quiero decir, millonario. Sin embargo, a sus 74 años, sigue motivado para seguir adelante a diferencia de otros tantos que si han ganado dinero pero ya no tienen la misma motivación.

Hay algo entodos nosotros que no debe ser ignorado, y menos ser suprimido: Es esa motivación para hacer ,eso es lo que nos hace humanos. Hay momentos en los que siento niveles de motivación muy altos y momentos en los que el nivel es muy escaso, pero lo que sabemos ahora sobre el cerebro humano es que literalmente puedes recablear tu cerebro para mantenerte motivado.

Hay muchas fuentes de motivación. Ya sean vídeos de Youtube tipo TED, cosa que me encantan, entre otras tantas. Creo que como ser humano, a menos que lo reprimas, la motivación ya está ahí para lo que sea que estés tratando de conseguir. El ser humano por defecto ya está motivado, créeme, sólo hay que eliminar la obstrucción.

 

1.) La primera razón por la que puede que no estés motivado es porque estás haciendo algo malo.

Recuerda, la mente humana es extremadamente poderosa. Hay una razón por la que tiene la capacidad de perder la motivación – es un rasgo de adaptación. Si no te sientes motivado, digamos que en tu vida amorosa, o en tu trabajo, a veces significa que tienes que saber cuándo abrazarlos y cuándo retirarte.

Todo lo que tienes que hacer para motivarte es dejar algo.

“La motivación para rendirse es mayor justo antes de que estés a punto de tener éxito.”

2.) La segunda razón es el sesgo de contraste.

Si se estudia el cerebro humano en términos de sesgos cognitivos y de cómo estamos motivados, los estudios muestran que viene a través del sesgo de contraste. Debes tener cuidado con quién y con qué te contrastas. Un profesor de la Universidad de Nueva York y uno de los principales psicólogos o investigadores sobre la felicidad humana dijo una vez: “Si ganas 10 millones de dólares y luego compras una gran mansión donde todo el mundo gana 100 millones de dólares, puede que no seas feliz”. Esto tiene sentido: la felicidad está relacionada de alguna manera con la motivación cuando uno es impulsado a hacer algo, no sólo la felicidad en este sentido emocional, sino ese sentimiento de que uno se mueve hacia adelante.

Nunca serás capaz de engañar a tu mente para que no haga mucho y a la vez sienta esa paz con los logros que has hecho. Si te encuentras en esas situación de que no sabes si lo que estás haciendo es suficiente o no, te recomiendo que cambies con quién te estás contrastando. No puedes engañar a la mente para que piense que has logrado mucho.

“Vive tu vida para que el miedo a la muerte nunca pueda entrar en tu corazón”.

3.) La tercera razón es la prosperidad.

Creo que en el mundo moderno, una de las cosas más grandes que encubren nuestra motivación oculta que puede llevarnos a hacer grandes cosas y cambiar el mundo es la prosperidad.

Las estadísticas muestran que la disparidad entre los ricos y los pobres está aumentando. Sin embargo, también muestra que todos se han vuelto más prósperos. Así que no me importa el dinero que tienes ahora mismo.  La única víctima real es nuestra motivación: nosotros y nuestra motivación siendo encubiertos y llevándonos a no lograr lo que podíamos hacer, siempre gira en torno al mismo concepto: “¿Qué podía haber hecho?” ¡Ojalá hubiera hecho más!”, o a veces, “ojalá no hubiera hecho esto”. Generalmente, incluso las cosas que desearías no haber hecho, es porque te impiden hacer algo más significativo. La motivación la tienes, no la necesitas.

4.) Tu motivación está oculta.

La idea de hoy es mostrar que la motivación ya está dentro de ti.

“Un poco de aprendizaje es algo peligroso”. “Beba profundo o no pruebe el manantial de Pierian”. “Las corrientes de aire poco profundas intoxican el cerebro y la bebida nos hace recobrar la sobriedad”.

Está diciendo: “Piensa profundamente o no pienses en nada”. La vida es una fuerza motivadora. Hay muchas razones. Pero asegúrate no cubrir esa motivación que llevas adentro.

Soy adicto a las cosas que se ponen difíciles. Endurecerse un poco desbloqueará la motivación que ya existe. No necesitas mucho más. Hay que eliminar las barreras y encontrar lo que ya existe.

Repito, es posible que estés haciendo algo incorrecto. Si haces lo incorrecto, perderás motivación y con razón porque tu mente, es más inteligente de lo que piensas.

Lo que es cierto es que lo que motiva a las personas no es sólo dinero. Estarás motivado por una multiplicidad de cosas. Así que ten cuidado si estás haciendo lo incorrecto, si estás saliendo con la persona equivocada, si estás viviendo un estilo de vida que no es congruente con tus creencias internas, si estás entrando en un trabajo de nueve a cinco que odias o si eres un empresario y estás haciendo algo sólo por el dinero. Algunos de esos motivadores son los intangibles.

 

5.) Tu marco educativo.

Ahora sabemos que las escuelas matan la motivación con mucha frecuencia. Te obligan a ir a clases que odias y un sinfin de cosas que a lo largo del ciclo lectivo terminarás olvidando y posiblemente, casi no lo vuelvas a utilizar. Uno de los principios más incomprendidos y olvidados es la tercera ley de Newton,

“Por cada acción, hay una reacción opuesta e igualitaria.”

Entiende que parte de tu motivación ha sido destruida por el sistema educativo y es tu responsabilidad desbloquear esa motivación – es posible. Puedes recuperarlo, no es tan difícil.

Entiende que es tu responsabilidad salir y encontrarte, educarte a ti mismo. No hay impotencia aprendida. Las necesidades educativas de cada persona son diferentes, así que toma las riendas y edúcate.  La motivación vino a través del conocimiento.

La mayoría de las personas que vienen a nuestros programas no están motivadas,- están demasiado en su propio mundo.

Piensa en que te gustaría estar haciendo ahora mismo y hazlo, ¿es un viaje? De repente sabrás que la vida puede ser muy diferente. Es hora de un cambio. Este es el momento de seguir adelante. Haz un cambio.

No seas de esas personas que dicen: “Siempre sé feliz”. No. Entiende el propósito funcional de la depresión: cuando no está motivado, generalmente es cuando te deprimes. Uno de los rasgos comunes de la depresión es: “No me siento motivado para hacer nada”.

Cada momento, cada minuto, es un nuevo comienzo. Cada apretón de manos con una persona que conoces es una nueva promesa de amistad, de seguir adelante. Recuerda estas cosas. Dejar algunas cosas y apegarse a otras. Ajusta tu contraste y con quién te comparas cuando se trata de motivación. Toma las riendas de la educación sobre ti mismo – el conocimiento. No sólo la educación, sino que si puedes descargar el conocimiento de las personas más sabias del mundo, ya sea leyendo un libro o subiendo a un avión para ir a la India, estas cosas inyectarán nuevos conocimientos en tu cerebro, lo que desbloqueará esta motivación.

Recuerda esto, llega al fondo de la motivación. El tiempo pasa muy rápido. No sabemos cuánto tiempo vamos a vivir. Vive intensamente. Lo que hará que tu vida sea asombrosa es si eres capaz de desbloquear la motivación latente que hay dentro de tí. Está en nuestro ADN.

Hablamos pronto.

 

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Flechas de la semana

A continuación te presentamos cuáles han sido los temas que más nos han cautivado y de los que hemos hablado esta semana.

¿Te apetece echarles un vistazo?

 

Semana 38

7 pasos para ayudarte a conseguir tus objetivos en 2019.

8 maneras de reinspirarte en el trabajo.

De la idea al negocio.

5 claves para crear (o cambiar) tu perspectiva.

 

 

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5 claves para crear (o cambiar) tu perspectiva

Toda historia, TODA,  está filtrada a través de nuestra lente de creencias para ayudarnos a responder rápido y de la mejor manera posible, es decir, la realidad depende de nuestra perspectiva. El filtro que elegimos afecta al mundo que vemos, elegir un filtro positivo significa vivir una vida llena de oportunidades y elegir un filtro negativo significa una vida de limitaciones.

¿Cómo elegimos esa perspectiva?

1. Tenemos puntos ciegos.

Todos tenemos puntos ciegos visuales y cognitivos, y sesgos aprendidos; dichos puntos y sesgos sabotean nuestro juicio y nos convierten en seres automáticos anclados en patrones de comportamiento establecidos que, muchas veces, no nos sirven.

A veces, otras personas son capaces de ver estos puntos ciegos mejor que nosotros; otras veces, a través de la meditación o de tareas de autoconocimiento, nos es posible ver nuestros propios patrones e iluminar los ocultos y limitantes. Una vez hemos visto un punto ciego, no podemos no verlo, con esta luz surgen muchas posibilidades.

 

2. El optimismo es útil cuando es realista.

Muchas veces el pensamiento positivo tiene mala fama porque la gente asume que es simplemente optimismo ciego. El optimismo realista es la capacidad de ver las situaciones de manera precisa y confiar profundamente en que el futuro será bueno incluso si la situación actual no lo es o no es como te gustaría que fuera. La parte buena es que, incluso si tiendes a ser pesimista de manera natural, puedes fortalecer tu optimismo ¡practicando! Porque como acostumbramos a decir en The Gate: ¡todo es entrenable!

Puedes averiguar cómo potenciarlo aquí.

 

3. La perspectiva no es un termómetro, es un termostato.

Podemos controlar cómo la perspectiva nos empuja a actuar de determinada manera en determinada situación. Imagina que llegas tarde al trabajo y mientras conduces te topas con un semáforo en rojo detrás de otro; si ves la perspectiva como algo ajeno a tu control, esta escena puede subirte la temperatura de rabia, si por el contrario la ves como un termostato, tienes el poder para pensar de una manera que apoye tu capacidad de controlar la situación y responder ante ella.

Evidentemente, no tienes el control sobre los semáforos, pero sí tienes el control sobre tus reacciones. Ese es el punto donde puedes bajar el termostato utilizando herramientas como el control de pensamientos, la respiración o incluso cambiando la ruta.

 

4. Es importante cómo pensamos.

Conforme vas pensando intenta averiguar si estás siendo: compasivo, curioso, paciente y no prejuicioso.

Un primer paso para cambiar nuestra perspectiva es descubrir si nuestra manera de pensar es útil o inútil.

  • La manera inútil de pensar se asocia con ser rígido, evitativo y estar en contra de la realidad de cada situación. Se tiende a un razonamiento de blanco o negro con cierto rechazo a aceptar las situaciones, culpando a los demás y evitando o eliminando los sentimientos.
  • La manera útil de pensar se asocia con las soluciones, la flexibilidad y la aceptación. Tiende a centrarse en el problema y te empuja a buscar información y a la reinterpretación positiva de los acontecimientos.

 

5. Las 3 áreas de la perspectiva.

  1. Acciones: Son las más fáciles de identificar como controlables porque se refieren a algo observable. Las acciones son nuestras respuestas ante los estímulos después de que nuestros pensamientos y nuestras emociones los hayan filtrado. La mayoría de las veces tenemos claro que no somos marionetas sino que controlamos nuestras acciones.
  2. Pensamientos: Se alejan un poco de nuestro control. Nuestro juez interno comenta continuamente lo que hacemos y cómo lo hacemos y no siempre es demasiado amable. Puede ser un reto “bajarle el volumen” o liberar nuestra mente de esos patrones de pensamiento, pero es posible conseguirlo.
  3. Sentimientos: Los identificamos como los más ajenos a nuestro control pero si analizamos nuestros comportamientos pasados, nuestras creencias y hacemos un ejercicio de metacognición (pensar acerca de los pensamientos), podemos convertirnos en testigos de nuestras vidas y descubrir cómo controlar nuestras emociones.

 

Utiliza tus habilidades de toma de perspectiva habitualmente y, como un músculo, crecerán.

¿Quieres conseguirlo?

 

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